Me place comunicar la colaboración en este blog del maestro argentino Nicolás Capeika Calvo, autor de uno de los libros de ajedrez más bonitos que yo jamás haya leído y que recomiendo fervorosamente a nuestros lectores:
“MIGUEL NAJDORF: EL HIJO DE CAISSA. ¡Conozca la magia del ajedrez!”
Una reseña de novela de quien tuvo una vida de novela, con una selección de sus mejores partidas, incluyendo fantásticos análisis de Alexánder Alekhine (léase por favor, Aliejin), Max Euwe, Gideón Sthalberg, P. Romanovsky, David Bronstein, Oscar Panno, Luis Palau, Arnoldo Ellerman, Savielly Tartakower y J. Dumont, Hans Kmoch (que tras preguntar personalmente a Alekhine (Aliejin) enseñó al mundo que el nombre del gran campeón se pronuncia en castellano “únicamente” de esta manera), Carlos Skalicka, Bernardo Wexler, Harry Golombek, Manuel Melamedoff, Guillermo Puigrós y Miguel Czerniak, entre los numerosos maestros que ilustran esta obra, sin olvidar los soberbios comentarios y análisis del mismo Don Miguel!.
Se incluyen en esta obra los triunfos de Don Miguel a Campeones Mundiales: Alekhine (no documentada), Euwe, Keres (Campeón sin corona), Botvinnik, Tal, Petrosian, Spassky y hasta el genial Bobby Fischer y la famosa exhibición de 45 partidas a la ciega (récord mundial).
Constituye todo un orgullo para este blog tinerfeño la inclusión en el mismo de este tipo de crónicas que engrandecen al juego-ciencia!.
Angel Jiménez Arteaga.
EL LEGADO AJEDRECÍSTICO DE JORGE RIVEIRO (PRIMERA ENTREGA)
Hace un tiempo atrás falleció mi querido maestro y amigo, Jorge Riveiro. Era un gran autodidacta del ajedrez, con numerosas ideas propias muy originales, y un talento verdaderamente poco común. Había sido artista plástico, pero no pudo evitar ser cautivado desde su más tierna infancia por Caissa, la musa inspiradora de los ajedrecistas. Cuando jugaba un torneo solía odiar profundamente a sus rivales durante la partida, y no lo disimulaba. Aquellos que no lo conocieron bien solían tildarlo de soberbio y de antipático, pero sucedía que en realidad Jorge Riveiro sabía muchísimo de ajedrez, y eso a veces incomodaba bastante. Era muy terminante en la valoración de determinadas posiciones, con la seguridad de aquel que había llegado a comprenderlas con una gran profundidad. Lo conocí gracias al maestro y amigo Enrique Moszer, cuando me encontraba buscando material sobre la Defensa India de Rey. Moszer me dijo: “Si querés saber algo sobre la India de Rey, no dejes de preguntarle a Riveiro. Es el que más conoce sobre el tema.” Y tenía razón. En mi libro “Miguel Najdorf, el hijo de Caissa” pueden apreciarse los profundos conocimientos de Riveiro sobre esta línea de juego, en la página 86 refutando al genial Campeón Mundial Alekhine, y en la página 459 ampliando una valoración del Gran Maestro Najdorf. Era sumamente didáctico para transmitir los conceptos sobre el juego, una facultad que es poco frecuente en los maestros de ajedrez. Al final de su vida quedó al borde de la ceguera, y en la más profunda pobreza. Ya no podía pintar más, y vivía durmiendo en los cafés como un mendigo. Pese a ello seguía siendo todo un bohemio, mantenía su orgullo, y seguía jugando maravillosamente bien al ajedrez, ya que podía hacerlo naturalmente en la modalidad “a la ciega”. Algunos amigos le insistíamos mucho para que se operara; también el oftalmólogo y ajedrecista Espinoza se ofreció a atenderlo, pero era muy reacio a tratarse. Finalmente se operó, y tuve una gran alegría cuando lo saludé en la Confitería Richmond. Riveiro me dijo: “Capi, ahora puedo verte”. Pero lamentablemente, el entusiasmo nos duró poco a todos. Su delicada salud evidentemente ya estaba muy deteriorada, y ahora debe estar seguramente jugando un gran torneo el cielo junto a Mosquera, Benzaquen, Corte, Zobral, Monasterio, Robledo y el viejo Najdorf. Ojalá que se pueda organizar un gran torneo en nuestro querido país para que podamos recordarlo aquellos que nos encontramos todavía “de este lado.”
