El miércoles 23 de Marzo terminaba el Gran Torneo Internacional de Nueva York de 1927, que como saben había empezado el 19 de Febrero de aquel mítico año del ajedrez.
Eran épocas en donde no habían prisas. Hoy, las prisas son malas consejeras (??) y hace que todo "disparatadamente" se degrade, como por ejemplo, lo que mal planifica la F.I.D.E. actual (Federación Internacional de Ajedrez), que por cierto, va a organizar en Madrid próximamente el Torneo de Candidatos (saltándose de un plumazo los "obligatorios" torneos Zonales e Interzonales previos), del 16 de Junio al 7 de Julio, en sólo "22 días" de competición que terminarán con los maestros participantes jugando de mala manera, ya sin tiempo para pensar, los posibles finales de partida que se den; frente a los "33 fantásticos días", ¡sin finish!, que duró este gran evento neoyorquino comparativo y que, aquel sí, supo guardar la excelencia ajedrecística.
La partida de la última ronda, Capablanca-Alekhine, (20), Tablas en 26 movimientos, fue un enfrentamiento de mero trámite, pues el empate producido garantizó el segundo puesto del certamen a Alekhine, que de esta manera, moralmente y de forma justa, se proclamaba candidato oficial al "título mundial" del genio cubano. Fue analizada por Alekhine, Tartakower y Khalifman y Capablanca dijo de ella escuetamente lo siguiente, en su crónica de despedida del periódico The New York Times:
"Los mismos comentarios sobre nuestras partidas de las dos anteriores rondas se aplican a nuestro encuentro con Alekhine".
Veamos el cálculo analítico realizado para esta crónica, como es nuestra costumbre, por los dos mejores módulos informáticos del momento:
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