Tras tres jornadas disputadas de un total de veinte, pues antes las cosas con menos medios, ¡se hacían bien!, la clasificación general del Gran Torneo Internacional de Nueva York de 1927 estaba como sigue:
1) Capablanca, 2,5 puntos; 2) Alekhine, 2; 3) Vidmar, 1,5; 4) Nimzowitsch, 1,5; 5) Spielmann, 1 y 6) Marshall, 0,5.
Hoy nos despertamos con la noticia de que Magnus Carlsen propone que haya todavía un ritmo más rápido de juego en los Campeonatos del Mundo, para que crezca la probabilidad de errores y por tanto se reduzcan los empates.
En mi método, que contempla 40 jugadas en 2 horas y 30 minutos, con aplazamientos incluidos - sin finish - y no se sale del gran salón del hotel hasta que se termine la partida completa, comenzando por las mañanas temprano y finalizando, si la partida pasara de la media de tiempo que duran (cinco horas) por la tarde/noche, este tema se resuelve rápido y de forma sencilla (!!). Cinco minutos antes del comienzo de la partida, se "sortea" la apertura a jugar.
Ejemplo para la cuarta de este Mundial que sería Blancas: Carlsen - Negras: Nepomniachtchi, en ese obligado ritmo de juego "serio", con la siguiente apertura:
1.d4 f5; 2.Cc3 d5; 3.e4!? (¡el Gambito martín pescador! para Magnus) dxe4; 4.f3!? (con un matiz añadido del gambito Blackmar-Diemer) y... ¡a jugaaaaaaaaaar!.
El martín pescador, esto es para nuestros amables lectores, es un ave con pico largo que habita en lagos y ríos de Europa, Asia y Africa y que realiza migraciones de larga distancia (para lo pequeñito que es, encima ¡no se cansa nunca!) y destaca por su atractivo colorido, su canto agudo y su vuelo veloz a baja altura, utilizando su fuerte pico para pescar en aguas claras...
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