lunes, 1 de febrero de 2021

Diamantes para la Eternidad de Misha Tal (24)

De lo que Bobby Fischer se terminó quejando amargamente tras el Torneo de Candidatos de Curacao de 1962, ya lo vivió a las primeras de cambio en 1958, en su primera aparición internacional.

En la 13ª ronda del Torneo Interzonal de Portoroz, la partida entre Tal (blancas) y Bronstein, terminó en unas "tablas dulces" en tan sólo 19 jugadas; el mismo número de movimientos con la que también terminó en empate la partida de la siguiente ronda, Averbaj-Tal.

Aquello era la cooperación malintencionada ordenada por el rancio sistema comunista a los ajedrecistas soviéticos cuando se enfrentaban entre sí, con el ingenuo beneplácito del resto del mundo que miraba para otro lado...

Bronstein, que cuando jugaba para ganar era llamado el brujo del ajedrez quedó eliminado del Torneo de Candidatos (terminó 8º), aunque venció a Fridrik Olafsson y a Ludek Pachman.

Averbaj, un eximio finalista cuando alargaba sus partidas, también quedó eliminado (acabó 7º clasificado) aunque logró vencer a rivales de la talla de Matanovic y Larsen.

En la 15ª rueda, la partida Tal-Larsen fue para el primero y ha sido analizada en los libros sobre la vida y obra de Misha Tal de Clarke, de Tal & Koblenc, de Hajtun, de Müller & Stolze y también de Palau, que publicó aquellos análisis íntegros en la revista Ajedrez de la Editorial Sopena, con la idea de promocionar su bonito libro. Bent Larsen que como Bobby Fischer, empezaba entonces a jugar por la corona mundial, hizo un mal torneo y quedó clasificado en el 16º lugar. Sin embargo pudo vencer a Petrosian y a Neikirch, entre otros.

La partida de la siguiente jornada entre Sanguinetti (blancas) y Tal también acabó en tablas en 20. El maestro argentino Raúl Sanguinetti quedó clasificado en el 14º lugar del evento y sus principales victorias fueron contra Neikirch y contra Sherwin.

En la 17ª rueda se jugó la partida que hoy nos ocupa. La Tal-Panno que ganó el primero. 

El GM argentino Oscar Panno en el Iterzonal de Portoroz de 1958


Fue un bonito duelo que ha sido muy analizado. En los libros sobre la vida y obra de Misha Tal de la Editorial Catalán, en el de Hajtun, en el de Clarke, en el libro Al Ataque de Tal & Damsky, en el libro de la autobiografía de Tal publicada en primer lugar en los EE UU y también por el libro de la Editorial Chessy: Magia en el Tablero (I) y por el de Károlyi (I) e incluso la partida fue comentada por Garry Kaspárov en su "bíblica" obra titulada Mis Geniales Predecesores (en este caso en el tomo II). Para esta ocasión hemos escogido lo que se publicó en su momento en la "desaparecida" revista El Ajedrez Español con análisis que rescatamos para esta crónica del excampeón mundial ¡Max Euwe!:













Partida muy complicada donde Tal, para ganarla, tuvo suerte al final, pero quedaba claro, estimados lectores, que la "suerte había que buscarla". Oscar Panno terminó el torneo en el 13º puesto y logró vencer a Benko, a su compatriota Sanguinetti y a Sherwin.

El torneo para Tal estaba sonando, queridos amigos, como una auténtica y romántica balada


Angel Jiménez Arteaga
aarteaga61@gmail.com

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