sábado, 22 de mayo de 2021

Lasker, Capablanca y Alekhine o ganar en tiempos revueltos (47)

Faltaba la última ronda real de la competición, del Gran Torneo Internacional de Ajedrez de San Petersburgo de 1914, que en realidad era la número 18ª.

Y la clasificación provisional de aquella Finalísima de cinco grandes maestros, los primeros de la historia, título creado para la ocasión por el Zar Nicolás II, era la siguiente:

1) Emanuel Lasker, 12,5 puntos de 17 disputados.

2) José Raúl Capablanca, 12 de 17. 

3) Alexander Alekhine, 10 de 17.

4) Siegbert Tarrasch, 8,5 de 18.

5) Frank Marshall, 8 de 17.

Las últimas partidas de los héroes de estas crónicas a celebrarse y que iban a decidir al campeón del torneo, casualmente tal día como hoy, un 22 de Mayo, pero de 1914, iban a ser la Lasker vs Marshall y la Capablanca vs Alekhine.

Pero nos vemos ahora obligados a contarles lo que iba a a pasar en los siguientes años en aquella Rusia Imperial, sin duda sumida en tiempos revueltos, como lo estaba también el mundo, debido a la I Guerra Mundial.

Tras la gran guerra, el 15 de Marzo de 1917, el Zar Nicolás II, emperador de todas las Rusias, rey de Polonia y archiduque de Finlandia, se veía obligado a anunciar su abdicación.

Los saqueos seguían en Petrogrado como fue denominada San Petersburgo en tiempos de aquella devastadora gran guerra y lamentablemente algunos soldados, sintiéndose engañados habían empezado a tomar parte de ellos.

La corte estaba acostumbrada al derroche y al lujo y la diferencia entre pobres y ricos eran como el día y la noche.

El conflicto de 1914 puso en evidencia la ineficiencia y la corrupción del gobierno ruso y su ejército pobremente equipado y peor aún, manejado, sufrió terriblemente.

Rusia perdió millones de hombres a manos de los ejércitos de Alemania, del Imperio Austro-Húngaro y del Imperio Otomano.

El país se desangraba por la guerra, por la escasez resultante y por la inflación galopante que quedaba.

Las protestas de los trabajadores, otra vez, volvieron a encender la mecha de lo que ya era un polvorín de descontento. Se volvieron a organizar gigantescas manifestaciones en Petrogrado y la violencia se adueñó de la ciudad. Primero fueron las protestas por el pan, luego una huelga, luego otra, hasta que la gente empezó a sentirse poderosa.

La familia Imperial del Zar Nicolás II, artífice del
Gran Torneo Internacional de Ajedrez de San Petersburgo de 1914.

Con la autoridad del Zar hecha pedazos, Nicolás II llegó a la conclusión de que había llegado el momento de abdicar en favor de su hermano, el gran duque Mijail. Este último, sintiéndose un títere, renunció al trono ¡al día siguiente! y la Duma instauró un gobierno provisional eventualmente liderado por Kérensky y que terminó otorgándole todo el poder a los bolcheviques de Lenin.

En aquel trágico contexto para la vida, la noche del 16 al 17 de Julio de 1918 llevó al Zar Nicolás II y a toda su familia a una de las muertes más horribles que se recuerdan en la convulsa historia de las dinastías reales europeas.

Había llegado, estimados lectores, la hora del Jaque Mate.


Madrugada del 17 de Julio de 1918. La familia imperial rusa
es asesinada a tiros en la Casa Ipatiev, confiscada por
los bolcheviques en la ciudad rusa de Ekaterimburgo.

Cuando las personas sienten que no se preocupan por ellas, el mundo queda invadido de una gran pena. 

También en Ajedrez, con una F.I.D.E. (Federación Internacional de Ajedrez) que hace las cosas mal, muy mal; repudiando con ello el significado histórico del famoso juego-ciencia, muy bien reflejado en estas crónicas "magnánimas" aquí ofrecidas sobre el Gran Torneo Internacional de San Petersburgo de 1914, que fue hecho realidad gracias a la colaboración del Zar, antes de que entrara en el ocaso de su vida y en la de toda su estirpe. 

Ahora, en lo que nos ocupa, la F.I.D.E., con tanto ajedrez rápido y tanto mundialito corto nos deja la sensación, queridos amigos, de que organizan un juego de tontos, nada más que un juego de tontos...


Angel Jiménez Arteaga
aarteaga61@gmail.com

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