jueves, 22 de julio de 2021

Lasker, Capablanca y Alekhine o ganar en tiempos revueltos (108)

La partida Tartakower-Alekhine, Gran Torneo Internacional de Nueva York (9), 1924, Tablas en 39 movimientos, sólo fue comentada en los libros de cabecera de este evento de Alekhine y de Khalifman.

Y sin embargo dio mucho de sí. Alekhine mejoró el juego de negras en la línea favorita de Tartakower del Gambito de Rey, que había practicado contra Bogoljubow y contra Yates, en la 1ª y 3ª ronda de este mismo certamen, consiguiendo en ambos casos sendas victorias.

Sin embargo el entonces príncipe ruso del ajedrez no acertó con los mejores movimientos, tanto para obtener clara ventaja primero, como para posteriormente igualar y luego, como tantas veces sucede, ¡hasta quedó perdido!.

Lo que ocurrió posteriormente es que en dos ocasiones, el intrépido maestro Savielly Tartakower no dio con la jugada que le otorgaba chances de victoria y permitió que Alekhine se salvara con el jaque continuo.

Veamos ahora, estimados lectores, el interesante análisis efectuado por los dos mejores módulos informáticos del momento, "Stockfish 14" y "Fat Fritz 2.0", al nivel medio de cálculo de 180 segundos por jugada:

Imagen remasterizada de 1924. El Puente de Brooklyn que cuando
se inauguró en 1883 fue el puente colgante más grande del mundo.
Los tres grandes divos de este serial bien lo pudieron haber cruzado
a pie en alguna ocasión durante el torneo, como se aprecia en esta foto.


Reproduzca la partida en pantalla haciendo "click" sobre el siguiente enlace:

Descárguela en formato "cbv" de Chessbase:

O bien en formato universal "pgn":

La clasificación tras la 9ª rueda quedaba como sigue:

(Amplie el cuadro haciendo "click" sobre el mismo):

Clasificación general al término de la 9ª ronda del 
Gran Torneo Internacional de Nueva York de 1924
Iban a disputarse 22 jornadas, pero cada ajedrecista 
descansaba dos veces durante el torneo, por lo que 
en realidad al final, los jugadores disputaban 20 ruedas.

Queridos amigos estos grandes maestros dejaban siempre sus corazones en manos de ¡Caissa!:  


Angel Jiménez Arteaga
aarteaga61@gmail.com

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