En 1968, con 17 años, Anatoli Kárpov ingresó en la famosa Universidad Estatal de Moscú para estudiar en la Facultad de Mecánica y Matemáticas.
Durante los últimos meses de aquel año y primeros del siguiente, Kárpov jugó el Campeonato de Ajedrez de aquella prestigiosa Universidad que contó con la presencia de 14 ajedrecistas que jugaron por sistema de Liga.
En este evento, señala Roshal, la mayoría de los participantes tenían fuerza de "Maestro Soviético del Deporte".
El torneo se desarrolló en una de las múltiples salas que tenía el edificio rascacielos central de la Universidad, de imponente arquitectura, como se muestra en la foto:
La llamada MGU (Universidad Estatal de Moscú
Para la posteridad se han comentado varias partidas de Tolia de este certamen. A saber, contra su buen amigo Gik (comentada por el propio Kárpov, por Angel Martín y por Studenetzky & Wexler); contra Vibornov (por Karolyi); contra Sujanov (por Karolyi & Aplin en el libro de finales que escribieron sobre Tolia) y contra Pronin (por el libro sobre Kárpov de O'Connell y Adams, por Markland, por Morán y por Studenetzky & Wexler).
Evgeny Gik, gran amigo de Tolia,
con el que ha escrito varios libros
Yo he seleccionado para esta ocasión la reñida lucha que se dió en la partida de la 4ª ronda entre Krasnov y Kárpov:
Reproduzca la partida en pantalla o descárguela en el siguiente enlace:
Kárpov ganó aquel torneo con 10 puntos de 13 posibles, sacándole una unidad de distancia a Ageichenko y Gik, que quedaron en segundo y tercer lugar ex-aequo. Señalar que en el octavo puesto quedó emplazado el que luego fuera un gran teórico del ajedrez soviético, Lepeshkin y en el noveno lugar se encaramó Estrin, pero no es Yakov, que sería campeón mundial por correspondencia (este último, de mucha mayor edad).
La cantidad de viajes para jugar al ajedrez obligaron a Tolia a cambiar de Universidad y de Facultad, pues se marchó al año siguiente a Leningrado a estudiar Economía, carrera universitaria que podía compaginar mucho mejor con el ajedrez, que las matemáticas, donde la asistencia a clase era casi obligatoria, por ser todas sus asignaturas de índole eminentemente prácticas, en donde se requería la continua presencialidad del alumnado en las aulas.
Con sólo 17 años entonces, amigos lectores, Caissa, la "reina del baile", ¡ya le había echado el ojo a Anatoli!:
Angel Jiménez Arteaga
aarteaga61@gmail.com
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