domingo, 8 de enero de 2017

Mikhail CHIGORIN – The Creative Genius – Por Jimmy Adams – Edt. New In Chess (1ª parte)

Ya cuando cayó en mis manos el libro sobre Zukertort, también del mismo autor y de la misma editorial, pronto supe que estábamos ante un gran trabajo histórico.

El libro de Adams sobre Zukertort

De hecho aquel tomo me sirvió para relatar aquí aquellos interesantes capítulos del primer Campeonato del Mundo Oficial, que disputó con Steinitz en 1886.

(Para ampliar la imagen que sigue haga <<click>> sobre ella):

Una de mis crónicas sobre el primer Campeonato del Mundo en "Paperblog"

El “lúcido” Jimmy Adams y lo llamo así para hacerle ver a los demás escritores de la historia del ajedrez que deben seguirlo y hacer cosas parecidas a las que él hace; desde 1991 hasta 2010 fue editor de la revista inglesa “CHESS”.

Jimmy Adams

Ahora esta nueva edición “ampliada” que me han traído sus Majestades Imperiales, los Reyes Magos de Oriente; sobre el padre de la Escuela Rusa, Mikhail Chigorin, está simplemente SOBERBIA (!!).

En este nuevo “tomo” hay ¡750 páginas! de HISTORIA del Ajedrez. 

El libro del que trata esta crónica


¿Y qué es lo que hace Adams que le distingue de los demás historiadores?.

Pues tiene cosas que también tiene este cronista; la principal, es que como a él, le gusta “recopilar”…

Mis crónicas son buenas porque los grandes personajes tienen tras de sí una gran legión de admiradores y biógrafos que escriben cosas sobre ellos. Hay que saberlas buscar, estimados lectores y ofrecerlas luego “trilladas”.

Entonces, seguro, que no pueden ser nunca ni malas ni subjetivas.

Manifiestan, lógicamente, la mayor realidad posible (!?).

A Jimmy Adams con este bonito libro le ha pasado lo mismo, que a mi por ejemplo, con mi aclamado serial de Internet llamado “¡Pase Mr. Bobby!”.

(Para ampliar la imagen que sigue haga <<click>> sobre ella):

Una de mis crónicas sobre ¡Pase Mr. Bobby!

El libro sobre Chigorin es bueno, porque Adams ha sabido buscar, desglosar, ofrecer y sintetizar todos los pensamientos anteriores sobre la gran figura rusa.

¡Enhorabuena pues para él y para la Editorial que lo patrocina, New In Chess!.

El libro contiene unas breves pero interesantes reseñas de lo que han opinado a lo largo del tiempo sobre Chigorin, otros ajedrecistas; la mayoría, estuvieron conviviendo con él en los grandes torneos.

Luego viene una biografía sobre el “padre ruso” relatada por Peter Romanovsky (!?).

Peter Romanovsky

Le sigue una reseña minuciosa de todos sus logros deportivos ordenados cronológicamente.

La primera parte del tomo es esencialmente una readaptación del libro titulado “Mikhail Chigorin: The Creative Chess Genius” y que fue publicado en el lejano 1972 con elementos tanto biográficos como con una colección de sus mejores cotejos y cuyos autores fueron Alexander Narkevich, Alexander Nikitin y Evgeny Vasiukov.

Nikitin, a la derecha, famoso luego por ser entrenador de Kaspárov

Trata de sus comienzos en el Gatchina Orphans Institute, en el Café Dominic (recomendable sería ir allí y buscar el lugar exacto donde estuvo ubicado), sus primeros pinitos como editor del “Chess Sheet”; sus primeras victorias sobre compatriotas rusos.

Le siguen reseñas y partidas de sus primeros torneos en el extranjero: Berlín 1881, Viena 1882 y Londres 1883.

(Para ampliar la imagen que sigue haga <<click>> sobre ella):

El Torneo de Londres de 1883

Su conversión luego a “ajedrecista profesional” (¡qué vida tan bohemia aquella, pero qué gratificante – y no la de la mayoría de nosotros, que actuamos como “borreguitos” dentro de nuestras empresas, normalmente mal dirigidas…).

Le sigue la narración de su primer match con Steinitz (¡qué disputados fueron todos aquellos encuentros!).

El Torneo de Nueva York 1889. Viajar y jugar, viajar y jugar, viajar y jugar…

El “match” Chigorin vs Gunsberg de 1890.

El libro refleja entonces el gran antagonismo, eso sí, “creativo” que surgió en aquella época entre Steinitz y Chigorin.

Sigue con la reproducción escénica del match por telégrafo de 1890/91.

Luego, su “match revancha” con Steinitz, de nuevo en la vieja (pero culta) Habana.

Chigorin y Steinitz

Las famosas noches blancas de San Petersburgo 1893, donde disputó su encuentro individual con otro hito del ajedrez, el Dr. Siegbert Tarrasch, que no se libró entonces de las festivas galas nocturnas en tal idílica ciudad…

El Dr. Tarrasch

Su actuación en el famoso Torneo de Hastings 1895 (el padre de todos los grandes torneos), donde ya aparecen tanto el gran Emanuel Lasker, como el “meteoro” del tablero, Harry Nelson Pillsbury!.

El bonito y completo libro sobre Hastings 1895

El Match-Torneo entre cuatro ajedrecistas entonces de postín: Lasker, Stenitz, Pillsbury y Chigorin que se disputó gracias a los zares en San Petersburgo 1895/96, en sistema de liga todos contra todos a <<seis>> esplendorosas vueltas…

Tenía que ser entonces los zares los que amaban y promovían el desarrollo cultural de su pueblo, organizando eventos así.

Otro gran libro

Hoy no. Hoy los dirigentes públicos del mundo, parece que sólo se preocupan de promover los “paraísos fiscales”, ofreciendo ventajas para que el dinero que se genera en sus reinos, salgan de los mismos en dirección hacia allí. ¡Y de suprimirlos de un plumazo! (en una tarde se podría hacer y FIN a la crisis económica internacional), de eso, nada de nada…

Bueno, luego hay excepciones como la de Vladimir Putin con Karjakin, en el reciente Mundial que disputó con Carlsen.

Putin apoya financieramente a su conciudadano (aunque Karjakin es de origen ucraniano – pero nacionalizado ruso…) pero no consigue, pese a ello, recuperar el título para su país; porque afortunadamente tenemos a Magnus “dinamita” Carlsen, que es netamente superior al resto de los ajedrecistas mortales (!?).

El último libro sobre Carlsen que los 
Reyes Magos también me dejaron

Y eso, por no decir, que la política ajedrecística deportiva de Putin en su país, apoyándose en Ilyummzhínov, actual presidente de la nefasta FIDE, es caótica; pues con mucho dinero, “sólo”, no se consiguen las cosas…

El libro continúa ofreciendo una interesante perspectiva de Chigorin, pero como “persona”.

Le sigue crónicas de los torneos de Nuremberg y Budapest de 1896 donde Chigorin ya se mostraba auténticamente, creativo y competitivo.

Pasa ahora a mostrar  “todos sus Campeonatos de Rusia”.     

Los eventos posteriores utilizando los “añorados” Gambitos (entregas de peones en las aperturas para vivificar el juego) en Viena y en Brighton.

Y concluye esta primera parte del  tomo con los fervorosos años finales y un epílogo.

Mikhail Chigorin, padre de la Escuela Rusa

¡Vivir para ver! y en este caso también, ¡vivir para leer!...

(…continuará).
      

Fdo.- Angel Jiménez Arteaga

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