Lasker, Capablanca y Alekhine o ganar en tiempos revueltos (86)
En estas crónicas dedicadas al Gran Torneo Internacional de Nueva York de 1924, ronda a ronda, vamos a empezar viendo primero la partida de Capablanca, que para eso era entonces el campeón mundial, luego nos pasaremos a la de Emanuel Lasker (¡había también en el torneo un Edward!) y por último terminaremos con la partida de Alekhine.
En la primera rueda, decir que Emanuel Lasker descansó y hoy nos toca ver la partida Janowski-Capablanca (1), tablas en 21 jugadas, que se puede seguir en el fabuloso libro del torneo, escrito por Alexander Alekhine y que me ha procurado para esta ocasión, como siempre sucede con los grandes libros de la historia del ajedrez, en versión papel (para llenarlo como suelo, de convenientes anotaciones adicionales a bolígrafo), el empresario canario ¡y mundial! del ajedrez, Juan Ramón Jerez (Ideas Deportivas Canarias).
Ese libro va a ser mi acompañante fijo "diario" mientras relate el torneo.
Alekhine contó como nadie (!?) tres grandes torneos de su época:
éste de 1924; el celebrado también en Nueva York en 1927
y el de Nottingham de 1936.
Mi amigo Jerez todavía no ha dejado de mandarme nada de lo que le he pedido, por muy rebuscado que sea el libro en cuestión (¡que los ha habido!). Quien no lo conozca, puede tratar con él, en el siguiente enlace y no se arrepentirá, pues es capaz de trabajar las 24 horas, ya que en la Tierra siempre hay algún lugar con sol:
La partida de hoy de Capa se puede ver comentada también en el libro nº I (de II) de todas las partidas de Capablanca, analizadas en estilo Informator por Khalifman y en el libro sobre el genio cubano escrito por Stahlberg & Alles Monasterio, titulado: "PARTIDAS CLÁSICAS DE CAPABLANCA (la perfección en ajedrez)".
Capa, tras el Gran Torneo de Londres de 1922, se olvidó del ajedrez y se dedicó a su familia (cuidando a su pequeño hijo Tuto) y a estar pendiente de la huerta de su casa en Cuba, plantando entre otras cosas, mangos, aguacates, guanábanas y tamarindos. Su idea de retornar jugando ahora en Nueva York, era para tratar de promocionar el ajedrez entre los estadounidenses.
Entre que estaba completamente desentrenado y entre que su hijo contrajo unas fiebres poco antes de comenzar el torneo, lo cierto es que el genio cubano, llegó "verde" a Nueva York y en la misma primera ronda, Janowski ¡no le ganó de milagro!, cosa que como aparte de Alekhine, también refleja ahora el módulo informático neuronal "Fat Fritz 2.0" al nivel serio de juego (no os dejéis engañar con tantas partidas rápidas, que no valen para nada, ni entre la élite ni entre los aficionados, aunque estos últimos siempre están perdonados) de 3 minutos de media por jugada:
Reproduzca la partida en pantalla haciendo "click" en el siguiente enlace:
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