El maestro canario José Manuel Ramos (alma-máter del nuevo Club de Ajedrez tinerfeño Enroque S.XXI, donde con mucho gusto me incorporo a partir de ahora) me envió un recorte de una bonita partida que jugaron él y Pablo Perera, otro gran campeón de la época, a finales de 1988, contra una máquina de ajedrez que me compré entonces, la Saitek Leonardo con el módulo Analyst D 10 Mhz y que tantas tardes de entretenimiento me dio.
Tendría que decir que uno es ciudadano del mundo que le toca vivir y aquel mundo también fue el mío.
Por supuesto que dicho recorte con aquella partida comentada también entrará en mi baúl de los recuerdos, pero primero trataremos aquí aquel instructivo choque.
Este cronista comenzó a interesarse por el ajedrez computado en 1981 cuando para su micro-ordenador Sinclair ZX81 pudo instalarle un programita que jugaba al ajedrez y que sólo ocupaba ¡1 Kb de memoria!.
A partir de ahí comencé a formar parte de un mágico mundo que aún hoy continúa activo, pero no con los módulos informáticos actuales como por ejemplo, Houdini o Komodo, que sólo los uso como herramientas de análisis, sino me refiero al disfrute de las maquinitas de sobremesa como rivales para la distracción y uso cotidiano.
Recuerdo que la Leonardo patentada entonces por Garry Kaspárov, era una máquina muy bien cuidada y de bonito aspecto:
Sus resultados contra los mejores rivales electrónicos de aquella época eran bastante decentes:
(Para ampliar la imagen haga "click" sobre ella)
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