lunes, 11 de diciembre de 2006
A la memoria de "Devik" Bronstein
"¡Se distinguen en el tablero once peones, que habrían podido ser jugados!. Aparentemente las piezas se encontraban tan fascinadas que denegaron a los peones su derecho a moverse. Los otros cinco peones desaparecieron y debemos asumir que desempeñaron uno u otro papel. ¿Qué tenemos ahora en el tablero?. Una columna abierta que atraviesa la mitad del campo de batalla y el rey negro anclado en el centro. Sí, la posición negra no parece buena. Las blancas desean hacer una bella jugada, esperando que sea decisiva y su atención se concentra en el movimiento 15.g3. Después de que el alfil negro capture la torre de "h1" y de que el infante blanco elimine el caballo de "f4", las blancas tienen posibilidades de vencer en pocas movidas. Después de todo, tienen la fuerte pareja de alfiles, un caballo en posición agresiva y la opción de dar jaque con la torre. ¿Qué más se puede pedir?.
Pero, ¡ay!, en realidad tuvo lugar una larga y fatigosa batalla...".
DAVID BRONSTEIN en Aprendiz de Brujo.
Estimados listeros:
Ahora que la máquina (una vez más) venció al hombre, pero de un modo un punto más preciso: ganó al Campeón Mundial en un Match a seis partidas; puede ser que sea el momento de retomar el siguiente artículo sobre Fischer, que me ha llevado ocupado varios días en hacerlo. No sin antes comentar que el sabor que se nos queda tras la derrota del ajedrez humano es bastante amargo. Cierto es, como dice J.M. Ramos, que no ha habido gran diferencia de juego entre Deep Fritz y Kramnik, pero la derrota humana le resta nuevamente a nuestro querido juego ciencia el halo, la vitola, la aureola que tenía, de ser una piedra de toque para el intelecto. Eso de que una máquina le pueda a la mente (chips vs neuronas) nos deja, aunque intentemos quitarle importancia, ciertamente muy tristes. Se rompe aparentemente el encanto que tenía el noble juego, que lo había hecho resistir al paso de tiempo a través de los siglos y siglos de su existencia, como algo incapaz de vencer (dominar) por la mente humana… .
Pero ¡no olvidemos que al fin y al cabo, las máquinas las hacen los humanos!.
Así que:
TRES HURRAS PARA EL PROGRAMADOR DE FRITZ-10: MATHIAS FEIST !!.
Fan de Fischer. ¿Y quién no?. Leer su historia y estudiar sus partidas constituyen un gran placer. Al menos, leer la parte de su historia que tiene que ver con el ajedrez, que es la que nos gusta. La historia del genio, como persona, es menos interesante; aunque a veces emitamos opiniones sobre el mismo, que no están fundadas en el conocimiento de su introvertida personalidad. ¿Paranoia?. Muchos colaboraron con su actitud a que así fuera… .
Tras ojear el libro de Steinitz y después de lo comentado en días atrás en este foro sobre Bobby Fischer, me puse a ver la influencia que los clásicos tuvieron sobre el afamado jugador USA, hoy de nacionalidad islandesa. Para ello escogí dos de sus libros: "The Unknown Bobby Fischer" y "A legend On de Road – Bobby Fischer´s 1964 Simul Tour".
Los americanos tuvieron en aquel año una gran oportunidad de ver de cerca a su genio. Recorrió EE UU y Canadá de costa a costa. Con entretenidas lecturas, un alto nivel de juego ofrecido en sus simultáneas y una personal forma de conquistar a nuevos admiradores.
Y a modo de ejemplo (hay otros muchos sobre lo mismo) , compilé todas las A perturas Vienesas (una de las aperturas clásicas por excelencia) que Fischer puso en práctica en aquellas simultáneas. Al menos todas las que se han podido guardar al día de hoy. Cada día surgen nuevas partidas sobre el asunto. Fischer, por ejemplo, en una de aquellas conflictivas entrevistas ofrecidas a la radio filipina, hace un par de años, indicó que entre el material que le incautaron él poseía un montón de partidas de las simultáneas que ofreció en el año 1.971 en Argentina y que tenían muchas de ellas un gran significado no sólo histórico sino "teórico".
Recorramos ahora por orden cronólogico los lugares por donde puso en práctica esta apertura romántica del S.XIX, sin duda alguna, influenciado por la lectura de los grandes libros del pasado:
Montreal - 23 de Febrero de 1.964 (+46, -5,=4).
