Sábado 21 de mayo: de 19,45 h. a 20,15
h.
Juan Luis Jaureguiberry: “Disfrutar de las matemáticas jugando con
ajedrez (I)”:
Este ponente fue presentado por
el “Maestro de maestros del periodismo
ajedrecístico internacional”, Leontxo García, como el mejor del mundo en Ajedrez
y Matemáticas.
Ya hemos puesto en la
introducción a estos artículos toda su biografía, pero destacar si acaso que Juan
Luis Jaureguiberry es también, aparte de profesor docente, el Coordinador del
Plan de Ajedrez Escolar de la provincia argentina de Santa Fe, por la que han
pasado 23.000 niños que han recibido clases de ajedrez en 250 escuelas
públicas.
Comenzó Jaureguiberry comentando
que lleva 25 años en Argentina con el ajedrez formando parte como materia
curricular integrado con las matemáticas.
El objetivo fijado en un
principio ha sido alcanzado con creces:
Han conseguido allí una mejora de la educación en general (!?).
Quiso realzar la importancia de
la respuesta a esta pregunta de índole general:
¿Por qué los niños aprenden tan rápido algo tan complejo como el
ajedrez?.
En su opinión es porque los
profesores le otorgan a ellos “poder” para crearles problemas inesperados a
otros alumnos y para corregírselos. Y porque les dejan “copiar” lo que hacen
bien sus ocasionales rivales y los motivan con ahínco a enseñar lo que saben.
Jaureguiberry afirmó que cuando
el alumno juega al ajedrez realiza al unísono una actividad matemática:
-
El tablero tiene un orden cartesiano.
-
Se produce geometría
con el movimiento de las piezas.
-
Y existe la aritmética
en las decisiones de captura.
En su experiencia propia y en
general en la de todos los monitores rosarinos a lo largo de esos 25 años, han
llegado a la conclusión de que con su método de visualización matemática
utilizando el ajedrez, los alumnos que luego continúan con el juego-ciencia
como actividad deportiva obtienen mejores resultados desde las categorías sub-8
a sub-18 que aquellos jugadores que se formaron exclusivamente a través de un
club de ajedrez.
Acto seguido el ponente que
también, como todos, disertaba ofreciendo diapositivas al público presente y
comentándolas, habló de los “errores sistémicos” que se han producido en la
enseñanza de las matemáticas y que pueden ser prevenidos en edades tempranas
asociando las matemáticas con el ajedrez educativo:
-
Presentándole a los niños a través del tablero de
ajedrez imágenes geométricas en posiciones no convencionales y
-
con problemas abiertos que provoquen conflicto
cognitivo.
En ese momento comenzó el “Show Jaureguiberry”:
A partir de un tablero de ajedrez
vacío (sin piezas) presentado en la pantalla grande de la sala, Jaureguiberry
fue pintando sobre él rectas y diagonales y haciendo curiosas preguntas a los
maestros docentes allí presentes. Las mismas son trabajadas con los niños en
sus clases, para prevenir cuanto antes esos “problemas sistémicos”.
Habló de la asimetría del tablero
de ajedrez o mejor dicho de que nada es simétrico o deja de serlo. Dibujó en él
filas paralelas comentando que también se aprovecha el movimiento del alfil en
diagonal para pintar diagonales que no se crucen y que ¡sean también paralelas!.
Un tablero de ajedrez vacío resuelve
problemas sistémicos surgidos en las matemáticas
Habló del concepto de la
perpendicularidad en filas y columnas comentando el problema que se da en los
niños con frecuencia cuando se les enseña este concepto en diagonales que se
cruzan, que en muchos casos dudan y comentan que no son perpendiculares.
Jaureguiberry también utiliza un
tablero vacío como “actividad de diagnóstico” comentando que todos los niños
llegan a la conclusión inicial de que es un “cuadrado” porque tiene todos los
lados iguales. Sin embargo a nadie se le ocurre que girándolo un poquito lo
convertimos, sin embargo, en un ¡rombo!.
Finalizó su animada charla, que
era capaz de entrelazarla con divertidas anécdotas (como hacen los grandes
ponentes), señalando los “problemas neurálgicos base” que se dan en la
geometría y en la aritmética utilizando el fantástico campo de acción que
constituye un simple tablero vacío de ajedrez.
Para ello utilizó los movimientos
de la torre, del alfil y del caballo para sintetizar figuras dibujadas sobre el
tablero como el cuadrado y el rectángulo (con el movimiento de una torre), como
los rombos y cuadrados (con el movimiento de un caballo) y como un rectángulo
¡pero torcido! - para los niños - (con el movimiento de un alfil).
