Hoy saqué de mi antiguo "baúl de los recuerdos" (¡muy grande!) un bonito libro escrito por Larry Evans, que cubre partidas de la época de su "adorado" Robert James Fischer.
No olvidemos que Evans fue el artífice de ponerle las introducciones a cada una de las 60 partidas memorables de Bobby, que constituyó uno de los mejores libros de la historia.
En el libro titulado "MODERN CHESS BRILLIANCIES" y que compré en una librería de San Francisco (EE UU), Evans aparte de comentar las más bonitas partidas de Fischer, también analizó a los mejores jugadores de aquel tiempo, tan añorado por este cronista.
Recordamos por riguroso orden alfabético partidas que aparecen en este libro de los siguientes grandes maestros (entre otros):
Averbaj.
Benko.
Bobotsov.
Julio Bolbochán.
Botvinnik.
Bronstein.
Los hermanos Byrne (Donald y Robert).
Donner.
Estrin.
El propio Larry Evans.
Efim Geller.
Gheorghiu.
Gligoric.
Gufeld.
Gurgenidze.
Horowitz.
Ivkov.
Kavalek.
Keres.
Kholmov.
Larsen.
Letelier.
Lutikov.
Matanovic.
Medina.
Najdorf.
Nezhmetdinov.
O'Kelly.
Fridrik Olafsson.
Pachman.
Parma.
Tigran Vartánovich Petrosian (para distinguirlo de los otros dos).
Polugaevsky.
Pomar.
Lajos Portisch.
Reshevsky.
Rossolimo.
Saidy.
Smejkal.
Smyslov.
Spassky.
Stein.
Suetín.
Szabó.
Taimanov.
Tal (casualmente el ajedrecista del que más partidas comenta Evans en este libro. 19 partidas frente a las 16 de Bobby Fischer).
Tseshkovsky y
Uhlmann.
Los que me conocen ya saben que no cambio yo el misticismo de ninguno de estos ajedrecistas por cualquiera de los de hoy, salvando exclusivamente a Magnus Carlsen (evidentemente).
Tras entretenerme toda la mañana viendo diagramas de este libro, de muchos de los momentos críticos relatados por Evans, he escogido para comentar hoy, una partida poco conocida, la que disputó Arturo Pomar (que pese a caer derrotado, lo hizo en bonito estilo) contra Laszlo Szabó y que también aparece en el mismo, analizada en el habitual estilo creativo del maestro norteamericano, tristemente desaparecido en 2010:
Queridos amigos, creo que hoy recordando aquellas partidas, ¡celebré la Gloria!:
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