Lasker, Capablanca, Alekhine y Botvinnik o ganar en tiempos revueltos (384)
En realidad este cronista escribe aquí por puro placer. ¡Por vocación!. Su objetivo principal mientras lo hace, es entretenerse él mismo.
El amable lector que me quiera seguir que me siga y el que no, pues al cronista le da exactamente igual que lo haga, que que no.
Esta explicación sirve para continuar profundizando con calma en el excelente libro de bonitas historias del ajedrez contadas por el participante que estamos ahora mismo valorando del II Gran Torneo Internacional de Moscú de 1935:
17-5) Salomon Mijailovich Flohr (Checoslovaquia y mucho más tarde de este torneo, asentado luego definitivamente en la U.R.S.S. - 1908-1983).
Como saben el libro en cuestión hasta es bonito en el título: "El reloj no se ha detenido" (aunque nosotros sí que lo hacemos gustosamente en este serial) y los capítulos del mismo que tocan comentar ahora son:
7) RADIOMATCH U.R.S.S. - EE UU.
Fue el disputado en aquella interesante modalidad de entonces, entre los días 1 y 4 de Septiembre de 1945:
Vea ahora el bonito vídeo histórico grabado para la posteridad desde el lado soviético:
Añoraba mucho Salo Flohr aquellos días pasados y sobre la foto de su equipo, comentaba lo siguiente en este artículo aparecido en el libro y que el maestro había escrito en 1970:
"Es muy interesante observarla con detenimiento. ¡Qué jóvenes somos todos!. Botvinnik, Lilienthal, Kotov y Flohr todavía no tenemos canas. Y que delgados son Smyslov, Bondarevsky y especialmente ¡Boleslavsky!. La cabellera del participante más joven, Bronstein, es muy significativa. Pero en realidad resulta que de aquello ya han pasado... 25 años".
Y continuaba Flohr con otra sentencia de 1970, que actualmente todavía es mucho más expresiva, ¡52 años más tarde!:
"Hoy, en la era de los satélites, la televisión, un encuentro así sería fácil de organizar, pero debo decir que en 1945 la tecnología de la comunicación funcionó magníficamente. Ni un solo malentendido, ni un solo error ocurrió en ninguna partida".
8) EXITOS de la Escuela de Ajedrez soviética.
Comenzó Flohr recordando que en 1933, en el escenario de la hermosa Sala de Columnas de la Casa de los Sindicatos de Moscú, donde conoció a Botvinnik en un encuentro jalonado por una pancarta con el lema: "Alcanza y supera a Occidente en el campo del arte del Ajedrez", fue el principio de algo que los ajedrecistas soviéticos cumplieron luego brillantemente.
Retornemos a aquel tiempo, otra vez, gracias a este otro precioso vídeo:
Estimados lectores, el mundo comunista progresó en el campo del ajedrez, ¡sin duda!, algo que Salo Flohr comentó bien en este capítulo de su libro, pero el modelo de vida de todo el pueblo soviético "quebró" por la mala gestión de sus dirigentes, que pensaron primero que nada en llenarse sus bolsillos de dinero público y nunca en el progreso real de su pueblo, situación por otro lado, totalmente típica en el Comunismo, ¡de antes y de ahora!.
Por tanto, seguimos propagando a los cuatro vientos, nuestra frase significativa que busca la paz:
¡No a la guerra invasora en Ucrania!.
(Continuará...)
Queridos amigos, para todos los exiliados ucranianos involuntarios y tras las heridas que han sufrido en su viaje, pronto les llegará su única cura, que es recuperar en su país los besos y el amor de todos sus seres queridos que hayan sobrevivido a la brutal matanza ordenada sin razón por el trastornado ciudadano ruso y viejo lobo despiadado comunista, Vladimir Putin.
Aquel sí que va a ser un ¡buen viaje de regreso! y además bien planeado...
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