domingo, 5 de junio de 2016

Sobre el Congreso celebrado en Tenerife “El Ajedrez, herramienta educativa en el aula” (XII)

Domingo 22 de mayo: de 10,30 h. a 11,00 h.
“Coloquio y preguntas”.

Comenzó entonces un interesante coloquio entre los ponentes y asistentes 

"Los cinco fantásticos"

y así Marta Amigó contestó a una pregunta de cómo se organizaba el ajedrez educativo en la etapa infantil, realzando una importante “combinación”: la que se produce en la práctica con la organización de torneos en los recreos (algo que estimula mucho a los niños) y la teoría que se imparte en el aula-taller ya de forma obligatoria.

Le pregunté a Daniel Escobar si conocía algún niño que “aborreciera” el ajedrez.

Comentó que siempre se encuentran con dos o tres niños que a priori no muestran demasiado interés en el juego-ciencia y por eso el maestro tiene que prestar mucha atención desde el principio para evaluar el “nivel” de cada alumno.
Los rasgos básicos de comportamiento en ese tipo de niños son que siempre pierden cada vez que juegan, no lo entienden, tienen miedo a perder y sobre todo no quieren equivocarse.
Ahí, en ese tipo de situaciones debe aparecer la “mano izquierda” del profesor: Hay que buscarle al niño otras alternativas para que pierda el miedo y se integre poco a poco en la clase; por ejemplo se le indica que actúe de árbitro, que realice algún trabajo manual para destacar un torneo, motivándole, al indicarle que el mismo se colgará en el tablón de anuncios del colegio, etc.

Torneo colegial

Enseguida Marta Amigó se unió a la respuesta: Claro que todos los docentes os encontraréis con niños así. Pocos, pero los hay. Hay que estar preparados para trabajar entonces otro tipo de actividades “constructivas”: Que preparen una historia, un cuento, algo distinto para que también se lo pasen bien. Que cogan letras, que hagan palabras… en definitiva, hay que intentar que se motiven, porque la idea no es más que sorprender a los niños para que puedan aprender bien.

Trabajo manual con el Ajedrez

Leontxo García también saltó a la palestra, al respecto: “Es muy raro que un niño aborrezca el ajedrez”, dijo. “Si acaso, salvo casos excepcionales y sobre todo si los monitores están mal formados”, aseveró. Y apostilló la pregunta comentando algo muy  importante: “Hay que conseguir que los niños aprendan jugando y jueguen aprendiendo. Como podréis suponer es muy difícil que un niño rechace todo ésto”.

Luego al propio Leontxo le preguntaron su opinión sobre aquellos padres que exigen resultados competitivos a los niños. “Muy mal hecho”, dijo. “En ningún caso los niños pueden ir obligados a los torneos de ajedrez”.

N.d.l.r.: Una cosa es la disciplina que como padres debemos imponer muchas veces a nuestros hijos y otra cosa muy distinta y perdonen la expresión, es “hacer el payaso” al respecto. El daño que se le causa a los hijos cuando se actúa así es irreversible.

Escobar comentó entonces que muchas veces se ha dado el caso de padres que acuden a los profesores docentes para que les expliquen el por qué del bajo rendimiento competitivo de sus hijos. Fue contundente en la respuesta: “El talento lo tiene el niño y  no el profesor”…

Amigó terminó también aseverando que el objetivo principal es que los padres valoren que su hijo disfruta y que se lo pasa bien. No se trata pues de ganar o perder, se trata de aprender a disfrutar.

Señaló entonces Leontxo García, el por mi llamado “Maestro de maestros del periodismo ajedrecístico internacional” (fíjense al respecto lo trascendental de esta frase: La primera palabra “Maestro” va con mayúsculas y la segunda “maestros” – esa ya va con minúscula) que en sus 33 años de periodista, escritor y conferenciante, ha habido dos veces en su vida en que verdaderamente lo pasó muy mal:

Una, cuando una vez estuvo junto a las Brigadas Blanquiazules del Espanyol o con el Frente Atlético en Salamanca (ambas, aficiones “ultras” del mundo del fútbol) y la otra fue cuando se vio obligado “moralmente” a escribir un artículo sobre ajedrez que tituló “Niños prodigio, padres suplicio”.

