Capítulo XI : Deslices en la cumbre (VI)
El Torneo de Nueva York 1924 (III)
Aquella derrota de la quinta
ronda con Richard Reti, ¡la primera en ocho años!, sorprendió hasta al mismísimo
Capablanca, pues de todos sitios le llegaron noticias de la “admiración” que la
misma había causado en el mundo entero.
Todos los medios de comunicación
la propagaron y muchos deseaban ver la manera en que se había producido.
¿Cómo era posible que el idilio
tan grande de José Raúl con la mítica reina Caissa,
se hubiera interrumpido así de repente?.
Pronto, el bueno de Capa
recibiría una señal de aquella mítica
musa inspiradora del Ajedrez Universal que admitía que la unión sentimental entre
ambos había sido lo “más bello” que había tenido durante todo su reinado, a lo
largo de la entonces ya dilatada historia del mundo del tablero ajedrezado:
Caissa
Este cronista también manifiesta
algo muy certero al respecto. Después de aquello, nunca nadie fue capaz de
batir este impresionante “registro” de José Raúl Capablanca, lo que le hizo
entrar por la puerta grande de los mejores ajedrecistas de todos los tiempos
(!?).
6ª rueda – 23 de Marzo de 1924 - Descansó Efim Dimitrijewitsch Bogoljubow
-
Emanuel Lasker-Edward Lasker: ½-½ .
Apertura Española, Variante
Chigorin. El norteamericano ofrece un sacrificio de peón. El alemán lo acepta y
en las complicaciones posteriores logra imponer posicionalmente su ventaja
material, hasta lograr una posición ganadora. No acierta y la partida desemboca
en un final donde tras el cambio de damas, la posición ahora debería ser
ganadora (aunque difícil) para Edward Lasker.
Tras muchas escaramuzas se llega
a un final “llano” de “torre y peón” para el norteamericano y “un solo caballo”
para el alemán, pero el mismo no puede ser ganado por las raras y a su vez
curiosas circunstancias que se dieron; llegándose a firmar las tablas tras ¡103
movimientos!. Contrariamente a lo que habíamos visto con Emanuel en Cuba en el
año 21, parecía que aquí en Nueva York, en 1924, ya no existía el cansancio
para él (!?).
Alekhine-Janowski: 1-0.
Tras una apertura irregular
elegida por Janowski ante el peón de dama de Alekhine, las negras enrocaron
largo, concediendo al adversario un objetivo de ataque directo debido a la
desafortunada posición de sus piezas. Alekhine se sintió entonces como “pez en
el agua” y terminó imponiéndose entonces a su ingenioso rival.
Decir a todos que Janowski era un
jugador muy original que incluso ofrecía posiciones divertidas hasta ¡cuando
perdía!.
Mañana me llevaré el libro de
Janowski al parque en mi jornada ajedrecística matutina (!?).
Capablanca-Tartakower: 1-0.
Primera victoria de Capa ante el
entonces lider del torneo. La llamada
interior de Caissa había impregnado de fuerza el ánimo del maestro cubano
que ante una Defensa Holandesa nos brindó un bonito ejemplo de precisión matemática
y de técnica superior, en un precioso final de partida, con sacrificio de
material incluido y en donde los peones negros caerían luego como fruta madura.
Clasificación:
Lasker, 3½ puntos (con una
partida menos).
Alekhine 3½ (con una partida
menos).
Capablanca 3.
Tanto Tartakower como Bogoljubow
(este último también con una partida menos) seguían también con 3½ puntos
comandando la clasificación.
Se produjo entonces un día libre,
para continuar con las posibles partidas aplazadas y pasamos pues a la
siguiente jornada.
¡Qué torneo más bien hecho!.
¿Cómo es posible que hoy en día los organizadores hagan las cosas tan mal?.
¡Qué falta de cultura ajedrecística!. Que me perdonen la expresión: ¡Qué
totorotas!...
7ª rueda – 25 de Marzo de 1924 - Descansó Savielly Tartakower -
Maroczy-Lasker: 0-1
Decir antes dos cosas. La primera
me parece curiosa y altamente recomendable. Este cronista, mientras escribe con pasión estas reseñas se “entrena”
jugando contra su máquina preferida, la Novag Sapphire II en el Universal
Electronic Chess Board, al máximo nivel de juego, el de los “auténticos”
campeonatos del mundo, es decir, el de 40 jugadas en 2 h 30’ ¡sin finish!; pero
con la particularidad de que yo me acerco al tablero y juego rápido y en caso
de equivocarme, rectifico la posición dándole marcha atrás y volviéndola a
jugar; así hasta que gano o le hago tablas. ¡Cómo podréis imaginar, las
partidas duran días y a veces, varias semanas!. Una manera eficiente de
entrenarme a ajedrez serio, por la falta de tablero que tengo, una vez que he
vuelto recientemente a la competición tinerfeña tras haber estado alejado de la
regularidad competitiva (por motivos
profesionales) más de 35 años (!?).
