Domingo 22 de mayo: de 11,15 h. a
12,00 h.
Juan Luis Jaureguiberry (sus
<<preguntas y respuestas>> se referenciarán en una de las
siguientes crónicas):
“Disfrutar de las matemáticas jugando con ajedrez (y II)”.
Volvió a presentar a este gran
ponente, el “Maestro de maestros del periodismo ajedrecístico internacional”,
Leontxo García, indicando que Jaureguiberry ha sabido aportar al campo de la
pedagogía el elemento “sorpresa”, debido a su gran formación y al conocimiento
global que tiene de utilizar el ajedrez como herramienta educativa en el aula.
Destacó Leontxo la gran virtud de
este ponente al partir de un tablero de ajedrez completamente vacío, para desarrollar
una amplia gama de componentes geométricos, todos muy instructivos, que logran
que el niño descubra “con gusto” el campo de las “Matemáticas”, carrera
universitaria ésta, ¡de mayor proyección de futuro!, incluso por delante del
Derecho (!?).
Empezó Jaureguiberry su última
ponencia indicando el gran “pensamiento esquemático” que desarrolla el Ajedrez Educativo y puso un ejemplo
ilustrativo para mostrarlo.
Colocó una torre dentro de un
tablero vacío, en un escaque concreto, para que la misma pudiese atacar
simultáneamente a 14 casillas distintas a través de un solo movimiento,
realzando que lo curioso es que en dos jugadas, se incrementa entonces el
número de casillas a las que puede acceder y es en este campo de los “números”
donde las matemáticas se desarrollan como portadoras del sentido que expresan
los mismos.
El sentido de los números
Puso otro ejemplo “reverencial”
cuando preguntó a los maestros docentes allí presentes una de las primeras
preguntas que también le hace a los niños, que saben contar, cuando les enseña
al comienzo un tablero de ajedrez vacío: ¿Cuántos
cuadrados hay en un tablero?. La primera respuesta es obvia… Todos dijimos
(además, con orgullo): ¡64!.
El tablero de Ajedrez
Pero cuando el ponente comenzó a
ofrecer a través de diapositivas un montón de figuras certeras, coloreando las
casillas con distintos “tamaños” de cuadrados posibles, entonces la “respuesta
unánime” fue la misma que la que le dan los niños: Cuadrados dentro… ¡hay un montón!.
¡Un montón de cuadrados dentro!
Aquí comenzó de nuevo el show Jaureguiberry para explicar con
gracia y con “precisión matemática” a la audiencia, que dentro de un tablero de
ajedrez no sólo hay 64 cuadrados, sino, atención, todos en total suman: ¡204
cuadrados posibles!.
De aquella curiosa conclusión,
Jaureguiberry comentaba que sensorialmente se debe recurrir a las matemáticas
como la herramienta humana más certera para ordenar el caos existente que reina
en el Universo. “¡Cuánto más penetramos
en la complejidad de la realidad, más matemáticas necesitamos!”,
aseveró.
Para revolver aquella pregunta
hay que articular las Matemáticas
como método exhaustivo, utilizando operaciones de traslación y haciendo que el Ajedrez Educativo sirva en ese campo
para unir lúcidamente la “aritmética” con la “geometría”, ¡ya desde un inicio!,
en la mejor de las enseñanzas posibles que se le puede ofrecer a un niño que
comienza a moverse en el mundo del saber.
¡Qué acertado se mostró
Jaureguiberry a la hora de desarrollar en gráficos el “pensamiento abstracto”
de las matemáticas!.
En la vida tenemos todos
(desgraciadamente) pocas oportunidades de ver en acción a grandes pedagogos
como este gran profesor de Matemáticas que ha estudiado Ingienería Mecánica y
Filosofía en su país, Argentina.
Jaureguiberry continuó su recital
sobre un tablero de ajedrez ofreciendo al público entretenidos ejemplos de
ángulos que se pueden formar sobre el mismo, al colocar determinadas piezas
sobre él y haciendo que alguna actuase de vértice entre otras.
Surgieron entonces las
definiciones clásicas de ángulos cóncavos y convexos y de ángulos agudos, rectos
y obtusos.
Aquello fue un auténtico recital
y una mera muestra de lo mucho que puede servir el ajedrez para desarrollar
convenientemente el análisis matemático en el alumno, desde sus comienzos (!? –
que significa jugada interesante en la jerga ajedrecística).
Pasó enseguida a mostrarnos cuál
es la “base del álgebra” al contar casillas que hay sobre un tablero de ajedrez
vacío por las diagonales impares para luego proceder a establecer relaciones
numéricas que las concretan eficientemente.
Continuó luego con los conceptos
de “simetría” y “rotación” que también se dan sobre un tablero de ajedrez.
Acto seguido volvió a valorar las
ventajas del tablero para enseñar “fracciones” a los niños tanto en modelos
continuos como discontinuos.
Indicó Jaureguiberry que hasta el
concepto de la “circunferencia” se puede explicar en un tablero gracias al
poderoso salto de un caballo:
Y terminó su charla hablando
también de la importancia que tiene el tablero a la hora de explicar y diseñar “figuras
geométricas en ¡tres dimensiones!”:
Fue sin duda una apasionante
ponencia que ilustró el valor pedagógico del ajedrez en el, de ese modo, “fabuloso” campo de las Matemáticas.
Crónicas anteriores:
(…Continuará)
Angel
Jiménez Arteaga
aarteaga61@gmail.com
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