domingo, 10 de febrero de 2008

Capablanca vs Fischer (II)

Euwe comenzó analizando el modelo de final de partida de ambos jugadores. Para ello escogió el cotejo celebrado en la Habana 1913 entre Capablanca y Kupchik que también sirvió para el primer artículo de mi serie "El Legado de Philidor en José Raúl Capablanca".


Allí se explica bien lo que sucedió en aquella partida.




Comparó luego este final con el jugado por Bobby Fischer en el Match de Candidatos de 1971 frente a Mark Taimanov, concretamente en la cuarta partida, celebrada el 25 de Mayo de aquel año.


Escribió Euwe que cualquiera que estudie con detenimiento estas dos partidas (que analizó para su libro con su proverbial don metodológico) verá que no fue nada fácil para sus protagonistas encontrar la victoria en ninguna de ellas. Pero la manera en la que Capa la logró fue clara y simple. Sin embargo, el camino seguido por Fischer consistió en un sistema de complicadas maniobras, difíciles de entender (Euwe las explicó con total lucidez-!?) y más difíciles aún de encontrar sobre el tablero.


Ciertamente la tarea no fue la misma para Capablanca que para Fischer, pero pronto se hizo notar que las posiciones surgidas en ambas partidas encajaban perfectamente dentro del estilo de los ganadores.


El juego de Capablanca dio la impresión de simplicidad, no sólo en éste, sino en prácticamente todos sus finales. Uno, dice Euwe, tiende claramente a pensar que el ajedrez es fácil y que cualquiera puede jugar como Capablanca… .


Ni que decir tiene que existe una gran diferencia entre entender lo que se tiene que hacer y hacerlo efectivamente en la práctica.


Pasando ahora al gran final que se produjo en la mencionada partida del match de cuartos de final del Torneo de Candidatos, quisiera aprovechar primero para comentarles varias cosas del mismo, teniendo en cuenta la cantidad de información que tengo sobre Fischer y que utilizo en parte ahora. No cabe duda que contar las interioridades de una partida significa luego bastante cuando nos ponemos posteriormente a analizarla. Espero que lo que sigue, os sirva y os guste tanto como a mi contarlo (!!).




Originariamente el match estaba destinado que se jugase en Milán (Italia) pero fue a última hora transferido a Vancouver (Canadá), celebrándose tras varios problemas iniciales en el campus de la Universidad de British Columbia. Se jugaba al mejor de diez partidas. Fischer llegó sin segundos, pues a última hora se rompió un acuerdo que tenía pactado con Larry Evans. Fischer le impuso tres condiciones, que Evans terminó no aceptando:


1) Nada de escribir para periódicos y revistas durante el match (Evans de hecho era redactor de Chess Life, Chess Digest y Sports Illustrated).

2) Nada de ir acompañado por su mujer. Bobby quería completa concentración con el ajedrez y ¡las mujeres molestaban!.

3) Fischer quería que Evans estuviese con él, desde que pusiese pie en Vancouver, para comenzar desde entonces el trabajo.



Al final Fischer, sólo apareció a la ceremonia de inauguración con sus relaciones públicas, Ed. Edmonson.


Por el contrario, Taimanov llegó "oficialmente" con tres ayudantes: Vasiukov, de segundo; Balashov como asistente y Kotov como jefe de delegación.


Mikhail Tal había pasado revista a la situación y comentó que el mejor chance de Taimanov en este match radicaba en el juego agudo, en donde Fischer nunca se mostraba cómodo.


Tras el Interzonal de Palma de Mallorca de 1970 (por cierto tengo un libro muy bonito formado por los boletines de ese histórico torneo-!? y algún día tendré que escribir sobre él), Taimanov dispuso de seis meses para preparar su match con Fischer.


Consultó a Botvinnik, que había sido uno de sus primeros profesores y tenía en la URSS una incuestionable autoridad en sus opiniones. En relación a sus ayudantes, aquí mencionados, habría que decir que lo primero que Botvinnik le dijo a Taimanov era que

buscase bien a sus segundos.


