Un Mundial "serio" como el de 1960, duró 53 días; mientras que un Mundial "baladí" como el que se va a celebrar en este año 2021 durará sólo 22 (??).
En este mundo desenfrenado, estimados lectores, el descontento es más generalizado entre la población mundial porque la esencia de las cosas apenas existe.
El hacerlas bien parece que tampoco. Por tales motivos yo jamás pertenecería a la F.I.D.E. (Federación Internacional de Ajedrez) porque sentiría vergüenza propia y ajena impresionante. Bobby Fischer desde el Cielo, seguro que estará aplaudiéndome y ese aplauso es el mayor honor que este humilde (pero instruido) cronista puede tener (!!).
La 4ª partida Botvinnik-Tal del célebre Campeonato del Mundo de 1960 se disputó el 23 de Marzo, tres días después de haberse celebrado la 3ª, aunque la media de días entre un cotejo y otro era de dos (!?), algo necesario a la hora de crear arte ajedrecístico y lucha deportiva (¡como tiene que ser!). Hoy arte ajedrecístico "humano" apenas existe y de la lucha deportiva (con tantas tablas cortas) mejor me callo. Con el ajedrez rápido de desempate lo que existen son competiciones de coches locos:
En lo que la F.I.D.E. de hoy ha convertido el Ajedrez,
por FALTA de cultura ajedrecística.
Esa 4ª partida se puede seguir con comentarios, aparte de en los libros mencionados de Berdichevsky, Editorial Catalán, Ragozin (en ruso) y Tal; en la revista estadounidense Chess Review (Kmoch), en la revista argentina Ajedrez, así como en el libro sobre Tal del también maestro argentino Palau y se analizó en la "desaparecida" revista El Ajedrez Español, de la que tomaremos aquí los comentarios de Román Torán, que casualmente no fueron publicados en aquella ocasión en su columna del periódico La Vanguardia y que por motivos obvios los rescatamos para esta crónica divulgativa sobre la historia "decente" del Ajedrez Mundial:
Viéndola también por el fabuloso libro de Tal titulado "Práctica de Ajedrez Magistral", resultó que Misha pudo haber hecho tablas tras el entretenido medio juego, llegando a un final forzado de caballos tablífero, pero cometió un desliz que le pudo haber costado muy caro, como hoy matiza el módulo informático Komodo 14.1 64-bit, con el que me entretuve, en lo que ya sé que fue un final ganador para Botvinnik que se pudo haber dado (tras el error de Tal) pero que tampoco se dio:
Reproduzca en pantalla este fragmento de la partida, al que recurrí a la computadora, por tener dudas sobre ese momento de la misma, haciendo "click" en el siguiente enlace:
No hay comentarios:
Publicar un comentario