Lamentablemente la gran mayoría de las partidas de Jorge Riveiro se han perdido (a él se le había roto la computadora en donde tenía una gran base de datos y material), pero él no se fue sin dejarnos una valiosa huella. Yo pude llegar a anotar tenazmente algunas de sus enseñanzas que considero muy importantes; gracias ello puedo compartir ahora con ustedes la brillante visión estratégica del querido maestro, en un tema muy poco conocido y nunca publicado en los libros de ajedrez: la lucha estratégica por las casillas de un mismo color (¡apenas si encontré un breve comentario de David Bronstein sobre este importante tema!). Y usted se preguntará: ¿y esto qué quiere decir? Significa que en algunas posiciones, la debilidad está determinada por las casillas de un mismo color, y el bando que observa y explota dicha debilidad adecuadamente, puede obtener una ventaja decisiva que le permite ganar el encuentro.
Riveiro siempre explicaba este tema mediante dos partidas modelo, que nos permiten su clara comprensión. Son ambas partidas muy conocidas, y probablemente usted ya las haya visto hasta el cansancio, pero yo le aseguro que en ningún libro de ajedrez se encuentran comentadas con las brillantes enseñanzas estratégicas de Riveiro. Han sido desde siempre admiradas por su gran espectacularidad, pero nunca comprendidas adecuadamente desde el punto de vista estratégico.
Usted ahora podrá realmente apreciar la verdadera lucha que sucedió en ellas. En la primera se produce una pelea por las casillas de color blanco, y en la segunda tenemos un combate por las casillas de color negro. Y luego finalizamos con una bella producción en el romántico estilo combinativo del maestro Jorge Riveiro, en la que él consideraba su mejor partida. Ahí va:
Morphy, Paul Charles vs. Duque de Brunswick y Conde Isouard
París, 1858 - Defensa Philidor.
1. P4R, P4R
2. C3AR, P3D.
Esta última jugada de las negras, caracteriza la defensa Philidor, una defensa levemente inferior, pero muy sólida. Las negras sólo se han limitado a defender su peón atacado, y han abierto también una línea para el alfil de casillas blancas, pero también se han obstruido gratuitamente la salida de su alfil de casillas negras. Además, las negras tampoco han desarrollado todavía ninguna pieza.
3. P4D, A5C?
Un error, que evidencia que el negro no entiende absolutamente nada de la posición. Se debió jugar 3….C2D sosteniendo el peón, si bien quedan las negras con una posición restringida. El razonamiento que hicieron las negras es el siguiente: “Me están atacando dos veces mi peón negro de 4R con dos piezas: el peón blanco de 4D y el C blanco de 3AR. Lo tengo solamente defendido por mi peón de 3D. Si no hago nada, perderé por nada mi peón. Pero, ¡un momento! Si yo clavara con mi alfil blanco al caballo de 3AR, éste no podría moverse porque detrás se encuentra la dama blanca, y anulo así la presión que dicho equino ejerce sobre mi peón de 4R. ¡Es evidente que ésa debe ser la jugada correcta! Sí, moveré 3….A5C.”
Pero todo esto es un razonamiento totalmente equivocado.
¿Por qué es un error la salida del alfil? No es por el postulado dogmático “deben salir los caballos antes que los alfiles” como generalmente se dice, sino que se trata en realidad de un problema mucho más profundo, que bien pronto se pondrá en evidencia.
4.PxP! ¡La refutación del error de la última jugada del negro! Esta jugada obliga a las negras a un juego forzado, que pronto apreciaremos.
4….AxC. Evidentemente, esto es obligado, dado que no se podía 4….PxP, porque las blancas primero cambiaban las damas mediante 5.DxD+ sacando así a su caballo de la clavada, y prosiguiendo luego de 5…RxD, con 6.CxP; quedando entonces las blancas con un peón de más y una posición claramente superior.
5. DxA, PxP
¿Y ahora? Aparentemente las negras ya habrían solucionado todos sus problemas. El material cambiado es equivalente (un alfil por un caballo, y un peón por cada bando), y evitaron además perder su peón.
Sin embargo, la posición de las negras está ESTRATÉGICAMENTE PERDIDA. ¿Porqué? Se preguntará usted. La clave está en la posición del peón negro de 4R. Si este peón estuviera apenas un escaque detrás (en 3R) la posición de las negras sería totalmente defendible, pero debido a que se encuentra en la casilla 4R, la posición negra está claramente inferior.