Todas estas figuras que dibujaba
sobre aquel tablero vacío formaban parte de la base de la geometría…
Terminó entonces su primera
ponencia (de dos) y desde las 20,15 h. hasta las 20,30 h. se pasó, para
finalizar la primera jornada del sábado, a una sesión coloquial con preguntas y
respuestas.
Comentó entonces Jaureguiberry
que aunque el ajedrez es en principio un deporte “individual”, ha constatado en
su experiencia, que en realidad termina siendo también un deporte eminentemente
“colectivo” porque se aprovechan las competiciones escolares para que los
colegios lo lleven a los torneos que se realizan, algo que ocurre mucho en
Santa Fe, pues son los jóvenes los que forman parte luego de los respectivos
tableros en los eventos que allí se disputan por equipos.
Este cronista le preguntó sobre
si había conocido en estos 25 años de docencia a algún “niño prodigio” y
enseguida su respuesta fue rotunda:
Sí. A ¡Pablo Zimmerman!, que justamente el día anterior, dijo, se
había proclamado (junto a dos alumnos más), estudiantes todos de Licenciatura
en Ciencias de la Computación de la Facultad de Ciencias Exactas de la
Universidad de Rosario (UNR), campeones argentinos
y latinoamericanos en la Competencia Mundial de Programación ACM-ICPC en
Tailandia, compitiendo allí con otros estudiantes de Argentina, Bolivia, Chile,
Perú, Paraguay y Uruguay.
Recordó con gracia como Pablo
Zimmerman siendo un niño resolvió con rapidez el siguiente problema de Ajedrez
y Matemáticas:
“Coloca una torre y un caballo blancos en un tablero de ajedrez vacío
de modo que ataquen la cuarta parte de las casillas. Busca la mayor cantidad de soluciones”.
A modo de curiosidad les pongo la
primera solución, pero decirles para los intrépidos que hay ¡¡619 más!!:
Acto seguido Leontxo García
aseveró sobre el tema de los superdotados recordando aquella frase de Sócrates
que se aplica también al ajedrez, según vamos profundizando en él:
“Sólo sé que no sé nada”.
El ajedrez, concluyó Leontxo,
para la mente humana es infinito y
para los supedotados, también.
Y de nuevo le pregunté al
eminente profesor Jaureguiberry su opinión sobre el gran Emanuel Lasker
(campeón del mundo de ajedrez desde 1894 hasta 1921) no como ajedrecista, sino
como matemático, recordando este cronista ahora, aquel día del ya lejano 2007
donde intenté acercarme en la mayor medida de lo posible a la aportación de
Lasker al campo de las matemáticas (con su teoría de los Módulos e Ideales) en el siguiente y bonito artículo:
La respuesta de Juan Luis
Jaureguiberry fue corta pero contundente:
Einstein y Lasker
“¡Hombre!, Albert Einstein que fue su amigo, dijo de él, que aprendió
más de lo que trató de enseñarle”…
Se habló luego de la conveniencia
de la introducción del ajedrez en la universidad con un curso de formación
permanente para docentes.
Y terminó Leontxo García
comentando la importancia que tiene el ajedrez en distintos sectores problemáticos
de la sociedad.
Puso el ejemplo de la gran labor
del Dr. en Psiquiatría infantil Hilario Blasco que ¡receta “ajedrez”! a los
niños cada día en el Hospital Puerta del Hierro de Madrid como herramienta útil
que constituye una ayuda eficaz en el tratamiento del TDAH (Trastorno por
déficit de atención e hiperactividad).
Habló también Leontxo de la gran
función terapéutica que también tiene el ajedrez con los drogadictos que les
sirve en su proceso de rehabilitación porque el ajedrez, dijo, “es el antítesis
de dejar eso para mañana” porque enseña a tomar la decisión ahora y no en otro
momento.
Y cerró el coloquio hablando
también de la importancia de la introducción del mismo en las cárceles (ha
estado recientemente en varias colombianas de máxima seguridad), porque la
práctica del ajedrez “quita mucha cárcel”, aseveró.
El ajedrez nos obliga a pensar
primero en la consecución de nuestros actos, concluyó.
Terminábamos así el primer día de
conferencias y este cronista que inauguró aquel edificio sede del Congreso (como
trabajador de CajaCanarias), lo abandonaba en dirección a su casa, que está muy
cerca de allí con una idea fija:
¡Tenía que contar todo lo que había vivido!...
Crónicas anteriores:
(…Continuará)
Angel
Jiménez Arteaga
aarteaga61@gmail.com
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