El británico Víctor Leonard Wahltuch, que a lo largo de su carrera fue capaz de ganarle a su fuerte compatriota Frederick Yates, ¡cinco veces! y que incluso en este Gran Torneo Internacional de Londres de 1922, venció en la 4ª ronda al "mítico" Richard Reti, uno de los padres del Hipermodernismo y autor de un bello libro de batallas ajedrecísticas históricas titulado "Los Grandes Maestros del Tablero", fue el rival de José Raúl Capablanca en la 2ª rueda del certamen.
La partida Wahltuch-Capablanca (2), 0-1 en 40 movimientos, fue sólo comentada por Maroczy y por Khalifman en los libros aquí ya señalados.
Veamos lo que opinó sobre ella el genio cubano en su "crónica diaria" durante el torneo, publicada en el periódico The Times, el periódico por excelencia en el Reino Unido y que fue fundado en ¡1785!, que gustosamente rescatamos y traducimos al castellano para todos ustedes, estimados lectores; porque este cronista trabaja a diario convenientemente difundiendo altruistamente estas grandes partidas de la historia (como la F.I.D.E. - Federación Internacional de Ajedrez - no lo hace, ni por asomo en sus mundialitos, pues su lema ya conocido por todos es COBRAR SÍ, VIVIR MUY BIEN TAMBIÉN, PERO TRABAJAR PARA DIFUNDIR, SÓLO LO JUSTO - ??):
"Hoy, 1-8-1922, volví a tener las piezas negras y una vez más tuve la suerte de ganar un peón al principio de la partida. Mi rival comenzó con 1.d4 contra la que adopté una línea de defensa irregular. Pronto, en la séptima jugada de hecho, se intercambiaron damas. Esto simplificó un poco el juego, pero obtuve dos alfiles contra alfil y caballo. Poco tiempo después mi oponente cometió el error que le costó el peón. Sin embargo tuve que cambiar a uno de los alfiles y así nos quedamos con dos torres y un caballo y un alfil cada uno. Algo de cuidado debí tener porque los alfiles eran de colores opuestos y si los caballos se intercambiaban podría haber sido imposible ganar. El primer paso que di fue avanzar mi peón de dama retrasado y mi peón doblado de la columna "f" para controlar el escaque "e4" desde donde con el apoyo de dos peones se controlaba el centro del tablero. Esta secuencia obligó a mi rival a tener que cambiar mi caballo con su alfil, lo que me otorgó un peón pasado en el centro. Los peones centrales de los que dependía para ganar estaban colocados en las casillas correctas que eran de color opuesto a las de mi alfil, que disponía de líneas abiertas donde ejercer su acción.
Mi oponente, que había luchado valientemente después de la pérdida del peón, decidió que no había nada mejor para él que regresar con su caballo desde "b5" a "d4", actuando a la defensiva. Para simplificar las cosas, capturé ese caballo con mi alfil y esto provocó la entrada a un final de dos torres y peones, con uno mío por delante. Aquí se dio la parte bonita de la obra, desde el punto de vista del espectador, pues para llegar a la conclusión final se requería de cierto tiempo en donde yo sacrifiqué momentáneamente dos peones para obtener un segundo peón pasado en el centro. Ahora no había nada que mi oponente pudiera hacer y pronto tuvo que abandonar, mostrándole yo a los presentes un bonito mate que se hubiera podido dar en caso de haberse continuado la lucha hasta el final".
Y así calculó las principales variantes de la partida el módulo informático neuronal "Fat Fritz 2.0" al nivel obligatorio para la F.I.D.E. - impuesto a esa organización a la fuerza por este "serio" cronista - de 3 minutos de media por movimiento:
Descargue la partida en formato "cbv" de Chessbase:
O bien en formato universal "pgn":
Queridos amigos, por fin se veía ajedrez de alta competición tras la gran guerra, pero el mundo había quedado muy dañado y muchas relaciones lamentablemente se habían roto...
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