jueves, 31 de marzo de 2016

La “Herencia Ajedrecística de Alekhine” tal y como yo la veo (XIX)


Con la colaboración de Wolfgang Amadeus Mozart
Hoy: Sinfonía nº 38 “Praga” K504.

En la 11ª ronda del Torneo Pan-Ruso de 1912 disputado en Vilnius, Alekhine descansó y en la jornada siguiente, la 12ª, comenzaría la segunda vuelta de la competición con la partida “Nimzowitsch-Alekhine”, disputada el 3 de Septiembre, que fue escogida tanto por Alekhine para su libro de “partidas selectas” como por Kotov para “La Herencia”, publicándola dentro del tomo I (en alemán y no en castellano) en el Capítulo titulado: “Las Combinaciones de Alekhine”, sección: “La caída”.

El cotejo se inició con el Sistema Londres de la Apertura del Peón de dama, con un plan complicado el elegido por Alekhine.

Nimzowitsch abrió entonces el flanco de rey y con los dos reyes enrocados en el flanco de dama, Alekhine pronto estuvo en su elemento e inició un ataque combinado en ambas alas.

Aaron Nimzowitsch

A una “trampa” superada por Alekhine, llegó luego otra en la que Nimzowitsch tampoco cayó; pero quedó con un alfil con pocas posibilidades de hallar un refugio seguro y nuestro genio del ajedrez fue a por aquella pieza.

La “caída” de Nimzowitsch quedó entonces sellada, pues optó por la entrega del alfil a cambio de complicaciones resultantes con su dama que se colaba en la retaguardia negra.

Alekhine mantuvo el tipo e ideó un perfecto e instructivo plan que terminaría también con la captura de la dama blanca provocando la inmediata rendición del “hipermodernista” Aaron Nimzowitsch.

En la 13ª ronda, la partida “Alekhine-Flamberg” terminó en empate, pero nunca se pudo localizar los movimientos de la misma; de igual manera que con la partida de la 14ª rueda, “Levitsky-Alekhine”, en la que ganaron las blancas, consiguiendo así Levitsky un impresionante 2-0 frente a nuestro ídolo del ajedrez.

Levitsky, de frente, jugando contra Marshall

Así llegamos al día 7 de Septiembre, en el que se jugó el cotejo “Alekhine-Bernstein” correspondiente a la 15ª jornada del torneo, que fue seleccionado tanto por Alekhine para formar parte de sus “mejores partidas”, como por Kotov para “La Herencia”, ubicándolo dentro del Tomo II (“Leyes del juego de posición”) que fue traducido en cuatro libros al castellano. Y sale en el libro nº 2, Capítulo IV: “La realización del contrapeso material”, sección: “Ataque de excelentes fuerzas”.

Ossip Bernstein

La  partida se desarrolló con una Defensa Siciliana, Variante Paulsen, con buenas contrachances de las negras por su temático dominio de la columna “c”.

Sin embargo Bernstein no hizo lo debido para mantener ambas torres en el flanco de dama y con un movimiento “inesperado” de su peón central “e”, las blancas se apoderaron de la iniciativa y para salvar a su dama del acorralamiento a la que estaba siendo sometida, Bernstein entregó la calidad y en la realización de su ventaja, Alekhine inició un ataque sobre el rey negro con sus excelentes piezas pesadas dispuestas todas en la columna “f”, que hizo besar la lona a Ossip Bernstein.    

Alexander Alekhine de joven

Y llegó ahora el momento de escuchar una bonita sinfonía de Mozart, la nº 38 – “Praga”, ciudad digna de consideración por la “gratitud” honrada (en la vida y tras la muerte) al gran compositor musical, uno de los mayores genios de la historia.

Se puede ser “patriota”, queridos lectores (entre comillas) y sin embargo pertener a otro país (!?), porque el hombre no es de donde nace sino de donde pace

Wolfgang Amadeus Mozart:

Praga

Sinfonía nº 38 en re mayor “Praga”, K504.

  1. Adagio-Allegro = 14’ 12”
  2. Andante = 9’ 05”
  3. Finale (Presto) = 5’ 58”

        Compuesto en Viena, el 6 de Diciembre de 1786 (Mozart con 30 años).

Esta obra ilustra como pocas los excelentes vínculos de Mozart con la hermosa ciudad de Praga, fruto de un éxito arrollador como el genio de Salzburgo no llegó a vivir con la misma intensidad y continuidad en ninguna otra de las ciudades en que estrenó su música.
Los triunfos de “El rapto en el serrallo” y “Las bodas de Fígaro” y sus intensas visitas, situaron a Mozart en el corazón de los praguenses y a ellos destinó los estrenos absolutos de “Don Giovanni”, “La clemenza di Tito” y, naturalmente, la “Sinfonía nº 38 en re mayor, K504, Praga”.
Basta destacar como muestra de la pasión mozartiana desatada en la capital checa, el hecho de que, cuando Mozart murió, el 5 de Diciembre de 1791 en Viena, los ciudadanos de Praga fueron ¡¡los únicos que honraron como se merecía su memoria!!.
Símbolo imperecedero de ese amor por la ciudad que mejor comprendió su música, la Sinfonía nº 38, finalizada y fechada en Viena el 6 de Diciembre de 1786, se estrenó en Praga el 19 de Enero del año siguiente.
Además de su rigor sinfónico, de la concentración del pensamiento y de la madurez expresiva, lo que más fascina en esta sinfonía es la prodigiosa síntesis de un estilo instrumental de inusitada animación con los elementos melódicos, el vuelo lírico y la agitación de sentimientos propios de las obras escénicas. No hay, además, contaminación operística de un discurso sinfónico, porque lo que Mozart consigue es un maravilloso logro de fluidez y coherencia musical.   

(Si desea “ver y escuchar” la Sinfonía que sigue haga “click” encima):


(Continuará)

Angel Jiménez Arteaga
aarteaga61@gmail.com

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