El campeón mundial José Raúl Capablanca, salió de la senda de malos resultados venciendo en la 12ª ronda del Gran Torneo Internacional de Moscú de 1925, al maestro ucraniano Duz-Hotimirsky, en una partida no apta para cardiacos que encandiló al público presente.
La aportación a esta partida de los dos mejores módulos informáticos del momento, "Stockfish 14" que la analizó al nivel de análisis táctico de 180 segundos por jugada y del recién salido "Dragon 2.5 by Komodo Chess" ha sido determinante.
Los programas descubrieron, estimados lectores, bastantes líneas inéditas y en todos los casos preciosas, que realzan mucho más si cabe este grandioso enfrentamiento.
La partida Duz-Hotimirsky vs Capablanca, (12), 0-1 en 48 movimientos, fue comentada previamente al especialísimo día de hoy, por Bogoljubow, Khalifman y luego en los libros que tratan sobre la vida y obra del genial maestro cubano, escritos por Reinfeld, Panov, Euwe & Prins (sólo la parte final de la partida), el emitido por el ministerio de cultura cubano en homenaje a Capablanca tras su fatídica muerte (con comentarios al enfrentamiento entresacados del The Field de Londres), en el tomo I de Varnusz y por último en la biografía (libro I) escrita por Miguel Angel Sánchez.
Veamos ahora y a modo de auténtica primicia, lo que verdaderamente ocurrió en aquel enfrentamiento si intentamos aproximarnos al máximo a la "difícil" verdad ajedrecística, algo que siempre intentamos que sea el motivo fundamental de estas crónicas y seguro que consiguiéndolo sólo a veces, pues no debemos olvidarnos de que el ajedrez es ¡infinito como el número!:
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