miércoles, 5 de diciembre de 2007

FISCHER y las "tablas cortas"

FISCHER y las "tablas cortas"


En lo que profundizo en mis trabajos históricos de investigación, pues con mucha calma y paciencia estoy elaborando el último de la serie de la influencia de Philidor en José Raúl Capablanca, comienzo hoy para el foro de Ajedrez en Tenerife y sobre todo para nuestra querida y aclamada página web http://www.ajedreztenerife.com una serie de relatos cortos, sobre las diversas ocurrencias que me suceden con mucha frecuencia mientras leo y leo casi a diario "diversos libros y revistas" variados de nuestro apasionante juego-ciencia. Por supuesto que no descuidaré en nada a la faceta recopilatoria sobre la historia del ajedrez, que es la que siempre me ha distinguido en nuestro querido mundo y que es la que también más me encanta; pero creo que elaborar estos pequeños relatos ajedrecísticos, puede llegar a ser interesante para fomentar el interés por el ajedrez entre nuestra gente jóven, que empieza y que termina enganchándose y que con lógica moderación, su conocimiento del mundo del ajedrez, les puede servir para formarse culturalmente en un mundo llenos de otro tipo de vicios mucho peores que éste (!?) .


¡Veremos si lo logramos o sólo el asunto se queda en un intento!.


Y comienzo con una puntualización del gran Bobby Fischer sobre cómo resolver el "problema crónico" de las tablas cortas.


El maestro Leontxo García nos comenta en el nº 2 de la nueva etapa de la revista española de ajedrez JAQUE (en realidad corresponde a su nº 615) como muchas partidas del mundial de México acabaron en tablas cortas con la consiguiente desilusión de los aficionados, alegando cosas como que al inmortal Pavarotti no se le hubiese nunca ocurrido suspender una actuación en el mejor momento, por el simple hecho de no querer seguir cantando.


Así vimos lo ocurrido en la primera ronda de este mundial en la partida disputada entre Krámnik y Svídler en donde se firmaron unas rápidas tablas en una posición ¡aún! llena de vida.


Partida comentada por Leontxo García aparecida en El País


La F.I.D.E. posiblemente discutirá el asunto en la Asamblea General que se celebrará en Dresde (Alemania) 2008.


Como bien indica el perspicaz Leontxo, no existe ningún otro deporte en que los contendientes puedan acordar un empate cuando les venga en gana, incluso en el momento más interesante de la lucha.


El recién proclamado campeón del mundo, Vishy Anand en una flamante entrevista aparecida en la misma revista, está de acuerdo en que algunas tablas son imperdonables, aunque él indica que también existen otras tablas que se pueden justificar. Una vez, el propio Anand sugirió que se debería obligar al jugador acercarse al público después de un empate rápido y explicar su por qué, fundamentalmente inspirado en la "cierta" idea de que a veces los participantes no pueden hacer la jugada más interesante porque ésta pierde … .


Creo que la regla de Sofía llevada al extremo de exigir la "lucha cruenta" hasta que queden sólamente los dos reyes sobre el tablero, tembién es desproporcionada.


Una vez, Borís Spassky declaró, que todos los temas organizativos se los dejaba para Bobby Fischer, porque éste siempre estaba al tanto de toda la teoría al respecto (!?). Y claro está, a Fischer también le preocuparon en su momento las "tablas cortas". Y ni corto ni perezoso, en su match de revancha contra el propio Spassky celebrado en 1992, Bobby (entonces con 49 años - !?) propuso en una de las cláusulas del reglamento del mismo, la siguiente idea, que retoco ahora un poco a efectos de poderla aplicar también en cualquier tipo de torneos (no sólo en matches):


"Si una partida finaliza en menos de una hora, se tendría que jugar inmediatamente otra con colores invertidos entre los propios contendientes. Esto elimina todo tipo de especulación al respecto de los rápidos empates que tanto entristecen a los aficionados (n.d.l.r.: que encima pagamos por ver, incluso desde Internet; por ej. a través del I.C.C.). Esta regla estaría siempre sujeta a no jugar un mismo contediente más de cinco partidas por semana".


Me parece apropiada, en tanto en cuanto, con correctos matices, se puede detectar enseguida (por ej. a través de la creación de un comité de competición) qué partidas entran dentro de esta cláusula. Vamos, que no hace falta ser un GM para percibir rápidamente ¡dónde hay una falla! en el acuerdo de paz que asuman ambos jugadores en el transcurso de las partidas celebradas en los torneos de ajedrez (!?).


De paso, por ejemplo, un enfrentamiento hipotético entre dos jugadores tablíferos, se podría desequilibrar de esta forma a favor del jugador que logre romperle el servicio al otro, pues no es lo mismo lógicamente jugar con las piezas blancas que con las piezas negras y más aún en el mundo actual, donde la teoría de aperturas cada vez juega un papel mucho más primordial.

Esperando haber aportado con mi opinión, gracias al Rey ¡Bobby Fischer!, otro granito de arena al respecto, recibid un cordial saludo.



Caricatura del Rey Fischer



ANGEL JIMÉNEZ ARTEAGA

aarteaga61@gmail.com


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