Y dicho artículo inmediatamente surgió cuando observó de cerca, en un Campeonato Mundial Sub-10, como un niño de 10 años se estaba jugando entonces una medalla si ganaba su partida de la última ronda. De hecho el cotejo ya lo tenía ganado cuando lamentablemente cometió un error (“Los errores siempre están ahí, esperando a que se cometan”. Savielly Tartakower) y entonces perdió la partida y vio en directo como entonces su padre le echó una bronca impresionante delante de todo el mundo (?? – Jugada desastrosa en la jerga ajedrecística).

El “padre modelo” de un niño ajedrecista que compita es aquel que ve, observa, pregunta y al final no dice nada…

Fue célebre en su momento el implacable marcaje
de Rustam Kamsky a su hijo Gata Kamsky

Se le preguntó a los ponentes su opinión sobre las virtudes del ajedrez para las personas ciegas y Daniel Escobar puso un ejemplo muy cercano. Su padre es ciego y juega al ajedrez tocando las piezas y se ha adaptado muy bien a él.

Interrumpió Leontxo para para poner el ejemplo del MI invidente serbio (formado en la antigua Yugoslavia) Milenko Cabarkapa, campeón del mundo de ciegos en 1966 y 1970, cuando le dijo personalmente a Leontxo una frase ajedrecísticamente hablando, lapidaria:

“Los ciegos vemos con la mente”, ¡aseveró!.

(Para agrandar la imagen que sigue, haga click sobre ella):
Otro gran campeón del mundo de invidentes

¿Es necesario el uso de relojes de ajedrez en la fase práctica de la metodología ajedrecística?, le preguntaron a Marta Amigó:

“Normalmente en niños pequeños no hacen falta los mismos. Suelen acabar rápido y en la media hora de los recreos, cuando compiten, la mayoría de las partidas acaban y las que no, se negocian entre ellos mismos y los maestros. Todo depende de la posición y del contexto en que se realicen”, concluyó.

Este cronista, ¡feliz con el momento que estábamos viviendo!, no desaprovechó la oportunidad para preguntarle a nuestra experta psicopedagoga tinerfeña, Lorena García, su opinión personal sobre el impacto que de siempre ha tenido la psicología en el mundo del ajedrez, pues curiosamente existen muy pocas profesiones donde hayan tantos partidarios (y tal vez por ello, también detractores).

Psicología y Ajedrez

Aproveché pues y le dije que comentara las siguientes frases históricas:

“El ajedrez es una competencia entre dos personas
     donde está involucrado considerablemente el ego”.
Dr. Reuben Fine (1914-1993), uno de los mejores jugadores de ajedrez del mundo en los años treinta y luego fue un experto “psicoanalista”, autor del famoso libro “Psicología del jugador de ajedrez”.

Reuben Fine

Dijo Lorena García que el ego se refleja sobre el tablero mayoritariamente por aquellos ajedrecistas “optimistas”, aunque luego para obtener el éxito deben ser realistas y valorar objetivamente dónde tienen que mejorar.

Leontxo García comentó que suelen destacar mucho aquellos ajedrecistas que durante una partida son capaces de hacerse así mismos preguntas “fantasiosas” como ¿qué pasaría si efectúo un plan de ataque abriendo tal columna aunque me cueste un alfil?. Luego, dicho acto fantasioso, en muchos casos, se convierten en combinaciones muy brillantes (!?).

“La única cosa que los jugadores de ajedrez tienen en común es el ajedrez”.
Lodewijk Prins (1913-1999). Maestro Internacional, participante en 12 Olimpiadas con su país, Holanda.

