lunes, 16 de enero de 2012

¡Pase Sr.Leontxo! (IV)

“Viaje por el fascinante mundo del ajedrez” en TENERIFE

Y por fin entramos al hotel.

En ese momento sólo estábamos allí Leontxo y yo y aprecié que nuestro “héroe” tiene una agenda muy apretada porque aprovechó inmediatamente la ocasión para conectarse con su ordenador portátil a Internet con el objetivo de intentar sacar la tarjeta de embarque del día siguiente que lo llevaría a Palma de Mallorca, pues como sabrán tenía que recoger por 2º año consecutivo el ¡Premio Nacional de Ajedrez “Chessy!, en su cuarta edición, de la mano de Javier Ochoa, presidente de la FEDA, Carles Vich, presidente de la Balear y Alfonso Romero Holmes, Gran Maestro y organizador de estos premios; situación que se iba a dar el sábado 14 a partir de las 20,30 horas en el lujoso Hotel Marriot, de 5 estrellas, donde además se estaba celebrando un torneo Open del 8 al 14 de enero:


A Leontxo le correspondía el justo premio de vencedor en la “categoría absoluta” como personalidad que más había difundido el ajedrez nacional en 2011(!?) y también otro más, por pertenecer al “mejor medio de comunicación español” que más promovió el ajedrez en nuestro país durante el pasado año: El programa de radio “No es un día cualquiera” de Radio Nacional de España  (junto a su directora, la gran presentadora Pepa Fernández - !?):








Pronto llegaron los anfitriones al hotel, que además del ya mencionado GM director del Club de Ajedrez de la Caja, serían el jefe de la Obra Social y Cultural de CajaCanarias-Banca Cívica; el responsable de la sección de Deportes y de Relaciones Institucionales de la Entidad y el presidente de la Federación Canaria de Ajedrez junto a su señora esposa.

Todos nos sentamos en la mesa alrededor de Leontxo y pronto comenzaron las charlas de todo tipo, intentando el que suscribe hacer aquí y ahora una recopilación de todo lo que se dijo allí medianamente reseñable dentro de nuestro querido mundo ajedrecístico (!?).

Como por arte de magia nada más empezar la cena surgió el tema de los niños prodigio en ajedrez y en concreto de lo que significó para el deporte-ciencia español la figura de “Arturito” Pomar:


Acto seguido tocaría el turno para hablar de José Raúl Capablanca.



Antes de salir de casa yo había intuido que iba a ser prácticamente imposible que no saliera en las conversaciones de la cena la figura del genial ajedrecista cubano (!?) y venía bien pertrechado con parte de una “emotiva” narración del premio Cervantes de Literatura, Guillermo Cabrera Infante, en un bonito libro suyo donde entre otras muchas cosas dijo lo que sigue, que aproveché para leerlo allí a los presentes en voz alta, en homenaje a lo que significa la “grandeza” de Leontxo García en el mundo del periodismo, haciendo con ello un símil, con una gran ventaja en este caso a nuestro favor y es que Leontxo afortunadamente sigue aún entre nosotros!:

“““La primera vez que vi a Capablanca fue la última. Mi madre me llevó a verlo. Mi madre, tengo que decirlo, no tenía idea de lo que era el ajedrez pero sí sabía quién era Capablanca. Una tarde casi a primera noche nos arrastró a mi hermano y a mí a ver a Capablanca. Salimos después de comer y llegamos a nuestro destino, el Capitolio Nacional, cuando casi era de noche. El enorme edificio blanco estaba iluminado para una fiesta, a la que íbamos. Subimos la alta, ancha escalinata de granito hasta el salón de los Pasos Perdidos (buen nombre, lástima que fuera prestado) y allí en medio estaba Capablanca en su posición de eminente jugador de ajedrez que ha sufrido un jaque mate. Cuando nos acercamos, con reverencia, pude ver todo lo que se podía ver de Capablanca: sólo su rostro. Estaba terriblemente pálido, gris más bien y en la nariz y en los oídos tenía torpes tapones de algodón. Capablanca se veía inmóvil y sin edad: estaba muerto, era evidente, aunque era un inmortal.

