Por fin llegó el día de Reyes en España. Os prometo que
no dormí de la emoción en toda la noche anterior, la del 5 de Enero. ¡Y tengo
54 años!.
Desde que en 1971 cumplí los
diez, todos los años ¡sin falta!, ha habido algún regalo relacionado con el
ajedrez en casa.
Fue a raíz del boom “Bobby Fischer”. Recuerdo que aquel
año me regalaron un tablero de ajedrez con los bordes de madera y piezas
también de madera… . Ahí empezó mi “noble” cariño por el “noble” juego-ciencia.
Este año deseaba más que otro
poder empezar a leer la fabulosa “nueva” biografía que los Reyes Magos de
Oriente me han dejado (!?) sobre uno de mis “grandes” divos, yo creo que el más
idolatrado junto a Bobby Fischer!.
Se trata del libro “José Raúl Capablanca, A Chess Biography” de la eminencia cubana, Miguel Angel Sánchez.
Mi propio libro.
Lo primero que me llamó la
atención fue que el régimen cubano decidiera apartar a Sánchez de la vida
cultural y por ello “intelectual” de Cuba.
“El necio vanidoso es el peor enemigo del intelectual”, dijo Miguel de Cervantes, el número uno de
los intelectuales del mundo, ¡de todas sus épocas!.
Miguel de Cervantes y el Quijote.
Yo a un país lo mido por cómo se
encuentra su gente viviendo en él. Miren. Yo soy un ciudadano de izquierda
“pura” y no soporto ver lo que ocurre en países como Cuba y Venezuela.
Sus “pobres” ciudadanos viviendo
en la ¡miseria!. ¡Madre del amor hermoso!. ¡Qué venga Dios y lo vea!. No tengo
más nada que decir al respecto, sólo que si yo fuera dirigente de esos países
sentiría vergüenza por partida doble, “propia” y “ajena”.
En realidad yo he sentido
vergüenza “ajena” por mucha gente que me ha rodeado a lo largo de mi vida. De
eso, afortunadamente, me vanaglorio (!?). Creo que el tiempo pone a cada cual
en su sitio y hay muchas personas a las cuales veo (afortunadamente) ya en su
sitio.
He estado pensando cómo voy a
escribir de la primera impresión que me causa el libro.
Sin duda, luego, me lo voy a leer
todo; pero con calma. Lentamente…
Voy a elaborar varios artículos
sobre él. ¡No sé ni cuántos!.
Este es el primero.
Y sólo voy a comentar algo.
El libro es de tapa dura. De la
prestigiosa editorial McFarland &
Company, Inc., Publishers. Es de color “verde” esperanza (!?).
El genio murió. Pero su vida sigue.
Su legado (!!). Su historia queda bien contemplada en el mismo. Tiene 553
páginas. ¡Y está lleno de fotos y de partidas históricas con comentarios!.
Mucha familia de Capablanca, sus
nietos, todavía viven. Uno de ellos, “Rafael Raúl Palacios y Capablanca” igual
que Sánchez, reside en Miami (¡y muchos más!).
Allí están todos los que no
pueden estar en Cuba. ¡Qué pena!...
“Palacios y Capablanca” tiene
claro que este libro es la mejor biografía que se ha escrito sobre su abuelo.
Toda la familia de Capablanca arropa al libro
Miguel Angel Sánchez había
publicado la primera edición del mismo en La Habana, en el lejano 1978, bajo el
beneplácito de la Unión de Escritores y
Artistas de Cuba. El libro se tituló “Capablanca, leyenda y realidad”.
Hoy esta nueva edición, en inglés
(¿para cuándo en castellano?) está revisada y ampliada (!!). El fabuloso mundo
de Internet ayudó a Sánchez en su nueva tarea recopilatoria, que le llevó los ¡últimos
cinco años! a estar pensando día y noche en él, algo en lo que en realidad no
cesa desde hace más de cuarenta (!?).
Presentación tras presentación!.
No puede ser de otra manera. Los grandes
aficionados al juego-ciencia tenemos una gran suerte ahora. ¡El ajedrez y la
revolución tecnológica van cogidos de la mano!.
Paro ya aquí no sin comentar una
primicia muy importante para este cronista.
Miguel Angel Sánchez, Dios
mediante, vendrá a las Islas Canarias (España) a finales de este año y pasará
por aquí por Tenerife (!!). Me lo han dicho en exclusiva los Reyes Magos (!!).
Sin duda, lo recibiré encantado y le enseñaré las bellezas de esta, mi querida
isla. ¡Será todo un honor!.
En el siguiente artículo empezaré
con el mágico relato de lo que “siento” cuando ojeo este gran libro, sin duda, todo
un ¡best seller!.
Miguel Angel Sánchez
(Si desea ver el vídeo que sigue, haga click aquí):
"CAPA, HIJO DE CAISSA"
"¿A dónde vas tan de
prisa?"
"Al café de Flore. Echan una
partida Céline y Henry Miller"
"¡Eah! Escritores
menores"
"Pero es que juegan contra
Capablanca"
"¿A qué esperamos?"
La primera vez que vi a Capablanca fue la última. Mi madre me llevó a
verlo. Mi madre, tengo que decirlo, no tenía idea de lo que era el ajedrez pero
sí sabía quién era Capablanca. Una tarde casi a primera noche nos arrastró a mi
hermano y a mí a ver a Capablanca. Salimos después de comer y llegamos a
nuestro destino, el Capitolio Nacional, cuando casi era de noche. El enorme
edificio blanco estaba iluminado para una fiesta, a la que íbamos. Subimos la
alta, ancha escalinata de granito hasta el salón de los Pasos Perdidos (buen
nombre, lástima que fuera prestado) y allí en medio estaba Capablanca en su
posición de eminente jugador de ajedrez que ha sufrido un jaque mate. Cuando
nos acercamos, con reverencia, pude ver todo lo que se podía ver de Capablanca:
sólo su rostro. Estaba terriblemente pálido, gris más bien y en la nariz y en
los oídos tenía torpes tapones de algodón. Capablanca se veía inmóvil y sin
edad: estaba muerto, era evidente, aunque era un inmortal.
El catafalco, palabra nueva, quedaba justo encima del diamante en el
centro del enorme salón donde se perdían nuestros pasos. En medio del medio,
central, estaba el diamante, protegido por un grueso cristal que aseguraba su
posesión y al mismo tiempo aumentaba su tamaño y su valor. El diamante aparecía
como muchas mujeres, a la vez atractivo e inaccesible. Era, lo han adivinado,
una versión cubana del colosal Kohinoor que Raffles, sus manos de seda nunca
sobre la piedra trunca, soñó con robar. El diamante, además, no sólo era una
piedra preciosa sino un mojón miliar: marcaba el kilómetro cero de la carretera
central, por orden del general Gerardo Machado, tirano de turno. Ahora, joya
sobre joya, el ataúd en que descansaba Capablanca, su estuche, se posaba,
pesado, con su carga preciosa sobre el duro diamante popular y la acumulación
de riquezas era casi insoportable para un niño que trataba de comprender qué
significaba tanta veneración. Mi madre, una loca por la cultura, dijo
definitiva: "Es una gloria de Cuba". No dijo fue sino es. Capablanca es. La vida de Capablanca comienza
donde empieza el ajedrez.
Su juego es su vida.
Jugadores de ajedrez, ¡apártense! ".
Guillermo Cabrera Infante (Noviembre de 1988)
“VIDAS PARA LEERLAS”.
Angel Jiménez Arteaga
4 comentarios:
Un amigo me comento que es el mejor libro sobre Capablanca.
Estoy deseando verlo en pdf.
Por favor, si alguien sabe donde lo puedo conseguir en Castellano darme aviso, me encantaria leerlo.
Por favor, si alguien sabe, donde lo puedo conseguir en castellano se lo agradezco infinitamente.
En el otro artículo (nº 2) se indica que se publicará en castellano en Cuba en Mayo / Junio de este año.
Un saludo.
Publicar un comentario