domingo, 24 de abril de 2022

Lasker, Capablanca, Alekhine y Botvinnik o ganar en tiempos revueltos (372)

Si usted, amable lector, se pone a ojear las revistas de ajedrez soviéticas, "Shakhmaty v SSSR", desde los años 1946 hasta 1961, pronto se dará cuenta de la calidad del sello editorial del duodécimo participante en el II Gran Torneo Internacional de Moscú de 1935, que aquí vamos a tratar mostrando todas las partidas disputadas en el mismo por el Dr. Lasker, Capablanca y apartir de ahora, también ¡Botvinnik!, analizadas complementariamente por el último grito informático del ajedrez actual, el nuevo módulo "Stockfish 15.0", de 3.943 puntos Elo (¡sólo cuando entiende bien todo lo que tiene que hacer!), frente a los actuales 3.892 puntos del otro programa significativo actual, que apartaremos de este serial a partir de ahora, el "Dragon 2.6 by Komodo Chess".

12) Viacheslav Vasilyevich Ragozin (U.R.S.S. - 1908-1962).

Para que el gran organizador Krylenko (mandado a asesinar por Stalin, en el más típico estilo sucio de la extrema izquierda "comunista") se fijase en Ragozin, este último tuvo que realizar el siguiente palmarés deportivo, cosa que manifestaremos a continuación, sin olvidarnos antes de nuestra frase reivindicativa de estas últimas crónicas, que va en contra del empedernido comunista y rey de todos los males del mundo actual, Vladimir Putin; que disfruta, como Stalin antes lo había hecho, ¡matando a personas inocentes!: niños, mujeres y ancianos incluidos.

¡No a la guerra invasora en Ucrania!.

Les recuerdo que los asesinatos en masa (como el que está gestándose hoy en Ucrania) no existen en el mundo occidental. Aquí no nos invaden ni hay disparos de soldados por la calle e incluso, si usted va por Nueva York, la ciudad más grande del mundo y cuna del capitalismo, puede pasear tranquilamente por ella, que no le pasará nada, ni le detienen por nada, aunque no esté de acuerdo, por ejemplo, con Biden y lo manifieste incluso públicamente en una gran plaza en voz alta. Vivimos en un mundo libre que no es el que existe en Rusia, ¡ni por asomo!.

Viacheslav Ragozin comenzó su carrera en 1927 y en dos años no se perdió un torneo en su ciudad natal (San Petersburgo - llamada entonces absurdamente por la incultura comunista, Leningrado) donde pudiera participar. Ya en 1929, su fuerza ajedrecística rápidamente explotada le permitió entrar en una fase previa del VI Campeonato de la U.R.S.S. . Fue a finales de aquel año, cuando dio el gran salto, al imponerse en match a Ilyin-Genevsky, por el tanteo de +6-4=4.

Viacheslav Ragozin, o la importancia de entregar un peón
en la apertura a cambio de peligrosa iniciativa.

1930 lo pasó Ragozin puliendo su estilo de juego y a finales de aquel año, en el VIII Campeonato de Leningrado, consigue vencer a Alatortsev que había quedado clasificado en el 3º lugar.

En 1932 juega un mini-match a dos partidas con Romanovsky y logra la victoria por 2 a 0.

En septiembre de aquel mismo año, vuelve a participar en el IX Campeonato de Leningrado, consiguiendo derrotar a Chekhover y a Goldberg.

Antes del torneo moscovita de 1935 que aquí nos ocupa, Ragozin participó por primera vez en un Campeonato Absoluto de la U.R.S.S., el IX, donde terminó en el 7º lugar de 20 jugadores, venciendo a Bohatirchuk, Riumin, Lisitsin, Makogonov, Yudovich, Ilyin-Genevsky y Freyman.

Lo más reseñable de su vida ajedrecística vino después de Moscú, 1935, pero lo que le llevó al estrellato fue justo lo contrario a lo que se podría presuponer. No, el número de grandes victorias sobre el tablero, sino la importancia que tuvo su proceso creativo en el campo de batalla, luchando las partidas con un único fin, el aspecto artístico. Siempre anduvo ansioso por experimentar en sus partidas, por jugar un juego hermoso (e inusual) y fue aquel espíritu el que lo mantuvo en la cima durante buena parte de su vida.   

Botvinnik, más adelante, lo utilizaría a menudo como su partenaire, porque el que sería llamado por todos como el "Patriarca del Ajedrez Soviético" pronto se convenció de que la solidez de su repertorio de aperturas, antes de ser puesto en práctica, tenía que pasar por la "criba" de Ragozin, en algo que era como saltar en un auténtico ¡potro de tortura!.

Queridos amigos, Putin se cree que es muy grande, que está cerca de el cielo y aunque va de interesante, todos le vemos el plumero...  


Angel Jiménez Arteaga
aarteaga61@gmail.com

No hay comentarios: