Con la colaboración de Wolfgang Amadeus Mozart
Hoy: Sinfonía nº
38 “Praga” K504.
En la 11ª ronda del Torneo
Pan-Ruso de 1912 disputado en Vilnius, Alekhine descansó y en la jornada siguiente,
la 12ª, comenzaría la segunda vuelta de la competición con la partida “Nimzowitsch-Alekhine”, disputada el 3
de Septiembre, que fue escogida tanto por Alekhine para su libro de “partidas
selectas” como por Kotov para “La Herencia”, publicándola dentro del tomo I (en
alemán y no en castellano) en el Capítulo titulado: “Las Combinaciones de Alekhine”, sección: “La caída”.
El cotejo se inició con el
Sistema Londres de la Apertura del Peón de dama, con un plan complicado el
elegido por Alekhine.
Nimzowitsch abrió entonces el
flanco de rey y con los dos reyes enrocados en el flanco de dama, Alekhine
pronto estuvo en su elemento e inició un ataque combinado en ambas alas.
A una “trampa” superada por
Alekhine, llegó luego otra en la que Nimzowitsch tampoco cayó; pero quedó con
un alfil con pocas posibilidades de hallar un refugio seguro y nuestro genio
del ajedrez fue a por aquella pieza.
La “caída” de Nimzowitsch quedó
entonces sellada, pues optó por la entrega del alfil a cambio de complicaciones
resultantes con su dama que se colaba en la retaguardia negra.
Alekhine mantuvo el tipo e ideó
un perfecto e instructivo plan que terminaría también con la captura de la dama
blanca provocando la inmediata rendición del “hipermodernista” Aaron
Nimzowitsch.
En la 13ª ronda, la partida “Alekhine-Flamberg” terminó en empate,
pero nunca se pudo localizar los movimientos de la misma; de igual manera que
con la partida de la 14ª rueda, “Levitsky-Alekhine”,
en la que ganaron las blancas, consiguiendo así Levitsky un impresionante 2-0
frente a nuestro ídolo del ajedrez.
Así llegamos al día 7 de
Septiembre, en el que se jugó el cotejo “Alekhine-Bernstein”
correspondiente a la 15ª jornada del torneo, que fue seleccionado tanto por
Alekhine para formar parte de sus “mejores partidas”, como por Kotov para “La
Herencia”, ubicándolo dentro del Tomo II (“Leyes
del juego de posición”) que fue traducido en cuatro libros al castellano. Y
sale en el libro nº 2, Capítulo IV: “La
realización del contrapeso material”, sección: “Ataque de excelentes fuerzas”.
La partida se desarrolló con una Defensa
Siciliana, Variante Paulsen, con buenas contrachances de las negras por su
temático dominio de la columna “c”.
Sin embargo Bernstein no hizo lo
debido para mantener ambas torres en el flanco de dama y con un movimiento
“inesperado” de su peón central “e”, las blancas se apoderaron de la iniciativa
y para salvar a su dama del acorralamiento a la que estaba siendo sometida,
Bernstein entregó la calidad y en la realización de su ventaja, Alekhine inició
un ataque sobre el rey negro con sus excelentes
piezas pesadas dispuestas todas en la columna “f”, que hizo besar la lona a Ossip Bernstein.
Y llegó ahora el momento de
escuchar una bonita sinfonía de Mozart, la nº 38 – “Praga”, ciudad digna de consideración por la “gratitud” honrada
(en la vida y tras la muerte) al gran compositor musical, uno de los mayores
genios de la historia.
Se puede ser “patriota”, queridos
lectores (entre comillas) y sin embargo pertener a otro país (!?), porque el hombre no es de donde nace sino de donde
pace…
Wolfgang Amadeus Mozart:
Praga
Sinfonía nº 38 en re mayor “Praga”,
K504.
- Adagio-Allegro
= 14’ 12”
- Andante
= 9’ 05”
- Finale
(Presto) = 5’ 58”
Compuesto
en Viena, el 6 de Diciembre de 1786 (Mozart con 30 años).
Esta obra ilustra como pocas los
excelentes vínculos de Mozart con la hermosa ciudad de Praga, fruto de un éxito
arrollador como el genio de Salzburgo no llegó a vivir con la misma intensidad
y continuidad en ninguna otra de las ciudades en que estrenó su música.
Los triunfos de “El rapto en el serrallo”
y “Las bodas de Fígaro” y sus intensas visitas, situaron a Mozart en el corazón
de los praguenses y a ellos destinó los estrenos absolutos de “Don Giovanni”,
“La clemenza di Tito” y, naturalmente, la “Sinfonía nº 38 en re mayor, K504,
Praga”.
Basta destacar como muestra de la pasión
mozartiana desatada en la capital checa, el hecho de que, cuando Mozart murió,
el 5 de Diciembre de 1791 en Viena, los ciudadanos de Praga fueron ¡¡los únicos
que honraron como se merecía su memoria!!.
Símbolo imperecedero de ese amor por la
ciudad que mejor comprendió su música, la Sinfonía nº 38, finalizada y fechada
en Viena el 6 de Diciembre de 1786, se estrenó en Praga el 19 de Enero del año
siguiente.
Además de su rigor sinfónico, de la
concentración del pensamiento y de la madurez expresiva, lo que más fascina en
esta sinfonía es la prodigiosa síntesis de un estilo instrumental de inusitada
animación con los elementos melódicos, el vuelo lírico y la agitación de sentimientos
propios de las obras escénicas. No hay, además, contaminación operística de un
discurso sinfónico, porque lo que Mozart consigue es un maravilloso logro de
fluidez y coherencia musical.
(Si desea “ver y escuchar” la Sinfonía que sigue haga “click” encima):
(Continuará)
Angel Jiménez Arteaga
aarteaga61@gmail.com
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