domingo, 24 de enero de 2021

Diamantes para la Eternidad de Misha Tal (16)

Y así llegábamos al ecuador del XXV Campeonato de la U.R.S.S. de 1958, pues estaba fijado como se hacía frecuentemente antaño a 19 "mágicas" rondas (!?).

Nuestro héroe se rehizo pronto de las dos derrotas seguidas y en la 10ª rueda venció con las piezas negras a Kotov que fue un gran estudioso de la vida y obra de Alekhine, 4º campeón del mundo. La partida se puede seguir en los libros sobre Tal de Hajtun, de Palau y de Clarke.

En la 11ª jornada, Tal descansó, pues habían 19 jugadores en la gran competición nacional soviética.

Así comenzó el mes de Febrero para el mago de Riga que obtuvo otra victoria sobre Taimanov, en partida que se puede ver comentada en los libros de Hajtun y de la Editorial Catalán.

En la 13ª ronda, Polugaevsky (con blancas) empató con Tal en 67 movimientos, en una compleja lucha de maniobras de la Defensa Nimzoindia.

En la rueda siguiente se dio la memorable partida que hoy nos ocupa, la Tal vs Geller que fue analizada en varias fuentes. 

En la búsqueda de una foto de Efim Petrovich Geller de la época encontré sólo una (de la Olimpiada de Moscú de 1956), pues a veces, Internet tiene varias lagunas en las imágenes históricas de grandes ajedrecistas que nos muestra y muchas fotos que se ofrecen para la posteridad, lamentablemente, no aparecen datadas a las fechas a que corresponden, cosa que no ocurre con este cronista que siempre se muestra muy curioso al respecto:

 

El cotejo Tal vs Geller aparece comentado en el libro de Hajtun, en el de Clarke, en el de Müller & Stolze, en el de la autobiografía de Tal que primeramente se editó en los EE UU, en la revista Ajedrez de la desaparecida Editorial Sopena argentina, partida ésta que luego fue ampliada en sus comentarios por Palau en su libro sobre Misha; en el libro Magia en el tablero (I) de la Editorial Chessy y también en la popular e instructiva columna del maestro español Román Torán publicada en el periódico La Vanguardia, que utilizaremos seguidamente para esta crónica divulgativa:




Como dijo Torán, fue una agotadora y titánica lucha, que todavía se hace difícil hoy comprenderla. 

Así era, queridos amigos, Misha Tal, que resplandecía como un auténtico rayo en el cielo del tablero escaqueado:



Angel Jiménez Arteaga
aarteaga61@gmail.com

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