martes, 31 de agosto de 2021

Lasker, Capablanca y Alekhine o ganar en tiempos revueltos (147)

Pasamos ahora a narrar parte de la biografía del 10º maestro, de un total de 21 ajedrecistas participantes, del Gran Torneo Internacional de Moscú de 1925, al objeto de ambientar, antes que nada, todas las partidas de dos de los tres héroes de este serial en aquel certamen, Capablanca y Lasker; pues como sabemos, Alekhine no participó en el mismo.

10) Akiba Rubinstein (1880-1961). Polaco.

Lamentablemente con su salud bien dañada, fue capaz de quedar 4º clasificado en el Gran Torneo Internacional de Londres de 1922 que hemos visto aquí, tras Capablanca, Alekhine y Vidmar.

Pero bien merece la ocasión, estimados lectores, por haber sido quien fue, seguir sus pasos desde aquel momento hasta este otro torneo moscovita de 1925.

Tras Londres, 1922, Rubinstein en aquel mismo año, obtuvo el 5º puesto en Teplitz-Schönau

 

y triunfa luego brillantemente en Viena, aventajando a Tartakower, Alekhine, Maroczy, Tarrasch, Reti y diez maestros más; terminando el año con un nuevo triunfo en Hastings.

En 1923, se vuelve a nublar su estrella (¡qué pena que tuviera que padecer tan negativamente las consecuencias de la I Guerra Mundial!) y su actuación es solo discreta, pues en Carlsbad tiene que contentarse con un modesto 12º puesto y en Marisch-Ostrau, sólo alcanza el 8º lugar.

En 1924 concurre al Torneo de Merano, donde se clasifica en 3ª posición.

Y llegamos así, a los albores de este año 1925 que aquí nos ocupa. Rubinstein conquista el 2º premio en Berlín; otra clasificación igual en Baden-Baden, precedido por Alekhine, pero delante de diecinueve de los mejores jugadores de la época. Por último, juntamente con Nimzowitsch, gana el Torneo de Marienbad y se clasifica 3º en Breslau.

En sus mejores días, en sus partidas podía apreciarse el amplio conocimiento que poseía de las aperturas, su genialidad para profundizar en los misterios del medio juego y sobre todo su refinada y exacta técnica en los finales, con gran virtuosismo en los de torres.

Queridos amigos, Caissa acompañaba entonces a muchos grandes maestros a cruzar otros mares de locura para que pudiesen estar presentes en los grandes torneos de la historia, en la actualidad, ya casi olvidados...


Angel Jiménez Arteaga
aarteaga61@gmail.com

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