Fischer-Jobin.
La liga de ajedrez de Montreal se suspendió para ver aquella tarde de domingo a Fischer. Hubieron algunos maestros y muchos expertos en aquella simultánea. La sesión comenzó a las 14,30 h. en la Biblioteca de la Universidad de St. George Williams, 1435 Drummond Street. Habían dos premios para los que pudieran vencer o entablar frente a Bobby: Un año de suscripción a la American Chess Quaterly y un libro de ajedrez a escoger del stand del torneo. La exhibición duró tres horas. El tiempo medio de respuesta de Bobby fue de seis segundos por jugada. Era su segunda visita a Montreal. La primera la había realizado con tan sólo trece años (El Open de Canadá de 1.956). Se le vió siempre en todos lados junto a su inseparable carterita de ajedrez portátil. No quiso realizar entonces ninguna entrevista. Con tan sólo veinte años ya hizo uso de una de las excentricidades que volviera a repetir en 1.992: Contestar sólo a preguntas que se le suministraran por escrito !?.
En la partida donde puso por primera vez en práctica su primera Apertura Vienesa conocida, Fischer innova en la jugada 5 (no sigue el camino sugerido por Tartakower y puesto en práctica por Mieses a principios del S.XX, en Hastings, 1.905 y en Dusseldorf 1.908). Bobby entregó su dama por dos torres y el rey negro fue llevado a una red de mate.
Fitchburg – 2 de Marzo de 1.964 (+49,-5=2).
Fischer-Dondis.
Llegó Fischer a Fitchburg por coche. ¡Y tuvo algún problema con el tráfico!. Su chófer y acompañante, Fred Lawrence tuvo que frenar bruscamente ante la salida en una curva de un perro y acabaron en la cuneta (?!). Ilesos pero con el susto en el cuerpo… .
Bobby apareció en el Wachussett Chess Club en el First Parish Church hall, el lunes 2 de Marzo a las 19,00 h, para acto seguido proceder a dar una lectura de su famosa partida con Botvinnik en la Olimpiada de Varna de 1.962. A las 20,00 h. comenzó la sesión de simultáneas que se mantuvo en vilo hasta las 23,40 h.
The Evening Gazette de Worcester, lo catalogó como el Cassius Clay de los pesos pesados del ajedrez. Destaca la elegante presencia de Fischer en la simultánea vestido con un impecable y caro traje de estilo Continental, zapatos húngaros, camisa de 35 $ y elegante corbata (!?).
Concedió una entrevista en donde destacó que después de los cuarenta, el ajedrecista pierde fuerza sobre todo en lo que se refiere a soportar un match por el título de campeón mundial de un mínimo de 24 partidas. Recalcó que para ser un gran campeón se requiere de una muy buena memoria, imaginación, habilidad para concentrarse, fuerza psicológica para adentrarse en el pensamiento del rival, y lo más importante de todos, la sed de victoria. También indicó que le encantaba vivir sólo, aunque en realidad siempre estaba de torneo en torneo, o como en aquellos momentos, de exhibición en exhibición.
El rival de esta partida Harold Dondis, natural de Belmont, era el Presidente de la Asociación Ajedrecística del Estado de Massachusetts. Fischer entró en una línea dudosa pero que la había escogido, según sus palabras, por haber sido analizada por el maestro de Nueva Inglaterra Weaver Adams, al que conocía y que recientemente había fallecido. De hecho este jugador fue el encargado de repasar esta línea de juego en la segunda edición del tomo C de la famosa ECO. Según Rybka, el fatal desenlace del gran jugador americano se podría haber postergado si al final hubiese jugado de otro modo, aunque con peón de menos y sin demasiada compensación su suerte había quedado ya sentenciada.
Wichita – 4 de Abril de 1.964 (+37,-1,=2)
Fischer-Carson.
Aquella noche Bobby jugó contra cuarenta adversarios en la Universidad de Wichita, en el Campus Central de Actividades.
Fischer comentó que consideraba a Morphy como el mejor jugador del mundo, de haber estado vivo en aquellos momentos, pues con su facilidad para el estudio, tardaría muy poco para ponerse al nivel teórico de 1.964 y entonces demostrar su gran fuerza práctica.
Cuando le preguntaron por el entonces campeón mundial, Petrosian, respondió poniendo una posición de un final reciente que se le había presentado al campeón armenio en una de sus partidas, para demostrar a los presentes que Tigran, conocía muy poco de los entresijos de aquel final (!?).
