El 17 de Mayo de 1959, Misha Tal tenía 22 años y su novia Sally Landau, 20. En ese contexto, nuestro héroe, forjado en los grandes combates de ajedrez, la gran mayoría realizados en su país o bien en diversas competiciones oficiales organizadas por la F.I.D.E. (Federación Internacional de Ajedrez) viajó a Zürich para participar por primera vez en su vida en un gran torneo internacional.
Del mismo, conservo un bonito libro que utilizaré para estas crónicas sobre aquel sensacional evento suizo:
El libro del Torneo Internacional de Zürich de 1959
Tal se iba a medir allí a fuertes ajedrecistas locales como podían ser Kupper, Bhend o Keller, pero también a estrellas del tablero como ya eran Donner, Fridrik Olafsson, Barcza, Unzicker, Larsen, Keres, Gligoric y el ya (con 16 años recién cumplidos) divo internacional, Bobby Fischer.
En la primera ronda, Misha se midió a Bhend, que hoy todavía con 89 años, sigue siendo un jugador activo (!?):
Edwin Bhend en el año 2012
La partida Tal-Bhend celebrada el martes 19 de Mayo supuso una de las usuales derrotas de Misha en la primera ronda de los torneos (!?) y fue comentada en la revista argentina Ajedrez de la desaparecida Editorial Sopena y también en la revista estadounidense Chess Review. Para esta crónica, seguiremos lo publicado por Román Torán en su "famosa" columna ajedrecística del periódico La Vanguardia:
La verdad es que hasta cuando Tal perdía su partida era interesante, como lo fue aquí su sacrificio de alfil. No podía ser de otra manera...
Bhend consiguió al final del torneo el 10º puesto, de ¡16 ajedrecistas participantes!, número éste precioso para organizar un buen torneo internacional de ajedrez y que hoy, la mayoría de los organizadores mundiales han olvidado, posiblemente porque ignoran la historia del ajedrez y lo que es peor, nadie se las cuenta (¡espero que puedan leerme!). Estimados lectores, no se trata de alegar que en la actualidad ya no hay fondos para organizar torneos internacionales de ajedrez así. No. Se trata de distribuir el dinero que se maneja (en muchos casos, ajeno) de forma adecuada y conveniente.
Aparte de derrotar a Tal, entre las víctimas de Bhend estuvieron Barcza, Donner y Keller.
Queridos amigos, para organizar cosas en este mundo hay que hacerlas bien (!?). Todo lo demás que no sea así, que es lo que sucede en esta época actual con el AJEDREZ, es "mediocridad" pura:
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