Lasker, Capablanca y Alekhine o ganar en tiempos revueltos (347)

El olímpico suizo Fritz Gygli hizo una muy buena apertura contra Alekhine en su partida del 37º Campeonato Suizo y a la vez Torneo Internacional de Maestros de Zurich de 1934.

Y eso lo sabemos hoy gracias a la aportación de los dos mejores módulos informáticos del momento.

El encuentro Gygli-Alekhine, (11), 0-1 en 40 movimientos, fue analizado por Khalifman, en el tomo nº III de la Herencia de Kotov y también fue seleccionado por Alekhine para formar parte de sus partidas selectas (tomo II).

El entonces campeón mundial no consideró las sutilezas de la apertura elegida y ya en el medio juego, sí que dominó a su rival, que aún así, pudo haber ofrecido en un determinado momento más resistencia de la que marcó, para luego sentir como su torre iba a ser atrapada brillantemente en pleno centro del tablero.

Veamos cómo calcularon la partida los módulos informáticos y antes que nada, ofrecemos para ambientarnos una foto panorámica de la ciudad de Zurich en aquel año de 1934:

Zurich, 1934. A la derecha, la torre con reloj

es la famosa Iglesia de San Pedro.

Reproduzca la partida en pantalla haciendo "click" en el siguiente enlace:

Gygli-Alekhine, Zurich (11), 1934

Descárguela en formato "cbv" de Chessbase:

Formato cbv

O bien en formato universal "pgn":

Formato pgn

La clasificación general del certamen tras esta 11ª ronda de un total de 15, estaba como sigue, con Flohr y Johner destacando en sus respectivos combates:

Clasificación tras la 11ª ronda del 37º Campeonato Suizo y a la vez 

Torneo Internacional de Maestros de Zurich de 1934.

No nos olvidamos, estimados lectores, de nuestra frase-franquicia que busca la PAZ en el mundo que ahora mismo no existe por culpa exclusiva del máximo dirigente ruso, Vladimir Putin; porque aunque tuviese razón, automáticamente la perdió, desde que cargó injustamente contra una "indefensa" población civil dentro de un país soberano entero, ¡surgido tras la lógica "caída" de la U.R.S.S.!. 

Así pues, nunca pueden ser las cosas. Por tanto:

¡No a la guerra invasora en Ucrania!.

Queridos amigos, sobre el cielo ucraniano hay muchas sombras de duda...

 

Angel Jiménez Arteaga

aarteaga61@gmail.com