Seguimos observando las puntualizaciones sobre el estilo de Capablanca, que según Alekhine, le llevaron a perder el título de campeón del mundo.
Lo que sigue, me resulta muy interesante, porque también demuestra el bajísimo nivel actual de la super-élite del ajedrez cuando abusa del juego rápido, con el beneplácito de la F.I.D.E. (Federación Internacional de Ajedrez) y de los medios de comunicación ajedrecísticos especializados, que sólo piensan en comer del pastel (??) - ¡TODO UN REGALO ENVENENADO GRIEGO! -, perdiendo claramente con ello su obligatoria objetividad informativa al ponerse a comentar partidas productos del azar (¡ESO NO ES AJEDREZ!) como son "todas las rápidas" y provocando que esos mejores ajedrecistas actuales incurran en los mismos errores convertibles en crónicos, también cometidos entonces por Capablanca, según nos manifestó el campeón francés de origen ruso en su magnífico libro sobre el Gran Torneo Internacional de Nueva York de 1927.
Dijo Alekhine: "Como norma en el trabajo creativo de Capablanca (aplíquese lo mismo a Carlsen al jugar tanto blitz-en cualquiera de las versiones que existen-) se puede observar con los años un descenso en la inmersión de los detalles de la posición basado en su imperturbable (hablo de los años anteriores a Buenos Aires, 1927) creencia en la infalibilidad de su intuición" (N.d.l.r. sobre la intuición: ¡Es lo único que existe en el blitz!, pues el poco tiempo disponible hace imposible el cálculo metódico, destruyendo por tanto, el ajedrez, con el cruel beneplácito de todos sus actores, aquí ya mencionados).
Sobre las <segundas mejores jugadas> (como en el blitz, que incluso según se acorta el tiempo de reloj disponible hasta suelen ser terceras, cuartas o quintas jugadas, que seguro que ya no serán mejores, sino también peores jugadas) continuaba Alekhine con su lógica lucidez intelectual: "A través de esta impunidad, Capablanca (como Carlsen hoy) se independizó de la constante concentración durante el juego, que por sí sola puede dar protección absoluta contra posibles errores elementales".
Concluía el maestro francés indicando sobre Capablanca (igualito que hoy con Carlsen), "además de un pensamiento estratégico mentalmente perfecto (como Carlsen), su praxis (también como Carlsen con tanto estúpido juego rápido) en el último año mostrara con relativa frecuencia casos de dejación en la victoria, o simplemente de oportunidades tácticas más favorables" (lo que hace que Magnus Carlsen totalmente descentrado hoy, pueda ganarle al azar a cualquiera como también perder con cualquiera, ridiculizando el mundo del juego-ciencia, desde la óptica verdadera, que es sin lugar a dudas, la de Alekhine en 1927 y aquí la mía, un simple pero gran aficionado al juego-ciencia y lleno de gran cultura ajedrecística, posiblemente de los mejores sabios en "historia del ajedrez" de todo el mundo).
Y Alekhine enfatizó todos estos errores de bulto del genio cubano sugiriendo ver, como ejemplo clarificador de todo lo dicho, la partida Yates-Capablanca, Gran Torneo Internacional de Nueva York (20), 1924, Tablas en 29 movimientos.
Sobre la actitud del maestro británico Frederick Yates en esta partida que vamos ahora a seguir, así como la de los demás maestros que se enfrentaban entonces a Capablanca; Alekhine también fue muy crítico en su pensamiento, que hay que entenderlo desde el punto de vista de que fue sólo él quien pudo vencer en un "match serio" al genio cubano (!?):
"Lo más triste, en realidad, era que con este sistema de trabajar con las <segundas mejores jugadas> (insisto, como hoy también hace ya Carlsen) le bastaba casi sin excepción porque en la mayor parte de los casos hallaba una resistencia poco menos que inútil, en un sentido posicional" (N.d.l.r.: Hoy en blitz ésto no se aplica, porque en realidad todos los participantes de la super-élite en este nivel de juego rápido actúan bajo la misma premisa del poco tiempo para pensar, pareciéndose también todos, evidentemente, a cochitos locos de feria, estrellándose unos contra otros, lo que convierte el asunto en algo muchísimo peor que antes. Así lo han querido todos y cada uno de los ineptos componentes de esta nefasta F.I.D.E. actual).
Pasemos pues a comparar todas las "brillantes" apreciaciones alekhinianas en esta partida señalada con Yates:
Capablanca en una posición igualada dio el primer síntoma de "fallo técnico":
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