El primer elegido por el propio jugador fue Vasiukov que había sido en toda su vida su amigo desde la infancia. Sin embargo para la segunda elección el patriarca puso trabas. Taimanov había pensado en Tal, al que respetaba mucho, pero Botvinnik le sugirió que estos dos bohemios maestros nunca formarían un buen tándem juntos.


Y el patriarca sugirió que escogiese a Yuri Balashov. Aunque era jóven y no suficientemente experimentado, sí que era para Botvinnik, un excelente analista, muy serio y experto en el juego de Fischer, del que había realizado la tesina en su graduación del Instituto de Cultura Física Moscovita.


No quiso Taimanov desautorizar al patriarca, pero años más tarde sí que señaló que a lo largo del match se arrepintió de tomar esta decisión porque seguía creyendo que la experiencia de Misha Tal en este tipo de lides le hubiera venido mucho mejor.


Como Botvinnik había estudiado la vida deportiva de Fischer, pues poco tiempo antes de este match a punto estuvo de haber disputado un encuentro contra Bobby, que al final fue abortado, Taimanov le pidió consejos al patriarca de cómo plantear su juego ante el norteamericano.



Y aquí sigue ahora, punto por punto, lo que Botvinnik le desveló:


  1. En las aperturas:

- Antes de cada torneo Fischer suele preparar una nueva variante (a veces varias). El usa variantes (por ejemplo en la Defensa Siciliana) que ha analizado una y otra vez y las juega con facilidad y confidencia.

- Jugando con blancas contra la Defensa Siciliana frecuentemente usa la formación de piezas Cc3, Cb3, Ad3, Ae3 y Df3.

- En muchas aperturas su preferencia va por Ag7, Pd6 y Ce5.

- Ante situaciones inesperadas en la apertura (especialmente en situaciones teóricas) su plan posterior del juego casi siempre se torna anodino.

- A Fischer no le gustan las cadenas de peones. Necesita espacio para sus piezas.


  1. En el medio juego:

- Contra oponentes considerados más débiles gusta siempre de avanzar gradualmente con sus peones del flanco de rey.

- Gusta de posiciones claras. Cuando disfruta de una ventaja posicional, prefiere las simplificaciones.

- En el caso de que se produzcan súbitos cambios en el carácter del juego (por ejemplo, el paso del ataque a la defensa) sus respuestas carecen de confidencia.

- Cuando pierde lo hace principalmente en posiciones complicadas. Derrotas técnicas son muy pocas en su caso.

- Le gusta proteger su formación de peones.

- Sin embargo, gusta de desnivelar la cadena de peones de sus adversarios.

- También es del gusto de sacrificar la calidad por peones centrales.

- Le gusta transferir sus torres por la tercera fila (Tf1-e1-e3).

- Le gusta hacer largos movimientos con su dama.

- Le gusta avanzar su peón "a" contra el caballo de "b3" ó "b6".

- Le gusta cambiar sus alfiles con facilidad: Af8-b4:c3 y Ac8-g4:f3.


  1. En el final:

- Gusta de un caballo contra un alfil. (n.d.l.r.: También de un alfil contra un caballo - !?).

- Le gusta mandar a su rey en grandes incursiones.

- Gusta de los alfiles de diferente color cuando hay torres en el tablero.


  1. Observaciones generales:

- En sus principios siempre quiso sacrificar peones a cambio de movilidad y acción.

Con el paso de los años se ha vuelto más codicioso con respecto al material.

- Le gusta engullir peones, aunque a veces se queda corto.

- Tiene un sentido posicional muy avanzado, que le permite evaluar las características negativas y positivas en la interacción de piezas.

- No le gusta que sus oponentes disfruten de piezas fuertes y provoca el cambio de ellas tan pronto como le sea posible.

- Es un excelente "táctico" y ve un montón.

- Cuando una pieza suya es atacada a menudo replica atacando a su vez una pieza de su oponente (zwischenzug!) – movimiento intermedio!-.


