Angel Jiménez - Las Palmas - 24/06/1981
Pasan los años, pero siempre recordaré con agrado el Torneo Internacional de Ajedrez de Las Palmas de 1981 y mi entrevista a Víktor Korchnoi, entonces disidente soviético de ajedrez y cuyo hijo estaba en prisión por haberse negado hacer el "servicio militar", porque tanto a él como a su madre le negaban el visado para salir de la URSS y reunirse así con su "admirado familiar" en Occidente.
Parece mentira que por el simple hecho de querer jugar al ajedrez, una persona se viera privada de muchas libertades, pero era algo intrínseco en la "desagradable" política comunista. La política de los líderes del pueblo (?!) que fracasara con el paso del tiempo con la caída del muro de Berlín, aquel histórico día del 9 de Noviembre de 1989 (cumpleaños de Misha Tal !!).
En aquella época yo realizaba crónicas para Radio Club Tenerife de la Cadena SER tanto en la sección de "deportes" que llevaba el popular periodista Xuancar como en el famoso programa llamado " El Club de la Tarde" que dirigían los famosos hermanos CARMELO/MARTÍN. No quisiera terminar de recordar aquella fantástica época de mi vida sin reseñar las innumerables charlas que mantuve con uno de los padres del periodismo insular, el sr. Gilberto Alemán (que había sido Director del periódico tinerfeño La Tarde) y que tanto me enseñara en cómo se debía calar hondo en los lectores (!!) … .
Seguidamente sigue la entrevista que se publicara en la primera página de la sección de deportes del magistral diario español "El País", una entrevista realizada con la "sana" intencionalidad de ayudar a un maestro que pasaba por grandes apuros personales. El tiempo, con la caída de aquel símbolo comunista, afortunadamente nos dio la razón !! :
Víktor Korchnoi, aspirante oficial al campeonato mundial de ajedrez, que debe enfrentarse antes de fin de año a su compatriota Anatoly Kárpov, no mide las palabras cuando se refiere a este último o a su país natal, la URSS. «Kárpov es el carcelero de mi familia», dice, y anuncia que si le vence se retirará del ajedrez.
La atracción del torneo internacional de ajedrez Ciudad de Las Palmas, que se celebra estos días en la isla canaria, es, sin duda, el propio Korchnoi, que antes había rechazado este mismo lugar como escenario para su choque con Kárpov. «En realidad, estas islas no me disgustan, pero me parece que aquí viven muchos rusos y, además, la URSS tiene instalada una base pesquera en las mismas. Todo ello influiría en contra mía durante el desarrollo del campeonato», explica ahora. Pero algunos especialistas opinan que el aspirante se quiso apuntar así una primera victoria psicológica sobre Kárpov, que había sido el que sugirió Las Palmas como sede para el mundial. Merano, una estación balnearia italiana, será finalmente el lugar de este match en la que se entremezclan más que nunca el juego y la política.
Kárpov-Korchnoi, Merano 1981
Desde que Korchnoi abandonó la Unión Soviética, hace cinco años -«yo no era un disidente político en mi país, sino más bien una persona que gozaba de privilegios; desde que me fui quisieron darle a mi salida un carácter político»-, su familia intenta obtener autorización de las autoridades soviéticas, para reunirse con él. «A mi familia la consideran como la de un enemigo del pueblo y le han propuesto que me censuren y cambien de apellido por mayores facilidades de movimiento entre los países del Este», señala. Su hijo, que se negó a alistarse en el Ejército, lleva dos años y medio en Siberia. «En otras naciones si no se quiere ir al cuartel permiten a uno que deje el país sin que pase nada. En la URSS esto no es posible», añade Korchnoi.
Otros odios
El ajedrecista apátrida considera íntimamente ligados su problema familiar y su aspiración por el título mundial de ajedrez. «Kárpov», señala, «no sólo es mi adversario en el juego, sino también mi enemigo político, el carcelero de mi familia. Si le gano en Italia las autoridades rusas no permitirían que me enfrentara con sus máximas figuras. Me retiraría, por tanto, con el título». Cita el caso del célebre Alekhine (Aliejin), otro disidente, que primero fue criticado por la URSS y que, tras proclamarse campeón del mundo, fue respetado. Hoy, en su memoria, se celebran torneos en aquel país. «Yo no dudo que los rusos intenten levantarme un monumento en la plaza Roja si a mí me ocurriera lo mismo», indica Korchnoi.Pero Kárpov no acapara todos sus odios. Nombra a otro ajedrecista ruso, Tigran Petrosian, y dice que «éste ya no es mi enemigo político, sino mi enemigo total; de ésos a los que a uno le gustaría cortarlo en trocitos», dice entre risas. Por su parte, Bobby Fischer le parece el mejor jugador de ajedrez de todos los tiempos. «Es un hombre que ahora gana mucho dinero con la publicidad, y del que no creo que vuelva a jugar al ajedrez. Tiene miedo de salir en público».
El antiajedrez es el título de un libro en el que Korchnoi cuenta lo que ocurrió en su anterior confrontación, hace tres años, con Kárpov, en Baguío City (Filipinas), por el título mundial. «Entonces la URSS», dice, «contrató a un parapsicólogo, Vladimir Zukhar, para interceptarme mentalmente durante el juego. En Merano no me va a suceder lo mismo. Yo ya tengo mis propios Zukhar». Nunca el ajedrez desató tantas pasiones.
Protesta
Por otro lado, la federación de la URSS presentó una protesta contra el presidente de la Federación Internacional (FIDE), Fridrik Olafsson, por su decisión de aplazar un mes el comienzo del encuentro por el título mundial.Finalmente, hay que decir que Korchnoi tan sólo logró hacer tablas con el maestro holandés Timman en el Torneo Internacional de Las Palmas. Su segunda partida con el danés Larsen quedó aplazada y se espera un final complicado. Pero esto es la tónica general, por lo que por ahora no se puede hablar de favoritos. Hay un triple empate en cabeza entre Larsen, Timman y Seirawan, todos con 1,5 puntos y una partida aplazada.
Esperando que os haya gustado este artículo rescatado del pasado,
Recibid un cordial saludo,
ANGEL JIMÉNEZ ARTEAGA
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