Antes de la simultánea dio una charla a los presentes sobre la partida del Torneo de Bled de 1.961 donde había derrotado a Efim Geller en 22 movimientos. Fischer tuvo blancas en una variante Steinitz diferida y cuando puso sobre el tablero mural su primera jugada: 1.e4 comentó a los presentes (con cierta gracia) que él "siempre hacía en su primera jugada el movimiento peón cuatro rey, justo como Steinitz lo jugaba antes de que se volviera viejo…" (!?).
Muchas de las partidas de este evento no fueron publicadas en el libro dedicado al Tour Continental, sino años más tarde, gracias a la aparición de un viejo boletín que se había publicado en Wichita en aquella época.
La partida más notable fue la Apertura Vienesa (!?) contra Keith Carson que era el mejor jugador de Oklahoma en aquel tiempo. Eventualmente se llegó a un final de una torre por bando, en donde sólo habían dos peones en el tablero y ambos de las blancas : el peón "f" y el peón "h". Carson había estudiado este tipo de final y pensaba que podía entablar, pero Bobby jugó como Capablanca y con constantes maniobras logró la victoria. Fischer jugó la partida en el mejor estilo de la Vienesa, siguiendo las pautas que mucho tiempo antes habían marcado Chigorin y Blackburne. Recomiendo que se vean la partida anexa de Chigorin. Desde luego se puede decir que los clásicos sabían jugar con sus Reyes !!. Cuando se llegó a la posición crítica aquí mencionada, hay que decir que el peso de lo que significa sesión de simultánea recayó sobre Carson, pues Fischer pidió una silla y ya no se movió de allí al ser la última partida en acabar… .
San Francisco – 13 de Abril de 1.964 (+38, -4, =8)
Fischer-Gross.
Bobby Fischer se midió aquel lunes a 50 oponentes en el Club de Ajedrez del Instituto de Mecánica. Aquella tarde escogió como lectura a una de sus partidas con Tal celebradas en el Torneo de Candidatos de 1.959.
Kurt Bendit señaló que la fuerte oposición encontrada por Fischer en San Francisco se debió principalmente a que en algunas partidas el llegó a jugar no sólo contra un oponente sino contra varios al mismo tiempo. En San Francisco, Fischer llevaba ya veinte exhibiciones de este tipo en aquellos dos últimos meses.
Al final de la sesión varios jugadores, entre los que se encontraba Henry Gross invitaron a Bobby Fischer a una cena especial en un restaurante en Chinatown. Su oponente en esta Apertura Vienesa ya había jugado contra el genial jugador en el U.S. Open de 1.957. Bobby comenzó aquella partida con 1.Cf3 y también terminó en tablas como la de esta sesión de simultáneas, en donde Fischer siguió al dedillo una vieja receta de Steinitz, en el que en el medio juego disfrutó de una ligera ventaja en un final de piezas mayores, debido a la gran actividad de las mismas. Sin embargo no logró acertar con el mejor despliegue sobre el tablero y quedó un poquito inferior. Su rival tampoco acertó posteriormente, hasta llegar más tarde a una posición diabólica en donde Rybka propone un truco táctico para las blancas que como mínimo gana un peón. La lucha continuó por cauces más seguros y al final se llegó al empate.
Sacramento - 15 de Abril de 1.964 (+47,-2=1)
Fischer-Holgerson
Bobby Fischer cogió el autobús desde San Francisco a Sacramento, donde llegaría a las 18,45 h de la noche de la exhibición en donde se enfrentó a cincuenta jugadores, en la base aérea norteamericana de McClellan, que era dirigida por el Presidente de la Federación Estadounidense de ajedrez, el Coronel Ed Edmondson, que tuviera luego en el match de 1.972 de Reykjavik un papel fundamental defendiendo los derechos del irascible fenómeno del ajedrez. La simultánea duró 2 horas y media y antes de la misma, a solicitud de uno de los participantes, el Dr. Alex Janushkowsky, Fischer improvisó su lectura de aquella noche, charlando sobre las vicisitudes de una partida suya que había jugado con Addison del Campeonato USA de 1.963-1.964. Las crónicas comentaron que lo llegó a bordar, sobre todo considerando que no la traía preparada de antemano, pues reprodujo sobre el tablero mural la partida, sin utilizar notas, de memoria (¡fotográfica!) y con todo tipo de análisis lógicos y precisos. ¡Ahí es nada!.