  1. Algunas observaciones adicionales:

- En términos generales no se debe sacrificar material alguno jugando contra Fischer. Si existe una específica refutación, él la encontrará.

- Hay que contrarrestar enseguida una acción agresiva de Fischer.

- ¡Mantener con él un pulso en el análisis!. Sería una gran ayuda en la preparación.






Y luego el patriarca le sugirió a Taimanov (a seis meses vista) un método de preparación (n.d.l.r.: ¡qué muy bien puede servirnos a cualquiera de nosotros hoy en día jugando contra un módulo informático muy fuerte, digamos Rybka 2.3.2ª 32-bit):


En primer lugar le indicó a Taimanov que él jugase una docena de partidas (n.d.l.r.: en nuestro caso, Rybka) contra un oponente reforzado (n.d.l.r.: en nuestro caso, cualquiera de nosotros junto a otro módulo que nos va a ayudar en nuestras decisiones, llámese Fritz 11), por ejemplo contra Balashov y Vasiukov, jugando ellos al unísono en una habitación aparte, permitiéndoles que discutiesen sobre el tablero jugadas e incluso consultasen literatura ajedrecística. Por ello a ambos jugadores habría que dejarles una hora más de reflexión, de la que Taimanov dispusiese, digamos que 3 horas y media para realizar 40 jugadas.


Nos contó Taimanov años más tarde que al final optó por realizar un match de entrenamiento con las reglas ordinarias pero sólo contra un oponente al que únicamente permitió que estuviese en otra habitación y moviese las piezas en el tablero mientras pensaba.


Indicó Taimanov que no recuerda muy bien cual fue el resultado final, pero que cree que fue algo así como que ganó una partida, perdió dos y entabló el resto (algo que no estuvo, señala el propio interesado, nada mal…).


Señaló Taimanov que algunas de las recomendaciones de Botvinnik fueron ciertamente divertidas. Por ejemplo, el patriarca aprovechó para comentarle a Taimanov una debilidad suya que según Botvinnik, databa desde su infancia y es que tendía a hacer movimientos "naturales" casi automáticamente, sin pensamiento previo y solían muchas veces producirse justo en los "frenéticos" apuros de tiempo de sus oponentes.


Botvinnik le sugirió que mentalmente usara un "reloj de arena" adicional al reloj del match que añadiera un minuto de más antes de que hiciera un nuevo movimiento. Como medida suplementaria le imploró a ¡que se sentase sobre sus manos! en orden a prevenir esos impulsivos movimientos.


Ya en la distancia objetiva que marca el paso de los años en la vida, Taimanov consideró que se había preparado lo mejor posible para el match y que aunque sabía que Fischer posiblemente era un "genio", también sabía que en el fondo era también un ser humano y antes de partir, esperaba que todos aquellos que hubiesen apostado a que Fischer ganaría el match por un amplio margen, terminarían luego perdiendo su dinero… .


N.d.l.r.: ¿Fischer, un genio?. ¿Es que acaso Botvinnik, el padre de la entonces Escuela Soviética de Ajedrez, no estaba ya reconociendo de paso, al recomendarle a Taimanov como jugar contra Fischer, justo lo mismo?. A mi modesto entender y lo digo de nuevo tras haber leído "mucho" toda mi vida sobre "Fischer", creo que los soviéticos (todos, mandos incluidos) estaban "completamente" entregados a su sino, antes de comenzar el Interzonal de Palma de Mallorca.


Así llegó el momento decisivo. A principios de Mayo la delegación soviética, con Kotov (que gran personaje del ajedrez-!- n.d.l.r.: Analicen hasta la saciedad sus bonitos libros sobre Alekhine-Aliejin) a la cabeza abandonaron Moscú, rumbo a Vancouver, ciudad canadiense a la que llegarían veinticuatro horas más tarde.


Fischer, ya se encontraba allí desde varios días antes.


Algo que se ha ignorado bastante en casi todos los libros que cuentan la historia del match, fue la bolsa de premios. Tan sólo de 3.000 dólares, de los que 2.000 irían para el vencedor y 1.000 para el perdedor (un match al mejor de diez partidas).


Afortunadamente para el mundo del ajedrez venidero, el ciclón Fischer que se formó en Vancouver, hizo que de por vida!! la bolsa en premios de este tipo de eventos se disparara considerablemente.


¡Fischer fue el primer gran sindicalista del ajedrez que se conoce!.


Hubieron problemas con la elección de la sala de juego. Taimanov, acostumbrado a dar conciertos de piano, en grandes salones, desechó la sala de juego por considerarla demasiado pequeña. ¡Alas! (en inglés, expresión de ¡Ay!) Fischer que comenzó pensando igual, optó por cambiar sobre la marcha y manifestar su deseo de que le parecía perfecta.


Buscando un sitio "idóneo" estuvieron varios días y en vez de comenzar un jueves, el match terminó empezando un domingo en el famoso Teatro del Student Union Building donde 200 espectadores podían seguir en directo el match… .


Estadísticamente el gran resultado de Bobby se comparó en el mundo del ajedrez con los obtenidos por Steinitz frente a Blackburne, 7-0 (sin tablas) en Londres, 1876; o con la victoria de Lasker contra Janowski por 8-0 (con tres tablas) en el Campeonato del Mundo de Berlín 1910, o del ya citado match de Capablanca contra Kostic en La Habana 1919, con 5-0 (sin empates).


Es el momento de comentarles ahora con fervor, que los interesados sigan el desarrollo del match en las páginas del tomo IV de Kaspárov sobre Fischer, en sus predecesores. Esos análisis y muchas de las historias que allí se cuentan, sirven muy bien de complemento a lo que ahora sigue. Así que, todos los tinerfeños, canarios, españoles o extranjeros que todavía no tengan el tomo IV citado, pueden contactar con la empresa distribuidora de libros IDEAS DEPORTIVAS CANARIAS juanramonjerez@hotmail.com , que estoy seguro que gustosamente les servirá el mencionado gran volumen a las primeras de cambio:



Desarrollo del match, en palabras:





Fischer había ganado una épica primera partida en cuarenta movimientos. Taimanov que jugaba con las blancas había sido fiel a sus principios y comenzado el match con 1.d4, por lo que pronto se dio sobre el tablero la Defensa India de Rey, y había entregado un peón en la jugada 12, después de que Fischer hubiese venido diez minutos tarde, porque antes del comienzo había jugado al tenis con Robert Byrne (!?), que se encontraba cubriendo el match como reportero.



Luego llegó una entrega de calidad, para atacar al rey de Fischer, pues el objetivo de la Escuela Rusa, prefijado con anterioridad al comienzo del match, era el de forzar a Bobby a entrar en posiciones poco claras, donde su soberbia técnica no fuese suficiente para alcanzar la ventaja. Tal sugirió una continuación mejor en la jugada nº 34 para Taimanov o incluso la posibilidad de acercarse al empate varios movimientos más tarde. La continuación que escogió Taimanov le entregó la iniciativa a las piezas negras y el posterior contraataque de Fischer resultó decisivo. La partida había quedado aplazada en una posición desventajosa para las blancas, que Taimanov se encargó de no continuar al día siguiente.


Se da la curiosidad de que Fischer emitió una protesta formal al árbitro del encuentro, Bozidar Kazic, para que desautorizara a los espectadores del uso de tableros de bolsillo. Todo fue debido a que Bobby se quejó de haber perdido la concentración durante una fase de la primera partida debido a que a un espectador se le había caído al suelo uno de esos tableros con el consiguiente ruído "explosivo" de las piezas y la posterior conmoción (!?).


Lo cierto es que el veredicto de Botvinnik tras la disputa de la primera partida ya fue elocuente: Taimanov no ha seguido mi consejo principal: "Secar a Bobby".


Como muy bien señala Garry Kaspárov en sus predecesores, esta tarea era muy difícil de realizar en el ajedrez combativo y sin precauciones de Mark Taimanov. A lo mejor hubiese tenido mayor efecto con cualquier otro jugador, pero no con él, que jamás quiso traicionar a su carácter temperamental. Al fin y al cabo, éste lo había llevado a la cima.


También Fischer ganó la segunda, donde se retrasaría sólo cinco minutos. Después de una Defensa Siciliana, Fischer varió en su sexta jugada de lo que había movido contra Taimanov en Palma, trasponiendo a una línea de juego que no había utilizado desde su partida con Najdorf de la Piatigorsky Cup de 1966. Fue una partida maratoniana de nueve horas y media de juego y 89 jugadas.


La novedad se produjo en el décimo movimiento de Fischer que le otorgó una gran presión a expensas de un peón. Por un largo tiempo, Taimanov se mantuvo con una penosa defensa, pero justo antes del primer aplazamiento el ruso cometió un grave error que le costó el peón. En la segunda sesión, Fischer inesperadamente dejó escapar su ventaja quejándose mientras tanto al árbitro Kazic de que Taimanov le molestaba con sus continuos paseos. El árbitro le contestó con gracia que su adversario podía pasear por "su mitad del terreno". Las aguas llegaron a su cauce cuando Taimanov asintió en pasear sólo por delante de él y nunca por detrás (!?)… . Después de 73 movimientos la partida fue nuevamente suspendida, esta vez en una clara posición de tablas.


Fue reanudada una vez que la tercera partida se hubiera completado.


Y éste, el tercer cotejo, también fue aplazado, pero Taimanov ya lo había perdido con anterioridad.


Esta partida fue una copia de la primera en sus primeros diez movimientos, después de los que Taimanov alteró ligeramente su plan y otra vez obtuvo una posición amenazadora. La crisis vino en la jugada nº 20. Habiendo consumido casi una hora de su tiempo el jugador ruso desplazó malamente su caballo y tiró por tierra toda la iniciativa. Con 20.Dh3! hubiera incrementado su presión, como nos recuerda Taimanov en la partida nº 6 de su bonito libro Taimanov's selected games en donde tras desmenuzar la posición en dos hojas completas de análisis el maestro ruso llega a la conclusión de lo atractiva que era esta jugada que hubiera llevado a posiciones muy complicadas e interesantes y pasadas por alto por todos los comentaristas durante 20 años de tiempo. Nos recuerda como en 1992 un talentoso niño entonces de trece años (!?), estudiante de su escuela, Seryozha Klimov, después de estar analizando en casa la posición (como tarea!!) durante dos semanas, vino con un descubrimiento espeluznante que dio una completa "nueva vida" a toda la variante… .


Tras el fallo de este movimiento nº 20, Fischer enseguida aprovechó su oportunidad para pasar al contragolpe, seguido de un rápido ataque.


Así la historia de esta partida fue similar a lo que había ocurrido en el encuentro inaugural: chances pasadas por alto por parte de las blancas y retomadas por parte de las negras.


Tras analizar friamente la situación, los periodistas soviéticos propusieron a Fischer tablas sin continuación en la segunda partida y derrota de Taimanov en la tercera. Fischer (¡como no!) rechazó esa oferta aunque como hemos dicho, la posición de la segunda partida estaba igualada, obteniendo fácilmente la victoria en este tercer cotejo; para pasar después a la reanudación de la segunda en donde un lamentable suceso le esperaba a Taimanov, plagado por la fatiga e irritación. En un final de alfil y peón de torre (con casilla de coronación de distinto color al del alfil) contra caballo, el jugador ruso se pasó de frenada con su rey y no le fue nunca permitido el control sobre la casilla de coronación. ¡Fue un trágico ejemplo de ceguera ajedrecística!.


La cuarta partida, nuestra partida estrella de este artículo, se jugó después de un día de descanso, solicitado por Taimanov aduciendo problemas de salud, pues a sus cuarenta y siete años, le habían diagnosticado tensión alta y tenía palpitaciones en su corazón (n.d.l.r.: seguro que después de unas sonadas rabietas - !?). El electrocardiograma realizado en el Hospital de St. Paul dio negativo… .


Curiosa y ridículamente por parte de la Escuela Soviética (que a altos niveles siempre existió, aunque fuese creada en distintos lugares y con diferentes costrumbres. Pero aprovecho aquí para decirle a mi amigo Víctor Ortells que lo que ocurre en la élite es otra cosa totalmente distinta-!?) se rumoreó que tras lo acontecido en el Interzonal de Palma de Mallorca de 1970, Fischer no estaba en tan buena forma como parecía por el resultado obtenido. Suponemos que ellos se referían a la búsqueda de la "perfección en el juego". Aunque a lo largo del match, hasta aquí, el juego de Fischer no había sido perfecto, en esta cuarta partida sí que lo llegó a ser (!?). Tras una gran escaramuza central, se alcanzó un final en donde las blancas poseían un activo alfil contra un caballo en una situación fluida – EL SELLO DE CALIDAD DEL GRAN MAESTRO NORTEAMERICANO (!!) – n.d.l.r.: Pueden ver muchos ejemplos en el famoso libro de Mikhail Marin sobre las grandes leyendas del ajedrez. La partida se aplazó después de 41 movimientos y Taimanov y toda la flor y nata de la Escuela Soviética que lo protegía por detrás, descubrieron durante sus análisis que las blancas tenían a su disposición una "maniobra ganadora" de veinte movimientos de duración (!!). Así fue como Kotov, que estaba presente en el match, lo describió, culminando la maniobra en un mágico sacrificio de alfil. FISCHER, POR SUPUESTO, QUE TAMBIÉN LO VIÓ (sólo!!) Y JUGÓ.


A partir de aquí aunque todas sus esperanzas ya se habían difuminado, Taimanov continuó luchando. Empleando su propio sistema contra la Defensa Grunfeld, por tercera vez, salió de la apertura con mejor posición y a pesar de la voraz resistencia de Fischer, la mantuvo durante toda la sesión. De nuevo el desastre se asoció con él, cuando la partida fue reanudada. Impetuosamente moviendo a velocidad de vértigo cometió otra equivocación garrafal que le costó ingenuamente una torre, abandonando la sala aturdido.


A Fischer le faltaban unas tablas para la victoria final pero no mostró diferencia alguna en su juego. Algo intrínseco en su genial vida (!?). Después de un error de Taimanov que resultó en la pérdida de un peón, el norteamericano fue directo hacia la victoria con la misma determinación que antes. Como todas las partidas anteriores, ésta no finalizó en la primera sesión (la media de movimientos por partida durante todo el match fue de 55), pero el resultado ya estaba dictaminado, pues Taimanov sin esperanza alguna, abandonó sin continuarla y el resultado quedó 6-0.




Todos quedamos sorprendidos.


Era el 2 de Junio de 1971 y muchos de los presentes, vieron, como con ojos rallados Taimanov abandonaba la sala de juego con estas históricas palabras: "Bien. Todavía me queda mi música".


Pero en realidad lo que le quedaba fue un proceso de "ejecución pública por lo civil" en donde el pobre de Taimanov fue ejecutado, defenestrado y vilipendiado por las autoridades soviéticas. "Fui víctima de Fischer", declararía años más tarde.


No me gusta hablar de política, porque pocas veces la he entendido. Pero lo cierto es que la próxima víctima de Fischer, también por 6-0!!, ya no fue un soviético sino el mejor jugador occidental de aquella época (junto a Bobby), el GM danés Bent Larsen.




¡Pero esa, es otra historia que ya contaré!.



Esperando que os haya gustado esta crónica tanto como a mi escribirla, ¡recibid un cordial saludo!.


Angel Jiménez Arteaga

aarteaga61@gmail.com


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