viernes, 12 de marzo de 2021

Diamantes para la Eternidad de Misha Tal (63)

Y así llegábamos a la 24ª ronda de Belgrado del Torneo de Candidatos de 1959, donde el duelo Tal-Keres, volvió a echar chispas (!?). En las tres partidas anteriores las tablas no habían existido (1 a 2 para Keres) y en esta cuarta vuelta, otra vez, la partida tuvo un resultado concreto y para nada se dio la terca posibilidad de repartirse el punto. ¡Volvió a ganar Paul Keres!, con lo cual en su duelo particular derrotó claramente a Misha Tal por +3-1=0. ¡Fantástico resultado global! entre ambos maestros que demuestra que cuando los ajedrecistas quieren jugar al ajedrez, pueden (!?). Todo este ilustrativo ejemplo me viene bien para ir en contra de la élite actual, en mi criterio asustadiza y pegada al ajedrez rápido de modo permanente ya, por la pandemia y resultando que cuando juegan en serio (muy poco), se producen frecuentes empates anodinos  entre sus componentes, producto de la irrupción de las computadoras, algo en lo que la F.I.D.E., ingenuamente, en los campeonatos del mundo (deberían volver a ser a 24 partidas), se mantiene al margen, en detrimento del auténtico "ajedrez de competición", que dicha organización mundial debe rescatar sea como sea.

Esta partida entre Tal y Keres se puede ver comentada por el maestro estoniano en el tomo número II de su brillante colección de partidas selectas, en el denominado libro "Paul Keres: The Quest for Perfection", que luego posteriormente también saldría publicado en castellano (En busca de la perfección).

Por tanto y tras caer derrotado ante Keres, resultó que en la rueda siguiente Tal se aplacó y firmó con las piezas negras unas rápidas tablas con Olafsson.

De esta forma se llegó a la jornada antepenúltima, la nº 26, en donde por fin se dio unas "tablas decentes" entre los amigos Tal y Petrosian, en enfrentamiento que comentó el maestro español Román Torán en su "aclamada" columna del periódico La Vanguardia:

La caricatura de Tigran Petrosian realizada 
en aquel Torneo de Candidatos de 1959.


Como no puede ser menos, cerramos crónica con lo comentado por el propio Román Torán a estas alturas de la competición, para deleite general:


Queridos amigos, en mi criterio, hay que reconquistar el Paraíso otra vez:


Angel Jiménez Arteaga
aarteaga61@gmail.com

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