Alekhine, como luego dijo en su libro sobre el Gran Torneo Internacional de Nueva York de 1927, editado tras finalizar este Gran Mundial de Buenos Aires del mismo año, estaba encantado de poderle jugar a Capablanca una posición de medio juego en donde durante largo tiempo no corría riesgo alguno de perder, presionando de esta forma intensamente al genio cubano.
Eso fue lo que ocurrió durante la mayor parte del tiempo en la partida Alekhine-Capablanca, (28), Tablas en 43 movimientos y que sólo fue analizada en los cuatro libros de cabecera que cubren por completo este encuentro.
Alekhine rechazó la triple repetición de jugadas, demostrando un enorme espíritu de lucha y luego resultó ser que tuvo que hilar muy fino para arrancar el empate final.
Pero los grandes aficionados preferimos este tipo de actitudes y matches "largos" bien luchados, frente a lo que la juventud (con el beneplácito de la F.I.D.E. - Federación Internacional de Ajedrez - actual) nos ofrece hoy en día.
Todo esto lo contamos mejor en el desarrollo de la partida, con variantes analíticas calculadas por parte de los dos mejores módulos informáticos del momento:
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