El primer capítulo del libro de
la editorial McFarland & Company, Inc., Publishers se titula “La
Habana: Eldorado del Ajedrez”.
En efecto, ya desde mediados del
S. XIX la ciudad de la Habana era ampliamente conocida en el mundo por su
tremendo furor social y cultural y el ajedrez, evidentemente, tampoco iba a
pasar en aquellos “mágicos” momentos de esplendor, desapercibido.
El autor Miguel Angel Sánchez
encuentra el supuesto primer problema de “mate en tres” que se publicó en Cuba,
aparecido en la Revista de La Habana
el 15 de Marzo de 1854.
Un gran hito para Cuba y sus
acaudaladas huestes ajedrecísticas supuso la visita del gran Paul Morphy a la
isla en Octubre de 1862, donde juega con Félix Sicre (1817-1871), el mejor
jugador cubano de entonces y luego “a la ciega” también se enfrenta a José
María Sicre, un joven esclavo negro que había aprendido los secretos del
ajedrez observando jugar a su “amo”, precisamente la figura anterior, el flamante
campeón Félix Sicre (!?).
También destaca la victoria dos
años más tarde, en 1864, de Celso Golmayo Zúpide (1820-1898), natural de
Logroño (España), sobre el propio Paul Morphy, en la segunda visita del genio a
Cuba; eso sí, dándole Morphy la ventaja del caballo de dama antes de empezar la
partida (!?), algo muy común en las exhibiciones de entonces.
Celso Golmayo Zúpide
Celso Golmayo Zúpide era Fiscal
del Tribunal Contencioso de La Habana y fue padre de Celso Jr. y Manuel,
quienes también destacaron en ajedrez (!?).
Y decimos todo esto porque, sobre
todo, Manuel Golmayo de la Torriente (1883-1973), su segundo hijo, ha sido uno
de los grandes ajedrecistas que ha dado la historia del ajedrez español, proclamándose
primer Campeón de España en 1902, con motivo de la coronación del Rey Alfonso
XIII y durante muchos años apenas fue inquietado en el territorio español,
hasta la década de los treinta cuando surgió el Dr. Ramón Rey Ardid.
Miguel Angel Sánchez entre otras
muchas cosas reseña en este capítulo el encuentro en Philadelphia entre el
cubano Dionisio M. Martínez y Wilhelm Steinitz en 1882, que llegaron a jugar
dos matches; así como otro que también pudo disputar Martínez contra el que
luego sería primer retador oficial de la corona mundial, Johannes Zukertort
(!?).
Wilhelm Steinitz
Desde la distancia, Martínez (que
fuese el primer Presidente del Franklin
Chess Club) se encargó de transmitirle a Steinitz las ansias que habían en
Cuba de toda la gente acaudalada de la época por verle jugar allí (!?).
Poco tardó el gran Stenitz en plantearse
acudir a la cita habanera y ya recordaba al que pensaba sería su primer rival
de envergadura en la isla, el propio Celso Golmayo Zúpide, porque había competido
contra él en el Torneo Internacional de
París de 1867 celebrado con motivo de la Gran Exposición Universal
(Haga click en la imagen para ver el cuadro de clasificación):
y días más tarde, incluso Steinitz llegó
a perder contra Golmayo en una partida informal de entonces, celebrada en el
famoso Café de la Régence, del que
este cronista realizó hace un tiempo un gran artículo sobre el mismo y que
merece la pena ser aquí, de nuevo rescatado, para la ocasión:
Resultó ser que en 1883 Steinitz
¡por fin! visitó Cuba y pudo desquitarse fácilmente de Golmayo en un match,
ganándole 8 partidas y perdiendo sólo 1.
Entre las grandes visitas de
otros fuertes ajedrecistas a la Habana, destacan, dos; las efectuadas entre
1887 y 1891 por el británico Joseph Henry Blackburne (1841-1924), conocido como
“la muerte negra” con una mezcla de
juego de cálculo metódico y de imaginación desbordante
Blackburne
y la del estadounidense
de origen escocés, el capitán George Henry Mackenzie (1837-1891), cuya vocación
militar también la desarrolló muy bien sobre el tablero,
Capitán Mackenzie
aparte de ser un gran
comentarista de ajedrez, según estamos apreciando con auténtico placer en la
serie que este cronista describe “minuciosamente” del “Primer Campeonato del Mundo
Oficial” entre Steinitz y Zukertort de 1886, que comienza con el siguiente
artículo:
Así, llegaría por fin el gran
momento esperado.
El “súmmum” de Eldorado
ajedrecístico cubano.
Una auténtica mina de oro para el
ajedrez de todo el planeta se reflejaría no una, sino ¡dos veces!, en los
grandes enfrentamientos por la corona mundial disputados en La Habana entre
Steinitz y Chigorin, éste último el llamado “padre de la escuela rusa”, uno jugado
en 1889 y el otro en 1892; los cuales algún día también cubriremos con detalle.
Chigorin y Steinitz, dos rivales de envergadura
Estas historias y muchas más… las
cuenta perfectamemte Miguel Angel Sánchez en este primer capítulo del libro (de
un total de dieciocho, con dos apéndices adicionales).
El autor Miguel Angel Sánchez en el centro de la imagen
dedica su libro a sus madres Estela y Elisa.
A sus hijos Victoria, Christian y Mickey.
Y a su esposa Amalia que aparece en la foto sentada junto a él
y que pasó muchas horas investigando
también para la elaboración del libro
en las librerías de Buenos Aires, Panamá y Nueva York.
Sin duda, toda esta evolución
ajedrecística fue el perfecto “caldo de cultivo” para que en 1893, sólo un año
después de acabado el segundo gran enfrentamiento por el título mundial, un
niño cubano de todavía cuatro años, fuera llevado de la mano de su padre al Club de Ajedrez de La Habana, donde a un
reputado rival de entonces le fue imposible derrotarle, dándole de entrada la ganancia
anticipada de la dama para compensar la teórica superioridad… que el muchacho
la aceptó con “ingenua” simpatía, conservando luego “limpiamente” su ventaja
material mientras se movía con alegría en una silla llena de cojines para que
pudiera alcanzar a ver la mesa de juego:
El niño Capa aparece aquí jugando con su padre José María
(Si desea reproducir la partida que sigue o descargarla, haga click aquí):
Iglesias,R - Capablanca,José Raúl
La Habana odds 17.09.1893
(Haga click en el enlace que sigue):
(Continuará…)
Angel Jiménez Arteaga
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