viernes, 12 de febrero de 2016

José Raúl Capablanca: A Chess Biography – Miguel Angel Sánchez (XXV)


Capítulo IX: El Campeonato del Mundo de 1921 (y X)

11ª partida. 13 de Abril de 1921
Blancas: Capablanca  Negras: Lasker

Esta partida después del 2-0 en el marcador vio a un Lasker apático y sin confianza, contra el optimismo que manifestaba el maestro cubano.

Tras la apertura, aunque la posición negra era sólida y libre de defectos estructurales, sin embargo también era insoportablemente rígida, con escasas perspectivas de liberación.

En su intento de conseguir “espacio” Lasker tuvo que crear debilidades, que las blancas explotaron gracias a su mayor movilidad.

Al no haber alfiles de casillas negras, Capablanca se planteó situar un caballo en “d6” apoyado firmemente por su peón en “e5”.

Antes de emprender acciones contra el rey enemigo, Capablanca aclaró la situación del otro flanco, para quitar al negro cualquier posibilidad de contrajuego.

Así, Capablanca pasó al ataque y las negras sufrieron debido a la terrible presión sobre su posición, principalmente sobre su peón “e”.

Los errores de Lasker precipitaron el desenlace final y de este modo Capablanca consiguió su tercera victoria.

¡3-0!.

Lasker, triste, abandona.


12ª partida. 16 de Abril de 1921
Blancas: Lasker  Negras: Capablanca

Lasker juega una idea de Tarrasch y Capablanca cae en un juego difícil. Pero Lasker pronto se equivoca y da paso a una combinación que es totalmente errónea.



Las blancas quedaron con “dos torres y tres peones” contra “tres piezas menores”, lo cual calculado en unidades, supone una ventaja material considerable. Sin embargo la disposición de las fuerzas hizo que este cálculo tuviese poco valor material y para las blancas era imposible mantener sus peones del flanco de dama.

De hecho, al intentar recuperar uno de aquellos peones (sin importancia) Capablanca, ¡perdió la posibilidad de ganar la partida!.

Posteriormente quedó incluso en una posición difícil y Capa tuvo que emplear más de una hora en realizar ¡un solo movimiento!...

Tras intercambios precisos de jugadas, la partida terminó en tablas.

13ª partida. 19 de Abril de 1921
Blancas: Capablanca  Negras: Lasker

Lasker no se tiene en pie… .

Con negras ya no aspira a más que unas tablas. Se encuentra desmoralizado.

El maestro cubano, con tres puntos de ventaja, firma el empate.

Lo que hizo Lasker después de este match
es un ejemplo a seguir ¡por todos!:
"El hombre que se levanta es más grande
que el que nunca ha caído".


14ª partida. 20 de Abril de 1921
Blancas: Lasker  Negras: Capablanca

Tras la apertura, las blancas consiguieron una posición muy fuerte y las negras tuvieron que jugar con cuidado para evitar caer en una posición desesperada.

Lasker intentó atacar en el flanco de rey pero la posición de ataque fue más aparente que real.

Tras un error cometido por el maestro alemán, Capablanca ganó la calidad y en un bonito final, con suma técnica, la partida.

¡4-0!.

Emanuel Lasker, entonces, por recomendación de su médico abandonó el encuentro.

Miguel Angel Sánchez en su libro nos cuenta todos los detalles que se llegaron a recopilar sobre los motivos de aquella triste retirada.

Hacia el final de la cuarta hora, justo antes del control de tiempo, me sentí casi exhausto y, con varios errores evidentes, arruiné por completo mi plan estratégico”, se lamentaba.

Buscaba en el tablero como a través de la niebla y mi cabeza me dolía sospechosamente. Fue una advertencia y la escuché”, sentenció Lasker.

Así pues, Capablanca se adelantó considerablemente al programa, venciendo por 9-5 (+4 =10) y proclamándose así el “tercer campeón mundial” de la historia del ajedrez.



En su libro del match, Emanuel Lasker escribió unas muy bonitas y sinceras palabras que han quedado grabadas con “letras de oro” en la historia de la humanidad:

Einstein y Lasker ¡dos grandes amigos!


“Este encuentro me causó las dificultades que ningún otro me había creado, pero de todos modos fue un placer para mi. Es evidente que las condiciones externas no fueron favorables, pero el ajedrez de Capablanca fue todo un reto. Sus partidas son claras, lógicas y enérgicas. Nada es oculto o artificial en ellas. Su forma de pensar puede leerse en sus movimientos, aunque él quiera ser elegante. Cuando juega para tablas o para ganar, o cuando teme perder, sus movimientos expresan sus sentimientos de forma exacta. Sus ideas se reflejan en ellos incluso cuando pretende ser astuto. Pero a pesar de su claridad, sus movimientos no son estereotipados sino profundos.
No es amigo de situaciones complejas ni de aventuras, sino que quiere saber de antemano hacia dónde se encamina:

La profundidad de su juego es matemática, no poética.
Su espíritu es romano y no griego”.



Dicen los lugareños que todos los 20 de Abril en La Habana se contempla por las noches la luna con una gran tonalidad azul…

La Habana brilla ¡¡por Capablanca!!


(Para escuchar la canción haga click encima):


 
(Continuará…)
Angel Jiménez Arteaga

No hay comentarios: