domingo, 24 de diciembre de 2006

Mi encuentro con Bronstein


Bronstein,David I (2445) - Vera,Reynaldo (2475) [A73]


Roma Abierto (8), 1990

En febrero de 1990 fui invitado al Festival Ajedrecístico de Roma, cuyo grupo principal consistió en un open de cerca del centenar de jugadores. La representación de la antigua URSS fue bien nutrida en cantidad y calidad. Junto con los más jóvenes, Bareev, Chernin, Oll y Dokhojan, así como los más maduros Razuvaev y Vaiser, jugaron dos leyendas vivientes del ajedrez universal: Vasili Smislov y David Bronstein. Por si fuera poco, los organizadores contaron con la presencia de Mijail Botvinnik y de Garri Kasparov, quienes ofrecieron simultáneas y conferencias.

Para mí fue particularmente impresionante el contacto con Bronstein, una de las personalidades más extraordinarias en la historia ajedrecística, quien junto con Keres, Korchnoi, Larsen y Gueller, forma filas en el selecto grupo de los que no han sido campeones mundiales solo por factores circunstanciales. La admiración por Bronstein que se despierta en cada ajedrecista desde sus primeros conocimientos, se multiplicó con la posibilidad de intercambiar criterios y, sobre todo, de poder jugar con el increíble David. Un par de días antes de nuestra partida, por supuesto, impredecible en un Suizo, una mesa compartida para el desayuno me permitió asomarme a sus impresiones en tantos aspectos como pude abordarle en tan breve tiempo.

La conversación -iniciada en inglés y trasladada rápidamente al fluido español, a petición suya-- incluyó a Botvinnik, Fischer, Kasparov y, desde luego, al peculiar y archifamoso enfoque ajedrecístico de David Bronstein.

Me comentó que Botvinnik, después de cada partida, quería dar la impresión de que en algún momento su oponente pudo haber hecho algo mejor, pero que el resultado final habría sido el mismo, claro, favorable a Botvinnik...
En opinión de David, pasa algo similar con Fischer y con Kasparov, ambos igualmente con fuertes personalidades, capaces de intimidar a sus rivales.

¿Para qué se juega ajedrez?-Se preguntaba el mismo y disertaba.

Algunos lo hacen para que su familia disfrute con los éxitos, otros para ganar dinero, en fin... Yo pienso que debe jugarse ajedrez para crear, producir obras que en una u otra medida enriquezcan el arte de nuestro juego. Este aspecto casi siempre se subordina al plano deportivo y no se estimula lo suficiente. Debiera hacerse un congreso con los jugadores para cambiar este estado de cosas y darle a la creatividad ajedrecística la importancia que merece como elemento vital. Desafortunadamente, el desayuno concluyó y con él, la oportunidad de ahondar más en el rico archivo vivencial del gran David, que entonces andaba en sus 66 "abriles", manteniendo la buena figura y el carácter afable que todos hemos leído alguna vez en nuestro primer asomo a la historia ajedrecística. Aún impresionado por el intercambio verbal, llegó el momento de sentarme de nuevo a la mesa con Bronstein, pero esta vez en la tarde y con un tablero por medio:


1.d4 Cf6 2.c4 c5 Una elección al gusto de mi adversario que, hay que recordar, fue uno de los pioneros fundamentales de la India del Rey y cuyo aporte a la causa del dinamismo en su lucha contra la estructura y otros valores tradicionales, es antológico. 3.d5 e6 4.Cc3 exd5 5.cxd5 d6 6.e4 g6 7.Cf3 Ag7 8.Ae2 0-0 9.0-0 Ca6 10.Af4 Durante la partida pensé erróneamente que la "única" jugada del blanco en este momento era 10. Cd2, y al ver 10. Af4!, recordé cómo en su libro Mis 60 partidas memorables, Fischer en varias ocasiones cita, refiriéndose a diversas aperturas: "Una idea de Bronstein", lo cual demuestra la prodigalidad del laboratorio de David y la aceptación de sus ideas por parte del excampeón mundial norteamericano. Realmente, sin desdoro de Bronstein, se trataba de una laguna en mi bagaje teórico. 10-Af4! Es una fuerte jugada que citaba la enciclopedia de aquellos tiempos, contra el orden adoptado por mí. Para no abandonar el tema del aporte bronsteiniano a la teoría de aperturas, he aquí uno que había producido un par de años antes de celebrarse nuestro encuentro: Bronstein - Tukmakov, Reikjavik, 1990 1.d4 Cf6 2.c4 g6 3. Cc3 d6 4. Cf3 Ag7 5. Db3 dxc4 6. Dxc4 0-0 7.e4 Ca6 8.e5 Cd7 9.e6!? (esta es la idea nueva de Bronstein que ya había empleado en 1988 contra Jasnikowski,Z en Polanica Zdroj) 9...fxe6 10. Ae3 Cb6 11. Db3 Dd6 12. Tc1 Cd5 13. Ac4 Cxe3 14.fxe3 c5 15.0-0 cxd4 16. Cb5 Db6 17. Cbxd4 Ah6 18. Tfe1 Cc5 19. Dxb6 axb6 20.b4 Ce4 21. Ab3 Ag7 22. Tc7 Con mejor final para las blancas, que se impusieron en 85 movimientos. 10...Cc7 11.Cd2 Cfe8 Intentando responder al natural 12. Cc4 con 12...b5 y en el caso de 12.a4 jugar la idea fundamental de las negras 12...f5!?, pero sinceramente, por un momento olvidé el proverbial desapego de Bronstein a cuanto huela a dogma. 12.Cf3 Sin rubor, el caballo blanco regresa a la casilla que acaba de abandonar con entera justificación: 12...f5 13.e5 cortando la idea de ruptura del negro 12...Cf6 No hay manera de aprovechar la aparente pérdida de tiempo y, paradójicamente, las negras imitan a su rival. En verdad, no hay opciones agradables, aunque hoy hubiera preferido 12...Ag4. 13.Te1! Claro que por la mente de uno de los más grandes luchadores de todos los tiempos no ha pasado la idea de repetir jugadas. Se defiende indirectamente el peón de e4 y se apoya su avance eventual. 13...Ch5 14.Ag5 f6 15.Ae3 f5 16.e5 dxe5 Diagrama



Valorando 16...f4, recordé con alarma la legendaria partida Bronstein-Rojan, en la Olimpíada de Moscú de 1956, en la cual David sacrificó una pieza en plena apertura a cambio de dos poderosos peones centrales: Bronstein, D. Rojan 1.e4 e5 2. Cf3 Cc6 3. Ac4 Cf6 4. Cg5 d5 5.exd5 Ca5 6.d3h6 7. Cf3 e4 8.dxe4!? Cxc4 9. Dd4 Cb6 10.c4 c5 11. Dd3 Ag4 12. Cbd2 Ae7 13.0-0 0-0 14. Ce5 Ah6 15.b3 Cbd7 16. Ab2 Cxe5 17. Axe5 Cd7 18. Ac3 Af6 19. Tae1 Axc3 20. Dxc3 Df6 21.e5 Df5 22.f4 Ag6 23. Ce4 Tab8 24. Df3 Ah7 25.g4 Dg6 26.f5 Db6 27. Dg3 f6 28.e6 Ce5 29.h4 Rh8 30.g5 Tbc8 31. Rh1 Dd8 32.g6 Axg6 33.fxg6 b5 34.d6 Db6 35.d7 Cxd7 36.exd7 Tcd8 37. Cxf6 Dc6+ 38. Dg2 1-0. Así que supuse que el blanco podría responder a 16...f4 con 17.Ac5!? dc 18.Ac4 con el fuerte bloqueo central a cambio de la pieza De todas maneras, también disponía de 17.Ac1 seguido de 18.Ac4 o 18.d6! con más que suficiente compensación por el peón. 17.Axc5 Te8 18.Ac4 Ca6 19.Ae7! Diagrama



Esta jugada me sorprendió como un disparo en plena partida. Sólo había visto 19.d6+ Rh8 20.Axa6 bxa6 21.Cxe5 Txe5 22.Txe5 Axe5 23.Dd5 con inmensa ventaja, ó 19...Ae6 20.d7! Axc4 21.dxe8D+ Dxe8 22.Cxe5 Axe5 23.Ad4+/- Después de la partida, Bronstein me dijo que había visto estas variantes, pero prefirió el sacrificio en aras de la belleza, que además, es al menos tan fuerte como las variantes mencionadas. 19...Txe7 20.d6+ Te6 21.Cxe5 Rf8? La mejor defensa era 21...Axe5 22.Txe5 Cg7 aunque luego de Dd4 y Tae1 las blancas deben imponerse. 22.d7! Te7 Era malo 22... Te5 debido a 23. Dd6! Te7 24. Txe7 . Nuevamente lo mejor era 22...Axe5 23.Axe6 Axd7 24.Txe5 Axe6 25.Txe6 pero esta posición tampoco daba esperanzas. 23.Dd5? Lamentablemente. Las blancas pierden un tiempo valioso y la oportunidad de rematar con la forzada secuencia 23.Cxg6+! 23...hxg6 24.Txe7 Rxe7 25.Cd5+! Rf8 (25...Rxd7 26.Ab5+ Re6 27.Cf4+ gana la dama) 26.Cf4 Dxd7 (26...Axd7 27.Cxg6+ Re8 28.De1+) 27.Cxg6+ Re8 28.Dxh5 y no hay defensa contra Te1 y Td1. 23...Cf6 24.Dd6!? En caso de 24.dxc8D Txc8 las negras estarían bien con la pareja de alfiles. 24...Axd7 25.Tad1 Desaprovechando nuevamente una oportunidad de intensificar el ataque trasladando el caallo de e5 a g5 con 25.Cf7! De8 26.Cg5 y las amenazas Cd5 y Te5 seguido de Tae1 son difíciles de parar. 25...Tc8! Diagrama



Activando las reservas para contestar a 26.Cd5 con 26...Cd5 27 Dxd5 Tc4!, eliminado el poderoso atacante. 26.Da3 Cc5! Luego de esta jugada, que elimina la clavada en la diagonal a3-f8, la ventaja de las negras se torna decisiva. 27.Dxa7 Cfe4 28.Cxe4 fxe4 Forzando nuevas simplificaciones. 29.Cxd7+ Txd7 30.Txd7 Dxd7 31.b4 Ac3 32.Te3 Dd1+ 33.Af1 Ad4 Más sencillo que 33...Axb4 34.Db6 con oportunidades de contrajuego. 34.bxc5 Axe3 35.fxe3 Dc1 Definiendo claramente las acciones. Bronstein continúa la lucha debido al apuro de tiempo. 36.c6 Txc6 37.Db8+ Rg7 38.De5+ Tf6 39.De7+ Tf7 40.De5+ Rh6 En honor de David hay que decir que esta partida fue jugada en la octava y penúltima ronda, y que con más de seis décadas y media, seguía empleándose a fondo en cada encuentro con el consiguiente gasto de energía, que no puede ser la misma de otras épocas. 0-1

GM Reinaldo Vera

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