jueves, 18 de marzo de 2021

Diamantes para la Eternidad de Misha Tal (69)

La 2ª partida (¡de 24!) del campeonato mundial de 1960 fue una Botvinnik-Tal, que acabó en tablas tras 44 disputados movimientos.

Aparte de en los libros ya citados de la Editorial Catalán, Berdichevsky, Ragozín y en el del propio Misha Tal ("Práctica de Ajedrez Magistral"), la partida también se puede seguir con los comentarios aparecidos en las dos revistas de rigor de la época, la Chess Review estadounidense (Kmoch) y la llamada Ajedrez de la "desaparecida" Editorial Sopena argentina, de la que pondremos aquí esta 2ª partida para esta crónica divulgativa de la fabulosa historia de los auténticos campeonatos del mundo, que ya hoy lamentablemente no existen por dejadez e ineptitud evidente tanto de los dirigentes actuales de la F.I.D.E. (Federación Internacional de Ajedrez), así como de los obsoletos organismos públicos culturales de todos los países civilizados del mundo:

Foto previa al comienzo del Mundial de 1960. El presente de la época
estaba escenificado en Mikhail Botvinnik (a la izquierda), 
el futuro - y si no duró más tiempo fue por su problemática enfermedad -, 
en el centro (Misha Tal) y el pasado, a la derecha, representado en Max Euwe.



Botvinnik optó por jugar esta 2ª partida en modo extremadamente posicional sin permitir complicaciones. Tal casi igualó, pero se equivocó y tuvo problemas, que el Patriarca tampoco supo explotar. Por tanto al final se firmó un "entretenido" empate. Esta apreciación la he sacado tras ver los comentarios del mago de Riga en su magistral libro, ratificados por Komodo 14.1 64-bit en la principal posición crítica que no se llegó a dar en la partida.

Queridos amigos, los que cuidan la cultura tendrían que estar disponibles para volver a organizar eventos históricos como éste y no olvidarlos de repente en un acto público de irresponsabilidad provocados por la amnesia en la que se encuentran:


Angel Jiménez Arteaga
aarteaga61@gmail.com

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