Con 21 fuertes ajedrecistas jugando todos contra todos a sistema de liga a una vuelta, en un mundo con menos medios que los que hay hoy disponibles, pero que hacía mucho mejor las cosas, fundamentalmente porque aquellos organizadores tenían bien desarrollado el sentido del honor y para nada se subían al carro del pelotazo, que es lo que ocurre en estos días con demasiada frecuencia, en perjuicio de la sociedad actual, todo estaba preparado para que el Gran Torneo Internacional de Moscú de 1925 felizmente comenzara.
Repasamos antes que nada, en esta y en próximas crónicas, quiénes eran los maestros escogidos por Nikolái Vasilievich Krylenko para participar en este evento internacional:
1) Nikolai Zubarev (1894-1951). Ruso.
Había ganado el Torneo de Moscú de 1915, por delante de Peter Yurdansky; empatando en los puestos 4º-5º al año siguiente. Venía a este Gran Torneo Internacional de Moscú de 1925, con el bagaje de haber participado en tres Campeonatos Soviéticos, en el de Moscú, 1920, ganado por Alekhine, en donde empató en los puestos 11º-12º; en el de Petrogrado de 1923, que ganó Peter Romanovsky y en donde quedó 10º clasificado y por último en el Campeonato de la U.R.S.S. de Leningrado de 1925, que ganó Bogoljubow, empatando en los puestos 11º-13º.
2) Fiódor Ivánovich Duz-Hotimirsky (1879-1965). Ucraniano.
Campeón de Kiev en cuatro ocasiones (1900, 1902, 1903 y 1906). Participó en cinco Campeonatos Nacionales de Rusia: En 1901 - Moscú - (campeón, Chigorin) - 15º clasificado. En 1903 - Kiev - (campeón, Chigorin) - también 15º clasificado. En 1906 - San Petersburgo - (campeón, Salwe) - 8º-10º clasificado. En 1907/1908 - Lodz - (campeón, Rubinstein) - 8º-9º clasificado. Y en 1909 - Vilna - (campeón, Rubinstein) - 4º clasificado.
En otros torneos, quedó 7º en San Petersburgo, 1901 (campeón, Lébedev). En 1907, fue 11º-12º en Carlsbad (victoria de Rubinstein). En Moscú, 1907, resultó vencedor, por delante de Blumenfeld y Marco. Más tarde, en aquel mismo año y también en otro torneo moscovita, quedó 3º (con victoria de Chigorin). En 1908 fue 4º en Moscú (vencedor, Nenarokov). También en 1908 quedó 11º en Praga (con triunfo ex-aequo de Duras y Schlechter). Y también en aquel mismo año, empató un match en Varsovia contra el estadounidense Frank Marshall (+2-2=2). En 1909, terminó 13º en San Petersburgo, derrotando a los vencedores, el entonces campeón mundial Emanuel Lasker y el eminente maestro polaco Rubinstein. En 1910 fue 4º en San Petersburgo (victoria conjunta de von Freymann, Lébedev y Levenfish). También en 1910 quedó 7º-8º en Hamburgo (17º Congreso, triunfo de Schlechter). En 1911 fue 22º en Carlsbad (vencedor, Teichmann) y en el mismo año de 1911 resultó vencedor con Eugene Znosko-Borovsky en San Petersburgo. En 1913 perdió las dos partidas de una exhibición con Capablanca en San Petersburgo. En 1921 fue 7º-8º en Moscú (victoria de Grigoriev). En el mismo año de 1921, quedó 3º-4º en Petrogrado (2º Campeonato Nacional de todas las Rusias - victoria de Romanovsky). En 1924 quedó 10º-11º en Moscú (3º Campeonato Nacional de todas las Rusias - triunfo de Bogoljubow) y por último, antes del Gran Torneo Internacional de Moscú de 1925 que aquí nos va a ocupar, había quedado 5º clasificado en Leningrado (con nueva victoria de Bogoljubow).
Estimados lectores, con sólo 2 maestros repasados de los 21 ajedrecistas participantes, ya nos damos cuenta de que estábamos ante una competición de alta enjundia.
El escribir como escribo, sin ningún tipo de compromiso y sólo por amor al arte (!!), me permite ahora parar aquí y ya seguiremos en la próxima crónica con la obligatoria "reseña biográfica" de los maestros participantes, tardando en relatarlas el tiempo que haga falta (!?), pues nuestro principal objetivo es demostrar aquí que las prisas (incluso también en blitz o en cualquier tipo de juego rápido) son siempre malas consejeras y llevan obligatoriamente, en la super-élite, al fracaso. No hay sino que ver la baja forma del actual campeón del mundo, Magnus Carlsen, que desde que se está dedicando casi con exclusividad al "ajedrez rápido" su fuerza ajedrecística ha bajado considerablemente...
Queridos amigos, seguro que para estos maestros del pasado, menos conocidos, pero también muy fuertes, la diosa Caissa se convirtió en determinados momentos de sus vidas en un gran apoyo moral para sus causas:
Angel Jiménez Arteagaaarteaga61@gmail.com
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