Pues no sería porque gracias al "formato serio" del Gran Mundial de 1960 (los mundialitos de hoy son sólo sucedáneos mal organizados) Botvinnik no lo intentó con todas sus fuerzas para procurar recortar la distancia de tres puntos que le separaban de Tal.
La partida Botvinnik-Tal (18) terminó en tablas pero tras "76 duros y correosos movimientos", que es lo que los aficionados de hoy pretendemos de los cómodos jugadores de la élite actual del ajedrez mundial. Que a un nivel "serio" de juego (prohibido cualquier tipo de modalidad rápida engañosa), se dejen la piel sobre el tablero (!?), como lo hacían antes las grandes figuras internacionales (!!).
Esta 18ª partida fue comentada en las fuentes estándares aquí ya señaladas y escogemos para esta ocasión lo que se publicó en la revista Ajedrez de la "desaparecida" Editorial Sopena argentina:
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