Fischer sugirió a la audiencia que deseaba que no le fotografiasen, porque odiaba la luz emitida por los flashes, algo que mucho más tarde tuvo mucha trascendencia en su vida (con continuas quejas), pero con hechos como éste, demuestran que su sensibilidad a la luz era algo enteramente genuíno y no producto de ningún tipo de treta psicológica… .
Uno de los participantes en aquella simultánea, George Flynn, destacó la nobleza de Bobby, cuando recibió su propuesta de tablas en una posición en donde a su juicio él se encontraba con un peón de más y no veía demasiada compensación del genial contrincante. Bobby, nada arrogante, se tomó en serio su propuesta y tras meditar un largo rato, prefirió continuar jugando un poco más. Al final llegó el inevitable empate y Fischer le mostró todo el cálculo que había realizado, para corroborar su actitud por seguir desde aquel ofrecimiento en adelante, algo que no todos los campeones hacen con jugadores de más bajo nivel (!?).
Muchos de los allí presente, tras el acto, acompañaron a Fischer a comer pizzas y cervezas en el Shakey, donde estuvieron animosamente hablando de ajedrez hasta las tres de la madrugada (!?).
Mark Holgerson fue uno de los afortunados en ganar a Bobby en la Apertura Vienesa que disputaron en el tablero. Era natural de allí, de Sacramento. Fischer jugó una rara variante 4.Df3, que era un sucedáneo de una vieja línea empleada por Spielmann: 4.fxe5, Cxe4 5.Df3. El jugador de Sacramento, que tenía 17 años en aquellos momentos, jocosamente señaló que uno de los motivos por los que cree que le pudo ganar a Fischer en aquella simultánea se debió al tablero de ajedrez que compró para la ocasión: un tablero de metal con aparatosas casillas rojas y blancas… que posiblemente ¡desconcentraron a Bobby!.
Lo cierto es que Holgerson le ofreció un caballo que según las crónicas estaba envenenado, pero que para Rybka, Fischer debió habérselo comido, porque de aquella forma hubiera ganado la partida. Cosas que hoy en día muestra la impresionante tecnología a nuestro alcance, a las primeras de cambio… .
Santa Mónica – 19 de Abril de 1.964 (+45, -3 =2)
Fischer-House
Esta simultánea comenzó a las 14,00 h en el Club del Mar, 1910 Ocean Front de Santa Mónica. El evento duró tres horas y cuarto. Todas las cuestiones que se dirimieron en aquellos momentos tenían que ver con la participación o no de Fischer en el Torneo Interzonal de Amsterdam que se celebraría desde el 20 de Mayo hasta el 25 de Junio próximos. El renunció a su participación aún a sabiendas de que se sentía lo suficientemente preparado para luchar por la supremacía mundial directamente en un match con el campeón del mundo, sin tener que pasar las eliminatorias previas, que a su parecer estaban amañadas por los soviéticos. De hecho aprovechando aquella simultánea mantuvo una entrevista con un importante hombre de negocios de California, Alexander Bisno, que se comprometía encontrarle a Fischer a uno de los cinco mejores jugadores soviéticos (incluyendo a Petrosian) para enfrentarlo a él, al margen de la FIDE. En el contrato firmado por ambos, Fischer le daba a Bisno cuatro meses para que organizara el encuentro, algo que como todos sabemos, nunca se llegaría a celebrar; entre otras cosas porque el control de la FIDE en aquella época dependía de los propios soviéticos, que nunca permitieron tal posibilidad.
James House fue el jugador contra el que aquella tarde Fischer empleó la Apertura Vienesa. Bobby siguió una receta de Tartakower. Su rival se entretuvo y no apartó su rey de la columna central abierta y Fischer obtuvo posteriormente una posición ganadora que no acertó a rematar por varias veces, lo que permitió a las negras a zafarse de dicha presión acudiendo a la táctica. La partida se niveló, Fischer entregó su dama por las dos torres, pero no pudo hacer frente a las debilidades que se produjeron en su posición que le llevaron a la pérdida de varios peones sin compensación y de paso a la inevitable derrota.
Cicero – 20 de Mayo de 1.964 (+44,-1,=5)
Fischer-Fajkus
Ese día, el autor de estas líneas, cumpliría tres años y Bobby Fischer, en el momento en que se celebrababa la ceremonia de apertura del Interzonal de Amsterdam, prefirió por desavenencias con la FIDE, exhibirse en la ciudad norteamericana de Cicero en donde le llevó tres horas y media acabar con la mayoría de los cincuenta jugadores a los que se enfrentó. Casi todos, miembros de la Liga de Ajedrez de Cicero, más algunos invitados de ciudades colindantes.
