"Si ayer, jugando la Siciliana, Ilyin-Zhenevsky sacrificó su dama contra Capablanca y ganó, ¿por qué no iba a hacer yo lo mismo?".
Según Vainstein, ese fue el probable razonamiento que en un determinado momento de su partida de la 8ª ronda del Gran Torneo Internacional de Moscú de 1925, se le pasó por la cabeza al veterano Dr. Lasker en su reñida partida: Ilyin Zhenevsky-Lasker, (8), 0-1 en 38 movimientos.
Este enfrentamiento fue comentado por Bogoljubow y por Khalifman y también en los libros sobre la vida y obra del gran maestro alemán escritos por Soltis, Hannak (con análisis del propio Bogoljubow en el libro del torneo) y Forster, Negele & Tischbierek, que recurrieron a Marin para que les analizara esta partida y otras en uno de sus capítulos. También la comentó Garry Kasparóv en el Tomo I de "Mis geniales predecesores".
Veamos ahora, estimados lectores, qué calculó sobre la misma el mejor módulo informático del momento, "Stockfish 14", al nivel medio de juego de 3 minutos por jugada:
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