¿Por qué? Se preguntará usted. ¿Cómo puede ser que la ubicación de un simple peoncito sea tan importante?
La respuesta es la siguiente, y preste mucha atención, ya que es la clave para el tema que estamos tratando: Las negras han cambiado su alfil de casillas blancas por un caballo rival. Esto no sería grave, si pudieran colocar a sus propios peones en las casillas blancas del alfil desaparecido. Los peones entonces custodiarían las casillas de color blanco, y el alfil que han conservado custodiaría las casillas de color negro, con total libertad. Pero sucede que los peones de 3D y 4R se encuentran en casillas de color negro, debido a lo cual, el alfil negro se ha transformado en un peón con mucha vitamina, y las negras se encuentran llenas de “agujeros” en las casillas de color blanco, las cuales han quedado totalmente sin custodia. La posición está estratégicamente ganada por el blanco. Veremos ahora como se define esta situación.
6.A4AD! Amenazando un mate “seco” en 7AR, desarrollando una pieza y ocupando las casillas blancas desguarnecidas. ¿Qué más se le puede pedir a una sola jugada?
6. … C3AR. Desarrollando una pieza y parando la amenaza.
7.D3CD! Una de las pocas veces en que está permitido mover dos veces la misma pieza en la apertura. La justificación se encuentra en la debilidad permanente del bando negro de sus casillas blancas. La jugada implica una doble amenaza: 8.AxP+, el rey negro se mueve y se da mate con la dama blanca en la próxima movida, y a la vez se está amenazando 8.DxPC, seguido de 9.DxTD si las negras lo permiten y no hacen nada.
Observe la doble amenaza de las blancas: ¿por qué casillas de qué color se producen? ¡Por casillas de color blanco! Las negras deben ahora parar en una sola jugada, el doble ataque blanco sobre los puntos 7AR y 7CD.
7….D2R Única para poder parar ambas amenazas. Se le da un escape al rey, y a la vez se evita 8.DxPC, ya que en ese caso se proseguiría con 8….D5C+ obligando a las blancas a cambiar las damas y salvando así a la torre dama negra, si bien a cambio de un peón que se pierde: el peón negro de la columna caballo dama.
8. C3A! Mucho mejor que ir a la burda ganancia del peón con 8.DxPC, ya que ahora se desarrolla una nueva pieza, y la desventaja estratégica del negro se acentúa aún más. La amenaza en 7CD aún subsiste, dado que el caballo blanco de 3AD impide la jugada salvadora negra …D5C+.
8….P3A, para evitar futuros saltos del caballo en 5D, y protegiendo a la vez al peón de 2CD atacado.
9. A5CR …
Desarrollando una nueva pieza, y clavando a la única pieza menor desarrollada de las negras.
9. …. P4CD?
Esto es un nuevo error, pero la posición negra ya es desesperada. ¿Qué jugar? No se puede 9…C12D debido a que cae el peón caballo dama; y las blancas amenazarían 10.AxC obligando a las negras a recapturar con el peón (si lo hicieran con la dama les caería el peón caballo dama negro) y quedándose con una estructura de peones horrible, dado que la dama negra está atada a la defensa del peón caballo dama.
Es comprensible el deseo de las negras de querer “achicar” el amplio desarrollo de su rival y liberarse de la defensa de dicho peón, pero esto también será severamente castigado.
¡Y el castigo vendrá justamente, a través de las casillas blancas!
10. CxP! ¡Sacrificio en casilla blanca!, PxC
11. AxPC+ ¡Nuevo ataque en casilla blanca!, CD2D
12. O-O-O! ¡Nueva presión sobre el escaque 7D blanco, ahora con la torre!
12. … T1D defendiendo la amenaza, pero ya es inútil.
13. TxC! ¡Nuevo sacrificio en la casilla blanca 7D!
13…..TxT
14. T1D La pieza que faltaba viene ahora para definir la lucha. La clavada del alfil blanco por casillas blancas es mortal.
El caballo negro también está clavado porque entonces se perdería la dama, por eso las negras quisieron salvarse mediante
14…. D3R liberando al caballo antes clavado, pero sucedió que
15. AxT+! ¡Nuevo ataque en casilla blanca!
15….CxA
16. D8C+! (Para poder desviar al caballo de su casilla blanca), CxD
17. T8D mate.
Paradójicamente y como una burla del destino, las blancas dieron el mate en una casilla de color negro, pero sucede que el rey negro lo recibió ¡en una casilla blanca!.
Nota por Nicolás Capeika Calvo
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