El libro que escribió titulado LUCHA, lo define muy bien. Con su gran espíritu deportivo, Emanuel Lasker "asustaba" a sus rivales (!?). Así consiguió imponerse en un lucido final de torres al combinativo maestro austriaco Rudolf Spielmann, en la 17ª ronda del Gran Torneo Internacional de Moscú de 1925, pese a que éste último partía de una posición de tablas.
La partida Lasker-Spielmann, (17), 1-0 en 43 movimientos, fue analizada por Bogoljubow, Khalifman y luego apareció también con comentarios en los libros biográficos sobre el eminente maestro alemán escritos por Hannak (que puso los análisis de Bogoljubow del libro del torneo), Nunn (que analizó dicho final de torres) y Marin que colaboró en el gran legado biográfico que se está gestando en la actualidad sobre el Dr. Lasker y en este caso en concreto, en su tomo II - (dirigido por Forster, Negele y Tischbierek), donde también comentó profundamente el enfrentamiento.
Una cosa, estimados lectores, es tener la partida igualada y otra bien distinta es finalizarla en empate.
Veamos los cálculos realizados sobre la misma por los módulos informáticos "Dragon 2.5 by Komodo Chess" y "Stockfish 14", al nivel de análisis táctico de 180 segundos por jugada, que estoy seguro que Lasker lo pondría como imperativo necesario para realizar una buena partida de ajedrez (¡nunca con menos tiempo!):
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