lunes, 15 de noviembre de 2021

Lasker, Capablanca y Alekhine o ganar en tiempos revueltos (223)

Tres días antes del comienzo del Gran Torneo Internacional de Nueva York de 1927, el campeón mundial José Raúl Capablanca seguía catalogando la fuerza ajedrecística de Rudolf Spielmann, uno de los seis participantes del evento, en el periódico The New York Times:

"Volviendo a Spielmann, encontramos que su única buena cualidad sobresaliente es su habilidad para llevar adelante ataques directos contra el rey. Su inclinación a este respecto lo convierte en un enemigo mucho más peligroso cuando juega con las piezas blancas que cuando lo hace con las negras, ya que teniendo el primer movimiento, puede hacer mucho más para dirigir el curso general de la partida.

De todos los competidores en el próximo torneo, Spielmann es, con mucho, el más errático (n.d.l.r.: imprevisible y caprichoso).

En el Gran Torneo Internacional de Moscú de 1925 quedó clasificado en los puestos 12-14, entre veinte jugadores:

Grabado de Rudolf Spielmann.

(Agrande el cuadro clasificatorio haciendo "click" sobre el mismo):



Sin embargo, tres meses después en Semmering, Rudolf Spielmann se dio cuenta de la ambición de su vida al ganar el primer premio en un torneo realmente de primera clase sobre rivales tan destacados como el Dr. Alekhine, el Dr. Vidmar, Nimzowitsch, Rubinstein, el Dr. Tartakower y Reti, entre otros. No se requiere un mejor ejemplo. En Semmering venció tanto al Dr. Vidmar como a Nimzowitsch y empató con el Dr. Alekhine en la ronda final, cuando las tablas le aseguraban el primer premio (n.d.l.r.: Estos tres últimos iban a ser rivales suyos en Nueva York 1927, junto con Capablanca y Marshall).

(Agrande el cuadro clasificatorio haciendo "click" sobre el mismo):



Últimamente, el estilo de Spielmann ha cambiado considerablemente para mejor. Ahora es un jugador mucho más sólido que nunca. Sus principales debilidades son una tendencia muy marcada a desanimarse cuando las cosas no se rompen en su camino y una evidente antipatía por defenderse.

Como no tiene ninguna buena calidad sobresaliente, además de la ya mencionada, no esperamos que termine mejor que tercero o cuarto; pero como hemos dicho a menudo antes, nada se puede dar por sentado en lo que respecta a los maestros de élite. Cualquiera de ellos puede mostrar su mejor forma durante un tiempo lo suficientemente largo como para convertirlo en un aspirante a los máximos honores en cualquier torneo. Spielmann ha participado en cuarenta y siete torneos, dos más que Marshall. Sin embargo su historial no es tan bueno". (N.d.l.r.: Usando las herramientas estadísticas de Chessbase, ampliamos aquí y ahora los resultados de Marshall y Spielmann, los dos maestros del próximo torneo neoyorquino que Capablanca había analizado hasta entonces, desde el comienzo de sus respectivas carreras deportivas y justo antes de jugar aquel Gran Torneo Internacional de Nueva York de 1927):
 

Queridos amigos, para que la F.I.D.E. conozca a Caissa bien, a lo largo de este magnífico serial, ¡nos hizo falta tiempo!, porque cuanto más indagamos en el mismo, en su pasado, más nos damos cuenta que muy poco saben de ella los "dirigentes del ajedrez mundial", en perjuicio de nuestro querido y admirado juego-ciencia.
  

Angel Jiménez Arteaga
aarteaga61@gmail.com

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