Lodewijk Prins

Lorena García no se mostró nada de acuerdo con esta frase, porque indicó que precisamente el Ajedrez Educativo se aplica hoy ya en el aula al objeto de desarrollar en el niño sus habilidades sociales básicas, como bien desarrolló en su ponencia.

“Eso podría suceder si la inteligencia sólo la aplican para jugar al ajedrez”, concretó.

“Yo no creo en la psicología. Yo creo en las buenas jugadas”.
Bobby Fischer (1943-2008). Undécimo campeón del mundo de ajedrez y considerado unánimemente como el mejor ajedrecista de la historia. Este cronista aún se queda prendido cuando ve en las redes sociales cómo aparecen cotidianamente muchas más fotos de él que de ningún otro…

Bobby Fischer

Lorena García comentó que aunque lo dijo, el propio Bobby Fischer demostró tener un control emocional muy grande durante sus partidas, porque es evidente que a esos niveles (y recordó los matches Kárpov vs Kaspárov) el estrés emocional y psicológico es muy fuerte.  

Leontxo García aprovechó para comentar que su siguiente ponencia iba a versar sobre este ajedrecista: “Bobby Fischer: Un genio en jaque perpetuo” se titula y allí iba entonces a demostrar cómo un genio mal educado puede caer en una enfermedad grave.

Este cronista tiene mucho que decir al respecto, ¡en defensa de Bobby Fischer!, pero les adelanto ya aquí algo:

¿Y qué me dicen de la enfermedad grave (la auténtica, porque daña a la sociedad mundial), lo que yo llamo “la mentirosis patológica múltiple” (por mala educación recibida) que se da en la mayoría de los políticos (por no decir en todos y cada uno de ellos) de este mundo?. Al tiempo, que ya escribiremos sobre ésto…

Pero les dejo, a modo de ejemplo, como muestra ¡un botón!; un vídeo que apareció recientemente en las redes sociales y que me impactó mucho y eso que quién les escribe ¡es de izquierdas!:

Un líder en sus comienzos

Sirva este vídeo para realzar una vez más las virtudes pedagógicas que puede tener el ajedrez como herramienta educativa en el aula, porque como dijo Emanuel Lasker, 2º campeón mundial y aparte matemático y filósofo:

“En el tablero de ajedrez la mentira y la hipocresía no sobreviven por mucho tiempo. La combinación creativa desnuda la presunción de la mentira y el hecho implacable que culmina en jaque mate, rebate al hipócrita”.

“Sólo guardo rencor a algún psicólogo, pero nunca a un Gran Maestro de ajedrez”.
Boris Spassky (1937). Décimo campeón del mundo que aún sigue entre nosotros (!!).

 Boris Spassky

Lorena García dijo de esta frase que evidentemente los psicólogos se equivocan muchas veces también y cuando se le requirió su opinión sobre aquel parapsicólogo famoso, Vladimir Zhukar, que influyó negativamente sobre Viktor Korchnoi en su match del Campeonato del Mundo de 1978 ante Kárpov (y del que pusimos un vídeo ilustrativo en la séptima crónica):


Lorena García fue “expresiva”: Pudiera haber alguna verisimilitud, pero cuando una persona de ese nivel está en buena forma física y mental es muy difícil que esto ocurra.
Los problemas psicológicos suelen influir más en personas renqueantes…

De esta forma terminábamos esta rueda de preguntas y respuestas y acto seguido se procedió a un DESCANSO de 11,00 h. a 11,15 h.

Aquello fue un momento bueno para ir a por un café que supo muy bien, tomado lentamente, a pequeños sorbos y que sirvió para valorar con perspectiva todo lo que había visto y escuchado hasta aquellos momentos.

Lo bueno era que ¡todavía quedaban dos ponencias más!.

“¡Por favor, que no acabe!”, me decía en mis adentros…

El más grande "niño prodigio" del Ajedrez
  
Crónicas anteriores:













(…Continuará)


Angel Jiménez Arteaga
aarteaga61@gmail.com

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