jueves, 24 de junio de 2021

Lasker, Capablanca y Alekhine o ganar en tiempos revueltos (80)

Las derrotas contra Alekhine y sobre todo contra Atkins y los dos puntos de desventaja que tenía con respecto al campeón mundial, pesaron como una losa sobre Akiba Rubinstein que (con las piezas blancas) no opuso resistencia alguna a Capablanca, firmando un rápido empate y de alguna manera dejando claro ya que en aquel tiempo su mejor época como gran ajedrecista mundial había pasado y no iba a ser él, el aclamado pretendiente para disputarle el título de campeón del mundo al genio cubano.

La partida Rubinstein-Capablanca, Gran Torneo Internacional de Londres (14), Tablas en  13 movimientos, sólo fue mínimamente comentada por Maroczy en el libro del torneo y algo más por Khalifman en el tomo I (de II) de todas las partidas de Capa analizadas en estilo Informator.

Capablanca justificó esta partida al día siguiente, el 18 de Agosto, en el diario británico The Times: "Ayer tuve a Rubinstein como oponente y, de acuerdo con mi puntuación (n.d.l.r.: 11,5 puntos de 13 posibles), sólo tenía que empatar el enfrentamiento para asegurar prácticamente el primer puesto. Dadas las circunstancias dependía de mi rival, que tenía las piezas blancas, decidir qué curso tomar (n.d.l.r.: Rubinstein iba tercero entonces con 9.5 puntos frente a los 10,5 puntos que tenía Alekhine que iba segundo). Cuando ofrecí tablas en el 13º movimiento, él aceptó. Algunos de los espectadores quedaron evidentemente disgustados y, por tanto, para evitar un malentendido, les expliqué la situación.

A la vista de las puntuaciones, lo más razonable era que entabláramos. El empate me garantizaba prácticamente seguro ser el primero, mientras que a Rubinstein le daba el tercer puesto o el tercer/cuarto lugar, con el Dr. Vidmar. Si el maestro polaco hubiera intentado ganar y hubiese perdido, quedaría cuarto, mientras que si hubiese ganado, jamás alcanzaría a Alekhine, salvo un muy improbable revés de este último. Desde mi punto de vista, yo no tenía nada que ganar con una victoria y sí mucho que perder con una derrota. Y no se podía esperar pues, que ambos jugásemos en contra de nuestros propios intereses. El caso es que como intenté dejar claro en mi artículo anterior, en lo que a los primeros puestos se refiere, el torneo había acabado en la jornada anterior (n.d.l.r.: con la victoria de Capablanca sobre Vidmar y el empate entre Alekhine y Reti; sin que Rubinstein y Vidmar, 3º y 4º clasificados, recortaran nada)".  

Veamos qué calculó sobre ella el módulo informático neuronal "Fat Fritz 2.0" al nivel de 3 minutos de media por jugada:

Un curioso libro sobre Rubinstein, que fue uno de los
ajedrecistas más afectados por la I Guerra Mundial.


Reproduzca la partida en pantalla haciendo "click" en el siguiente enlace:

Descárguela en formato "cbv" de Chessbase:

O bien en formato universal "pgn":

Ante aquella tesitura, en la próxima crónica comentaremos qué sucedió en el enfrentamiento entre Alekhine (blancas) y Maroczy de esta penúltima jornada.

Queridos amigos, la verdadera razón entonces era que para Caissa las estrellas caían del cielo cada vez que José Raúl Capablanca estaba cerca...


Angel Jiménez Arteaga
aarteaga61@gmail.com

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