El catafalco, palabra nueva, quedaba justo encima del diamante en el centro del enorme salón donde se perdían nuestros pasos. En medio del medio, central, estaba el diamante, protegido por un grueso cristal que aseguraba su posesión y al mismo tiempo aumentaba su tamaño y su valor. El diamante aparecía como muchas mujeres, a la vez atractivo e inaccesible. Era, lo han adivinado, una versión cubana del colosal Kohinoor que Raffles, sus manos de seda nunca sobre la piedra trunca, soñó con robar. El diamante, además, no sólo era una piedra preciosa sino un mojón miliar: marcaba el kilómetro cero de la carretera central, por orden del general Gerardo Machado, tirano de turno. Ahora, joya sobre joya, el ataúd en que descansaba Capablanca, su estuche, se posaba, pesado, con su carga preciosa sobre el duro diamante popular y la acumulación de riquezas era casi insoportable para un niño que trataba de comprender qué significaba tanta veneración. Mi madre, una loca por la cultura, dijo definitiva: "Es una gloria de Cuba". No dijo fue sino es. Capablanca es. La vida de Capablanca comienza donde empieza el ajedrez.

Su juego es su vida.

Jugadores de ajedrez, ¡apártense! ”””.

GUILLERMO CABRERA INFANTE (Noviembre de 1988)
VIDAS PARA LEERLAS   

Pronto pasarían los presentes a mantener conversaciones sobre los modos de vida que imperaban en la antigua U.R.S.S., lugar donde Leontxo García tuvo que pasar mucho tiempo sobre todo durante los primeros matches entre Kárpov y Kaspárov de 1984 y 1985.

En este tema digamos que se entendió muy bien con Luis Aguirre y José Luis Fernández pues ambos, en sus visitas a aquel país, habían tenido experiencias similares.

Llegó ahora el momento de seguir poniendo aquí las respuestas (con su puño y letra-!?) a las preguntas de la batería de 25 cuestiones ajedrecísticas que le teníamos preparada al “Maestro de maestros” del periodismo ajedrecístico internacional:





 
La contestación a la pregunta nº 7, por motivos obvios, me la voy a reservar para el final de esta serie de crónicas.





Anatoli Kárpov: “En ajedrez, sobre todo durante los matches, hoy son también importantes los factores psicológicos: entenderse a sí mismo, descubrir las fisuras del adversario… . De cuando en cuando hay que saber renunciar a la continuación más fuerte, para empujar a nuestro rival hacia posiciones en la que se halle incómodo”.



Boris Spassky: “De Kaspárov admiro su habilidad como matador: la capacidad que tiene para destrozar al rival”.



Viswanathan Anand: “Hay que distinguir entre saber mucho de ajedrez y jugar muy bien”.



Magnus Carlsen: “¡He jugado como un niño!” – dicho a la edad de 13 años tras hacer tablas con Kaspárov.



Leontxo García: “Ningún otro juego o deporte tiene una historia demostrada de más de quince siglos, ni una imagen que mezcla el prestigio con el misterio y muy pocos deportes son tan baratos de practicar y tan universales al mismo tiempo”.



Esta respuesta me dejó francamente sorprendido pero estuve navegando por Internet y encontré el siguiente enlace que ¡me sacó de dudas!:











En nuestro criterio, Leontxo tiene toda la razón del mundo, pues los módulos informáticos siempre inventan la rueda en cada jugada y muchas veces no son capaces de darse cuenta que hay posiciones que evalúan con clara ventaja de un bando, que no es en realidad tal.

Continuará… .

Mozart Symphony no. 41 K. 551 "Jupiter"

IV.
Molto Allegro:



Angel Jiménez Arteaga
http://www.ajedrezcanarias.com (Secretos de Alcoba)

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