martes, 12 de abril de 2016

Ahí está, es él : ¡Se llama Emanuel Lasker! (IV)


Con la colaboración de Wolfgang Amadeus Mozart
Hoy: Cuarteto de cuerda nº 4, K157.

Tras el “6º Congreso del Ajedrez Alemán” celebrado en Breslau en Julio de 1889, la próxima parada de Emanuel Lasker sería Amsterdam, donde del 26 de Agosto al 31 del mismo mes (es decir en 6 días), Lasker jugó en un torneo de 9 jugadores todos contra todos (sistema de liga) a una vuelta, es decir que en seis días jugó 8 rondas, demostrándose una vez más, que la generación actual es muy “endeble” (este cronista les pone el “mote” de “La generación del yoghourt”)…

De estas cosas históricas hay que aprender. ¿Qué pasa?. ¡Qué antes la gente no se cansaba!...

En la primera ronda de este magno certamen, Lasker (con las piezas blancas) se enfrentó a Bauer, uno de los fuertes invitados a aquel torneo holandés, aparte de Gunsberg, Mason y Burn.

Gunsberg

La partida “Lasker-Bauer” es un cotejo “modelo” que ha servido para ilustrar la fuerza de la pareja de alfiles a lo largo de la historia. Aquí, uno se estrella en “h7” y el otro en “g7” (!!).

Ese encuentro es el primer gran conocido de Emanuel Lasker y ha sido comentado a lo largo de los años por un montón de especialistas.

A saber (todos en sus libros respectivos sobre Lasker): Por “Reinfeld y Fine”, por “Nepomuceno”, por “Varnusz”, por “Coria y Palau” (los autores del libro de la Edt. Sopena argentina), por “Soltis”, por “Garry Kimovich Kaspárov” (en el tomo I de “Mis geniales predecesores” – La Biblia del Ajedrez) y por último, también por John Nunn, en el libro nuevo editado recientemente en castellano que como ya saben se titula:

“CURSO DE AJEDREZ DE JOHN NUNN
– Gane técnica y tenacidad en ajedrez estudiando las partidas de Emanuel Lasker”.

John Nunn

Ha sido usando este último libro donde este cronista la ha vuelto otra vez a ver (¡y van!…).

La verdad es que Bauer no jugó bien en defensa y hubo un momento en donde sólo tenía dos piezas defendiendo su enroque por ¡cinco! del gran Lasker que atacaban con “ahínco” el mismo.

Lo que ocurrió después de este momento estelar, es bellísimo y les recomiendo a todos aquellos que todavía no hayan visto esta partida, ¡que la vean!.

Precioso cotejo, como precioso fue, queridos lectores, el Cuarteto de cuerda nº 4, K157 de Mozart, que vamos a escuchar a continuación.          


Wolfgang Amadeus Mozart:

Cuarteto de cuerda nº 4 en do mayor, K157

1)       Allegro = 5’ 22”
2)       Andante = 5’ 01”
3)       Presto = 1’ 55”

Compuesto en Milán entre finales de 1772 y comienzos de 1773 (Mozart con 16 años).

Apasionados por Mozart

Mozart legó a la posteridad un importante conjunto de obras para cuarteto.
Mientras que en los primeros cuartetos parte de los modelos italianos, los últimos muestran ya claramente la genialidad e inconfundible personalidad del compositor.
Este cuarteto corresponde a un Mozart jovencísimo, que presenta clara influencia italiana, sobre todo de la música de cámara de autores de la época, especialmente de Giovanni Battista Sammartini.
   
(Si desea escuchar el cuarteto de cuerda que sigue, haga “click” encima del enlace):

  
(Continuará)

Angel Jiménez Arteaga
aarteaga61@gmail.com

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