Lasker, Capablanca y Alekhine o ganar en tiempos revueltos (227)
Capablanca sobre Alekhine, en el periódico The New York Times, de fecha 19 de Febrero de 1927, el día en que comenzaba el Gran Torneo Internacional de Nueva York:
"En 1913, en San Petersburgo, Leningrado, como se llama ahora (n.d.l.r.: la historia que como siempre pone a cada cual en su sitio, quiso que se volviera a llamar otra vez San Petersburgo), el escritor conoció a Alekhine por primera vez. Era entonces un joven de 21 años y ya demostraba un conocimiento notable de las aperturas a las que dedicó mucho tiempo y estudio. Hoy en día es sumamente dudoso que exista otro jugador con un conocimiento así en esta fase del juego.
A principios de 1914, el hermano de Alexander Alekhine (n.d.l.r.: se llamaba Alejo y luego tenía también una hermana, Bárbara) llegó de Moscú a San Petersburgo. Nos hicimos buenos amigos, con el resultado de que muy pronto los tres salíamos juntos. De esa manera, el escritor fue algo influyente en la configuración del desarrollo del juego de Alekhine. (N.d.l.r.: En realidad, aunque sólo sea desde la distancia, todos los campeones del mundo aprenden lo que más necesitan, exclusivamente de sus predecesores, como muy bien señaló Garry Kaspárov en su Biblia de 5 voluminosos tomos, de la historia del ajedrez).
En aquellos momentos, Alekhine era, en comparación, muy débil en los finales. Hoy es muy fuerte en esa etapa de la partida. Tampoco entonces destacaba en el juego posicional. Pero ya hoy brilla en ese sentido. De hecho, era un jugador talentoso pero <verde> todavía. Hoy es quizás el jugador más completo entre los maestros y ha progresado tanto que ya se le considera como el retador más destacado para el título mundial. (N.d.l.r.: Ahí sí que acertó completamente Capablanca y su intuición no le falló en absoluto).
Como jugador de matches, Alekhine no puede ser considerado seriamente ya que no ha retado a ninguno de los principales maestros de la actualidad. Lo más parecido a un encuentro serio lo ha tenido recientemente en un match a diez partidas con el Dr. Max Euwe, de Holanda, que Alekhine ganó por +3-2=5.
(Amplíe el cuadro de resultados del encuentro haciendo "click" sobre el mismo):
El escritor cree que Alekhine no tiene el temperamento adecuado para jugar matches. Creemos que adolece del espíritu combativo necesario. Además, es extremadamente nervioso, cualidades que deberían ir en detrimento suyo en una lucha larga y prolongada contra un oponente frío e ingenioso. Esta opinión, sin embargo, le da al Dr. Alekhine una excelente oportunidad de refutar en el próximo encuentro con el escritor por el título mundial. (N.d.l.r.: ¡Y vamos si la refutó, Alekhine!. Lo curioso es que ya antes del Gran Torneo Internacional de Nueva York que empezaba aquella misma tarde, Capablanca daba por sentado que Alekhine era netamente superior a todos sus rivales).
Debido a su pasado historial y a sus muchos atributos brillantes, esperamos que el Dr. Alekhine sea uno de los principales aspirantes al puesto de honor en el próximo torneo".
Cerramos crónica, estimados lectores, ofreciendo ahora los porcentajes de puntos alcanzados tanto por Nimzowitsch como por Alekhine, hasta aquel momento presente, comparándolos luego con los que ya hemos analizado concienzudamente de Marshall, Spielmann y del Dr. Vidmar:
(Amplíe las estadísticas haciendo "click" sobre cada una de ellas):
Estadísticas de Aaron Nimzowitsch sacadas de Chessbase.
Estadísticas de Alexander Alekhine sacadas de Chessbase.
Queridos amigos, añadimos hoy también a Steinitz y no cabe duda que los personajes del tomo I de Garry Kaspárov fueron gigantes del ajedrez y para este cronista, rememorarlos, de forma altruista, significa ¡TODO!; caiga quien caiga, por supuesto que la F.I.D.E., en peso, incluida (!?), pues siempre está en contra de la mediocridad.
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