De lectura, Fischer escogió mostrar a la audiencia alguna de las partidas más célebres que había jugado en aquella Gira Intercontinental de Simultáneas.
La sesión se desarrolló en el Western Electric´s Albright Gym y comenzó a las 19,00 h. Hay que decir que Fajkus planteó una línea irregular contra la Vienesa, que a Fischer no le costó demasiado doblegar, tras obtener una impecable ventaja de desarrollo.
Nueva York – 24 de Mayo de 1.964 (+34,-0,=0)
Fischer-Morrison
Y donde mejor que terminar este artículo que hablando de la Capital de Capitales del mundo: New York, New York !. Y Fischer también quería hacer algo importante en esta mágica ciudad. ¡Y vamos que si lo logró!, pues consiguió un limpio marcador a su favor. Treinta y cuatro victorias en las treinta y cuatro partidas disputadas. El evento se desarrolló en el famoso Club de Ajedrez y Damas (The "Flea House") una institución de Manhattan, localizado en el 212 W. 42nd Street, no lejos del Times Square. En aquel lugar también se jugaba al bridge y al scrabble y fue testimonio de una de las películas de Stanley Kubrick, "The Killing" con una escena basada en motivos ajedrecísticos.
Dos horas y veintiocho minutos fueron suficientes para que el "ciclón Fischer" arrasara a sus rivales, reminiscencia de las once victorias consecutivas obtenidas en el reciente Campeonato de los EE UU. Fischer, decidido aquel día a conseguir la proeza, empezó todas y cada una de sus partidas con 1.e4, indicando tras su término que ¡cualquier otro movimiento en la primera jugada, era de cobardes!.
Horowitz en su columna en el New York Times recordó que aquella tarde Fischer había dado un recital de "precisa técnica" manejando las piezas hasta conseguir un superior desarrollo, control del centro y demostrar su buen gusto por cosas como la obtención de la pareja de alfiles o de la mayoría de peones… . Su juego fue tremendamente simple pero con una eficiencia super-profesional. Uno de los participantes, Ed Westing, comentó que Fischer jugaba extremadamente rápido y que cada vez que pasaba por su tablero le repetía sin cesar: ¡mueve!, pues no estaban permitidos en aquella simultánea los tres "breaks" (pausas) que se le dan a los simultaneados (!?).
Morrison siguió una línea teórica que le reportó un juego sólido, aunque las blancas lograron una mínima ventaja duradera. Cuando parecía que lo peor había pasado, Morrison, que a juzgar por sus propias, no pudo soportar la presión de las continuas venidas a su tablero del huracán Fischer (cada vez más veloz), perdió un peón, quedando sin compensación. Y el resto fue sólo cuestión de técnica para Bobby !.
Y así he terminado esta descripción del entorno que envolvió a Fischer en aquel magno acontecimiento, en donde optó por hacer uso de una apertura romántica, la Apertura Vienesa, recordando sobre el tablero los principios básicos de los clásicos del ajedrez, de los que tanto aprendió en su juventud.
Espero que os haya gustado y no quisiera finalizar el mismo sin recordar que empecé hablando de la debacle histórica de Kramnik ante la máquina y quiero terminar recordando la figura del emblemático maestro David Bronstein, días atrás fallecido. Bronstein también colaboró mucho en el desarrollo del ajedrez computado, sobre todo ofreciéndose como sparring en los famosos torneos holandeses HOMBRE-MÁQUINA de Aegon. Bronstein, casualmente, fue también el primer jugador soviético que se enfrentó oficialmente contra el héroe de este artículo, Bobby Fischer. "Devik" como cariñosamente le llamaban en casa, formó también parte días atrás (no podía ser de otra forma) de mis artículos sobre el Torneo de Las Palmas de 1.972 y de mi artículo sobre los libros (de Najdorf y de él mismo) del Torneo de Candidatos de Zurich de 1.953.
Bronstein se nos ha ido,
pero al igual que los grandes del ajedrez…
¡estará siempre CON NOSOTROS!.
Descanse en paz, David Ionovich Bronstein.
"Un hombre de buen corazón, de mente brillante y siempre generoso con otros…".
Tom Fürstenberg en el prólogo de su libro con David, Aprendiz de Brujo.
Un cordial saludo a todos,
ANGEL JIMÉNEZ ARTEAGA
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario