lunes, 28 de noviembre de 2011

¡Pase Mr. Bobby! (42)

La obra ajedrecística más importante del genio del ajedrez

5ª ronda del Torneo de Candidatos de 1959: Olafsson-Fischer.

Hasta 1972, fecha en que Bobby Fischer llegó a ser proclamado Campeón del Mundo al derrotar al soviético Boris Spassky, el “idilio” mantenido entre éste y Caissa tuvo muchos altibajos.

La carrera ajedrecística del más grande jugador de todos los tiempos pasó, como no podía ser menos, por momentos tensos.

Al carácter excepcional del genio que más de una vez lo llevó a tener problemas durante los torneos pero que sirvió, entre otras cosas, para que mejoraran todas las condiciones de juego y los maestros posteriores tuviesen sólidos puntos de partida para instaurar su predominio en la sociedad ajedrecística; habría que añadir también momentos duros, ya éstos sufridos desde su primera etapa, en donde un inesperado revés echaba por tierra todos los proyectos de futuro inmediato.

La derrota de esta quinta ronda ante el GM islandés Fridrik Olafsson fue un claro ejemplo de lo que decimos.



Una de las muchas rupturas promovidas por Bobby hacia Caissa no tardaría pues en producirse (la musa luego se lo cobraría y bien caro...).

En la partida que nos ocupa al chico le dieron de probar su propio veneno!.

Esta vez con negras se tuvo que enfrentar a su variante preferida (cuando jugaba con blancas) el esquema Sozin-Fischer contra la Defensa Siciliana.

Mednis contó que Sozin nunca empleó esta idea de apertura (Af1-c4) dentro de 5…a6, sino con 5…Cc6 (!?).

Para el coetáneo de Fischer, la variante pues debería llamarse “Variante Fischer” y no “Variante Sozin-Fischer” como por ejemplo Beliavsky y Mijalchisin la titularon.

Lo curioso en el cotejo fue observar la idea que traía Olafsson para la partida. Un rápido a2-a3 para retirar su “prestigioso” alfil a la casilla “a2” y mantenerlo presionando sobre la diagonal “a2-g8” sin que pudiera ser cambiado por las piezas negras.

Lo cierto es que aquella idea que entrañaba una clara pérdida de tiempo le funcionó en la partida.

Luego Gligoric, en el libro del torneo, encontró una manera tal vez más digna de refutarla a las primeras de cambio, justo un tiempo antes de que Bobby entregase su calidad en “c3” y con el caballo de dama ubicado en la casilla “d7” dispuesto a defender de aquel modo el flanco de rey, la mencionada entrega de calidad era más fuerte. 

Fischer, no lo olvidemos, había ganado brillantemente en la ronda anterior contra el propio Gligoric estrellando también su torre en “h5” (!!).

De cualquier modo, “Let’s Check de Fritz13” (Deep Rybka 4 x64 – ply 19 -) defiende aún así la causa de Fischer y entiende que el grave error del norteamericano nació más tarde, en la 23ª jugada, al debilitar en exceso su flanco de rey, en lugar de tomar en “c2” con el alfil.

Lo que verdaderamente ocurrió después es que Bobby tuvo que realizar una penosa defensa, bien es verdad que coronada con sendos errores por ambos bandos, tal vez por los apuros de tiempo que se produjeron.

Esta partida la analiza muy precisa Karsten Müller en su recopilación de todas las partidas de Fischer y ayudado ya por los principales módulos informáticos (!?).

Nosotros también la seguimos en el libro de Levy sobre Bobby y también en los comentarios de Hans Kmoch en Chess Review.

Cuentan las crónicas que el chico salió tremendamente molesto de la partida. Algo en su interior le decía que no podía perder aquella posición tras la anodina apertura elegida por Olafsson.

Lo cierto es que seis años más tarde, en el Torneo de La Habana de 1965, Bobby Fischer (también con negras) tuvo la oportunidad de resarcirse con la misma línea ante el austriaco Karl Robatsch.

Hay una anécdota muy curiosa. Como Bobby jugaba aquel torneo desde Nueva York por telégrafo, ¡por la “maldita” política que no vale absolutamente para nada, más que para enriquecer a unos pocos a costa del pueblo, al que se le engaña impunemente!; cuando terminó aquel cotejo que ganó con facilidad, Robatsch le llamó por teléfono para que le explicara dónde había fallado.

La respuesta del “rey” fue lacónica y valdría también para nuestra partida de hoy:

“No fallastes en ningún momento. Simplemente la idea a2-a3 es mala en su globalidad y ¡no funciona!”.

Olafsson,Fridrik - Fischer,Robert James [B86]
Candidates Tournament Bled/Zagreb/Belgrade (5), 14.09.1959
[Jimenez,A]


1.e4 c5 2.Cf3 d6 3.d4 cxd4 4.Cxd4 Cf6 5.Cc3 a6 6.Ac4 e6 7.a3?! Ae7 8.0-0 0-0 9.Aa2 b5N [9...Cc6 10.Rh1 d5 11.exd5 exd5 12.f3 Te8 13.Cce2 Db6 14.c3 Ad7 15.Ab1 Ca5 16.Af5 Tad8 17.Dc2 Cc4 18.Tb1 Af8 19.Ag5 h6 20.Af4 Ad6 21.Axd7 Txd7 22.Ac1 Tde7 23.g4 Ch7 24.Tf2 Ac5 25.Rg2 Cg5 26.Cg3 g6 27.Axg5 hxg5 28.Dd3 Te3 29.Dd1 Txc3 30.Da4 Tce3 31.Ce4 T8xe4 32.fxe4 Txe4 33.Dd7 Te7 34.Dc8+ Rg7 35.Cf5+ gxf5 36.Txf5 Ce3+ 37.Rh1 Cxf5 38.Dxf5 Dg6 0-1 Walther,E-Benko,P/zt Dublin (9) 1957] 10.f4 Ab7 11.f5 e5 12.Cde2 Cbd7 13.Cg3 Tc8 14.Ag5 Cb6 15.Ch5 Txc3 16.bxc3 Cxh5 17.Axe7 Dxe7 18.Dxh5 Axe4 19.Dg4 d5 20.f6 Dc5+ 21.Rh1 g6 22.Tae1?! Te8 23.Dh4 h5? 24.Dg5 Cc4 25.Axc4 bxc4 26.Te3? Df8? 27.Tb1 Tb8? 28.Tee1! Txb1? 29.Txb1 Axc2 30.Tb7 Af5 31.De3 Ae6 32.Dxe5 Dxa3 33.h3? Dc1+ 34.Rh2 g5! 35.Ta7 h4? 36.Txa6 Rh7 37.Ta1 Df4+ 38.Dxf4 gxf4 39.Tf1 d4 40.cxd4 Rg6 41.Txf4 Af5 42.Tf3 Rxf6 43.Te3 Rg5 44.g3 Ad3 45.d5 Af5 1-0
  
Según avanzaban los años, la unión sentimental entre Fischer y Caissa iba funcionando cada día mejor, pero sabemos que la diosa del ajedrez, más de una vez, sobre todo al principio, también castigaba “psicológicamente” a aquel inquieto pero privilegiado muchacho.

Y qué creías.


Angel Jiménez Arteaga
http://www.ajedrezcanarias.com (Secretos de Alcoba)

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