jueves, 11 de febrero de 2016

José Raúl Capablanca: A Chess Biography – Miguel Angel Sánchez (XXIV)


Capítulo IX: El Campeonato del Mundo de 1921 (IX)

7ª partida. 2 de Abril de 1921
Blancas: Capablanca  Negras: Lasker

Comenzaba el mes de Abril y con ello lo que luego sería la 2ª parte del Campeonato, que terminaría en aquel mismo mes, como muy bien relata con todos los pormenores, Miguel Angel Sánchez, en su estupendo libro.

Capablanca tras ir con ventaja en el marcador, se mantiene firme y no corre riesgo alguno.

En realidad, el que estaba totalmente desconfiado (incluso antes de empezar a jugar el match-!?) era Lasker, cuya táctica no era más que familiarizarse con el juego del maestro cubano para ir poco a poco recobrando confianza en sí mismo.  

Pronto se firmaría el empate.

No podemos reprochar nada a Emanuel, porque él sabía que se estaba enfrentando contra um “monolito” gigante...

Así veía el "gran" Lasker a Capablanca


8ª partida. 3 de Abril de 1921
Blancas: Lasker  Negras: Capablanca

Capablanca fuerza un final donde su posición es inexpugnable. La partida se aplaza y ninguno de los dos bandos, habiendo analizado el cotejo durante las 24 horas anteriores a la reanudación, encuentran un método ganador, por lo que se firma el empate.

9ª partida. 6 de Abril de 1921
Blancas: Capablanca  Negras: Lasker

Lasker sorprende en la apertura a Capablanca y llegan a una posición que el cubano desconocía lo que le obliga a pensar un buen rato y a escoger luego la alternativa más segura.

Capablanca tuvo la virtud de resolver sus problemas sobre el tablero


Capablanca al final logra quedar mejor (!?) pero no encuentra forma alguna de poder ganar y se llega a las tablas.


10ª partida. 8 de Abril de 1921
Blancas: Lasker  Negras: Capablanca

Otro gran cotejo que de nuevo Kaspárov analiza en su gran tomo I de “Mis geniales predecesores”.

De lectura obligada para quienes quieran 
profundizar en la "noble" historia del ajedrez


Fue considerada como la mejor partida del match y una de las características que marcan muy bien “cómo” era el estilo de Capablanca.

Fue Lasker quién dijo con encomiable objetividad que el juego del maestro cubano a partir del 24º movimiento fue “fascinante”.



¡¡Antes habían caballeros!!. Hoy no. Hoy ningún ajedrecista (¡aún a sabiendas!) da su brazo a torcer…

Tras la apertura, Capablanca consiguió una posición más abierta y mucho más agresiva y la desarrolló bajo los postulados clásicos de “Steinitz” (!?).

Un clásico libro de Steinitz


A cambio del peón “d” aislado de las blancas, las negras tenían sus piezas un tanto obstaculizadas y luego llegó un cambio totalmente innecesario de Lasker que le privó de toda esperanza de lograr ventaja y poco después ya era el maestro alemán el que tenía que buscar las tablas.

Sin embargo el otrora campeón del mundo comienza un juego pasivo y evade la posibilidad de luchar por el empate.

Las negras logran el control de la columna abierta e intentan con suma maestría mejorar constantemente la posición de sus piezas y limitan la de las blancas, ¡al mismo tiempo!.



La posición se aplaza y Capablanca, en un final de torre y caballo por bando, fuerza la penetración de su torre en la séptima fila y termina ganando un peón y la partida se vuelve a aplazar, ¡por segunda vez! (antes no existía la palabra “stress” – favorita de la FIDE “mal dirigida” de Ilyumzhínov), en el movimiento nº 64 y con “buen criterio”, Capablanca la llevó finalmente al triunfo con ¡perfecta técnica!, que no dio a Lasker oportunidad de producir alguna de sus típicas complicaciones.

Este cronista, para poderla contar así, vió este cotejo esta mañana detalladamente en el parque, con la calma espiritual necesaria para congeniar “arte” y “armonía” (!?).

Ajedrez: Arte y Armonía desde la época de los Reyes Católicos


Sencillamante la partida fue impresionante y me obliga a parar la crónica aquí para “reflexión” general.

Lasker había quedado tocado en el quinto cotejo ¡que tanto nos llevó comprender!.

Ahora sencillamente había sido no tocado, ¡sino hundido!.

Sí, así quedaba el gran Lasker, “groggy”, totalmente obnubilado…

Viñeta de Wadalupe que refleja muy bien aquel momento


Esa partida hubiera restado energías a cualquier ajedrecista del mundo, tanto del pasado ¡como del presente! (y del presente, seguro; con lo “cómodos” que son muchos...).

Los aficionados cubanos en aquellos días estaban sencillamente viendo ¡¡al mejor!!:

(Para escuchar la canción haga click encima):


 
(Continuará…)
Angel Jiménez Arteaga