Y la segunda, es, hablando de
campeonato del mundo, que esperamos que la “heroína” (en el mejor sentido
deportivo de la expresión) china, Hou Yifán; nuestra jugadora de élite favorita
y ¡gran fan! de Bobby Fischer, gane el mundial que comienza el miércoles ante
la actual titular, la GM ucraniana, Mariya Muzychuk.
¡Lo único que le pido a Caissa es
que la resolución del campeonato sea dentro de las 10 partidas “serias”
programadas y que no haya que recurrir a niveles rápidos de desempate, más
propios del juego de las Damas que del Ajedrez de alta competición.
Prosigamos:
El cotejo Maroczy vs Lasker fue una Defensa Francesa, Variante del Avance
(por trasposición). Las negras atacaron por la columna alfil de dama “abierta”,
mientras que las blancas intentaban asaltar al rey enemigo enrocado en el
flanco de rey, pero sus piezas no estaban del todo bien ubicadas, tras lo cual
Lasker se impuso con maestría.
Alekhine-Marshall: ½-½
Tras una leve superioridad
obtenida tras la apertura, Alekhine aumentó su ventaja con una bonita
combinación en el medio juego. En realidad este tipo de comportamiento de estar
siempre “combinando” es lo que hace que Alekhine forme parte también de mis
trilogías sagradas de grandes reyes del tablero. Su forma de comentar las
partidas, tan espeluznante, tiene que ver mucho también, porque era un ¡trabajador
nato! en el desarrollo del arte del análisis.
Este libro escrito por Alekhine
que estamos reseñando es precioso y altamente recomendable.
Gracias a Miguel Angel Sánchez
que nos guía “ordenadamente” por el sendero
capablanquiano, podemos ahora también pararnos un tiempo con él.
Imagen del facebook de Miguel Angel Sánchez
Varias imprecisiones cometidas
por el campeón ruso le hicieron perder todo el logro obtenido.
Marshall hasta quedó entonces superior,
pero en las complicaciones, tampoco acertó con el mejor plan (y eso que estaba
en su elemento-!?). Por todo ello, las blancas consiguieron para su dama nuevas
casillas en el flanco izquierdo y tras aguda lucha, la partida terminó en
tablas.
Capablanca-Yates: 1-0.
De nuevo el campeón del mundo
desplegó todo su arte en el desarrollo de esta partida.
Tras la apertura, Alekhine
jocosamente comentaría en su libro: “Algunos
afirman que el juego de Capablanca es demasiado ¡seco!. Su planteo de la
partida (con excepción de la sexta movida, no muy exacta) aparece tan pleno de
genialidad de su juego posicional, que todos los jugadores
<<hipermodernos>> sólo podrían envidiarlo”.
¿A quién, queridos lectores,
aplicarían también esta cita en la actualidad?. ¡A nuestro admirado Magnus Carlsen!... ¿verdad?.
Tras una excelente maniobra
ganadora la partida entró en un final que Capablanca condujo al éxito con su
famosa precisión.
Clasificación tras esta 7ª rueda:
Dr. Lasker, 4½ (con una partida
menos)
Alekhine, 4 (con una partida
menos)
Capablanca, 4.
A los perseguidores del lider
Lasker, se le unió Richard Reti (también con una partida menos), que había
perdido con Bogoljubow; había hecho tablas con Marshall y con Maroczy y tras
haber ganado a Capablanca en la quinta ronda, estaba pletórico (¡y no era para menos!) y había logrado vencer posteriormente
a Yates y a Edward Lasker.
El torneo a estas alturas tenia
una “media” de jugadas realizadas por partida de 46 movimientos, lo que
mostraba un ¡gran espíritu de lucha! entre los contendientes.
Ponemos seguidamente el resultado
de todas las partidas disputadas y la clasificación parcial de todos los
ajedrecistas participantes:
(Para agrandar, haga click dentro de la imagen):
(Continuará…)
Angel Jiménez Arteaga
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